La actriz da el nombre de quien le obligó a tener sexo con el actor para mejorar su actuación en su película «Sliver»
JUDITH DEL RÍO / LA VANGUARDIA
Mantener relaciones sexuales reales como recurso para «mejorar la química» entre dos actores. Esa parecía ser la clave para el productor de cine Robert Evans, ya fallecido. Al menos, es lo que ha denunciado la actriz Sharon Stone, quien le identifica con nombre y apellido como responsable de que tuviese que mantener relaciones sexuales con su compañero de reparto, Billy Baldwin.
La actriz ya había hablado de este dramático episodio con anterioridad en sus memorias, The Beauty of Living Twice (2021), pero sin nombrar a la persona implicada. Ahora, en una reciente conversación en el podcast de Louis Theroux, sí se atreve a decir quién fue el responsable de todo lo que vivió durante el rodaje de Sliver (1993).
La actriz revela que Evans le instó a que mantuviese relaciones sexuales con Billy Baldwin para mejorar su química en pantalla, pues según el productor, ella era la «responsable» de «corregir» la mala actuación del intérprete.
«[Evans] iba corriendo por su oficina con gafas de sol explicando que se acostó con Ava Gardner y que yo debería acostarme con Billy Baldwin, porque [entonces] su interpretación mejoraría», revela la actriz, que también admite que ella fue «imbécil».
«Si pudiera acostarme con Billy, entonces tendríamos química en la pantalla y salvaríamos la película. El verdadero problema era yo porque estaba muy tensa y no como una verdadera actriz que podía simplemente follárselo y volver a encarrilar las cosas», explicó la actriz, para luego admitir: «El verdadero problema era que yo era un imbécil».
La intérprete, que estaba en el culmen de su fama como «sex-symbol» de los 90 por su interpretación en éxitos como Casino o Instinto Básico, cree que los jefes del estudio fueron los verdaderos responsables del fracaso de la cinta por sus malas decisiones en la elección del reparto.
«No tuve que follarme a Michael Douglas. Michael podría venir a trabajar y saber cómo alcanzar esas marcas, hacer su papel, ensayar y presentarse», reflexiona. «Ahora, de repente, estoy en el negocio de ‘tengo que follarme a la gente'».
Evans, dirigente de Paramount y de sobra reconocido como productor de Hollywood -es responsable de películas tan famosas como El Padrino o La Semilla del Diablo-, falleció en 2019 a los 89 años.
Tras esos años, la actriz fue calificada de «difícil» y nunca más le ofrecieron un papel destacado. Según ella, Hollywood no quiso que tuviese éxito. «No volví a conseguir un papel bueno durante el resto de mi vida. Soy la actriz invisible», asegura.