Por lo mal que llega la selección mexicana al mundial de Qatar, las expectativas de obtener buenos resultados son realmente bajas; lo que más duda genera es si chairos y fifís, festejarán o lamentarán juntos los resultados de los mexicanos en la competencia mundialista.
DIEGO BADILLO / EL ECONOMISTA
La variable Copa del Mundo es parte de cualquier análisis político en tiempos que rueda el balón, pero esta vez la participación de la selección mexicana en el mundial de fútbol de Qatar servirá de poco para usarse con intenciones políticas, aunque, por lo oportunista de la clase política mexicana, habría que estar atentos a intentos de sacar raja política del evento, aun cuando sólo protagonicen hechos que queden en lo anecdótico, plantean analistas.
De entrada, el Mundial de Qatar, es el mundial al cual los aficionados mexicanos llegan con menos ánimos de ver los partidos y con menos expectativas positivas del desempeño de la selección nacional, por lo menos si se compara con los realizados en este siglo, señala Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky.
Además, añade, es el mundial al que se llega con la peor imagen de su director técnico y del desempeño del equipo previo a ese evento.
Incluso, recuerda que en justas mundialistas anteriores, previamente se calentaba el ambiente mediáticamente más y ahora no. En esta ocasión, en general, los mexicanos ni conocen quiénes son los jugadores.
A pesar de eso, refiere, cuando se pregunta a los mexicanos si la selección mexicana va a pasar a la segunda ronda, la mayoría dice que sí, aunque, también la mayoría, piensa que hasta ahí van a llegar.
Si se pregunta juego por juego la mayoría piensa que habrá victoria contra arabia, empate con Polonia y derrota contra Argentina, aunque eso podría bastar para avanzar a la siguiente ronda.
En ese sentido, Claudio Flores Thomas, CEO de Altazor Intelligence, señala que, si bien el mundial toma a los mexicanos con bajo optimismo y bajas expectativas respecto del desempeño de su selección, debido al historial de esperanza y fracaso acumulado, la experiencia dicta que, en cuanto comience a rodar el valón, seguramente despertará la esperanza, primero de los jóvenes y luego de los mayores.
Recuerda que a los mexicanos nos unen los temblores y los mundiales. Sí, la desgracia y la esperanza, en este caso en hacer un papel digno en tierras árabes.
Refiere que hasta hace unas cuantas semanas, pocas personas estaban planteando ir a Qatar, pero los boletos disponibles para mexicanos se han ido vendiendo recientemente y en estos momentos se habla ya de que acudirán 60,000, aunque hay cálculos de que la cifra puede llegar a los 80,000, lo cual refleja mucho cómo somos como mexicanos.
Por su parte Manuel Ajenjo, guionista de programas de humor en televisión, destaca que la justa mundialista toma a los mexicanos con un estado de ánimo bajo, pero esto no es tanto por las cuestiones políticas y sociales del país, sino porque la selección atraviesa por uno de sus peores momentos.
La selección es un globo que se infla en cuatro años y se desinfla en cuatro partidos
Recuerda que la selección mexicana es un globo que tardan en inflar cuatro años y cuatro partidos en desinflar.
Esta vez el globo podría quedar sin aire en menos tiempo, como ocurrió en el mundial de Argentina 1978, aquel recordado no solo porque los sudamericanos se coronaron en casa, sino por el uso político que le dio el régimen de la dictadura que gobernaba ese país en ese tiempo.
En esa ocasión la selección mexicana dirigida por Jose Antonio Roca no solo no ganó un solo juego sino que no obtuvo ni siquiera un empate.
Lo cierto es que, indica, hay que tener presente que el futbol siempre ha servido como una fuga a la presión de las personas. Como decía Jorge Valdano, aunque vaya la misma gente a una función de teatro y a un partido de futbol, la que va al teatro, piensa y la que va al fútbol siente.
Recuerda también que Javier Marías, aquel escritor que siempre aspiró al Premio Nobel y no lo alcanzó, decía que el futbol era la recuperación de la infancia, porque los aficionados cuando cruzan el umbral del estadio se instalan en modo niño.
En ese aspecto, Claudio Flores Thomas menciona que, en un contexto de polarización política como el que vive México, va a ser muy interesante ver que, si el mundial y el apoyo a la selección nacional logra ir curando esas fracturas o poner en pausa para que juntos, quienes están en favor y en contra del gobierno actual puedan festejar juntos los goles de los mexicanos.
Evidentemente el escenario político nacional está dividido. El presidente López Obrador logró su intención de solo tener un relato para una parte de la población, que gobierna solo para ellos y a la otra la denosta, expone.
El experto en interpretación de información sobre comportamientos humanos, menciona que la marcha en defensa del INE, ocurrida el pasado día 13 y la marcha de la revancha del oficialismo, anunciada para el próximo día 27, es una muestra de eso, además que todos los días, desde Palacio Nacional se irriga esa polarización, como un instrumento de control político y gobierno.
Por ello dice que la pregunta es si se va a poder lopezobradorizar la participación de la selección mexicana en el mundial.
Si no se logra va a haber dos festejos distintos: el de los que aman a López Obrador y el de quienes lo odian.
Por otra parte, advierte que, sabiendo que la clase política es muy oportunista, seguro va a tratar de aprovechar el ambiente generado por el mundial como un elemento de conexión con los ciudadanos o potenciales votantes, aunque, piensa que, en todo caso eso seguramente quedará como casos anecdóticos.
Destaca que, usualmente, le va bien al gobierno cuando le va bien a la selección nacional, porque se genera un ánimo positivo, festivo, lúdico y, de alguna manera también baña la percepción del país y el gobierno, pero eso no será suficiente para cambiar radicalmente la balanza de cómo están las cosas.
Para el especialista la variable mundial de futbol si es parte de cualquier ecuación de análisis político y no sería la primera vez que legisladores incurran en un agandalle en favor de una mayoría, aprovechando la distracción mundialista. Actualmente discuten la reforma electoral.
AMLO no tendrá problemas en juntar acarreados
El oportunismo político campea a sus anchas en la clase política de México y del mundo, así que hay que estar pendientes ante la intención de capitalizar el ambiente mundialista para conectar con sus audiencias, avanzar en sus agendas o agandallar en asuntos que les interesan, refiere.
En ese aspecto Roy Campos opina que no se espera que haya una influencia del mundial en lo que pasa en el escenario político nacional; en todo caso, servirá como distracción, es decir, la gente dedicará su tiempo libre en ver en mundial y, si de por sí se ocupan poco de los asuntos políticos, ahora menos.
Llama la atención en que la marcha a la que ha convocado el presidente, Andrés Manuel Lopez Obrador, es el 27 de noviembre. Un día antes es el juego de México contra Argentina. A lo mejor el 26 la gente está distraída viendo el juego y el 27 no está muy atraída por la marcha.
En ese sentido Manuel Ajenjo da por descontado que la asistencia a la marcha del presidente está garantizada con los acarreados del partido en el gobierno, aunque al ánimo nacional si le pegará si México perdiera con Argentina, simplemente porque el futbol es ciento por ciento emocional.
Lo que sí parece un hecho, según Roy Campos, es que esta vez el presidente no va poder hacer lo que ha ocurrido en algunas ocasiones, que los invite a para felicitarlos cuando les ha ido bien.
Por lo pronto, el martes próximo, en día de sesión en el Congreso, juega la selección, en horario de trabajo. Lo que puede ocurrir es que algunos legisladores se salgan del salón de pleno para ver el partido por televisión y si eso pasa no habrá una recriminación popular, porque en muchas empresas también lo van a hacer.
Lo cierto es que si un mexicano logra mandar la bola hasta las redes, seguro se escuchará el grito de ¡¡gooooooool!! entre las curules de San Lázaro entre pares de brazos alzados como buscando alcanzar el candil que ya no está y sin que su expresión quede asentada en el muro electrónico de votaciones.
Pero, conforme avancen los días, llegará la realidad, esa señora cruel que echará a los nuestros del reino de los hombres barbados con ropón y entonces comenzará nuevamente el ritual de volver a inflar el balón durante los próximos cuatro años, mientras en el Congreso, otra vez se espetarán hasta el hartazgo hombres y mujeres con fuero, esos que terminan sus prosas en la máxima tribuna de la nación como estas líneas que usted lee: es cuánto.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Sera-posible-deslopezobradorizar-la-participacion-de-Mexico-en-el-mundial-20221118-0098.html