JORGE RICARDO / MURAL
Cd. de México (21 octubre 2022).- Notas Relacionadas
El municipio de Paraíso, Tabasco, donde está asentada la refinería de Dos Bocas, está bajo el agua.
La Alcaldesa Ana Luisa Castellanos (PRD) y vecinos atribuyen las anegaciones a las deficiencias de construcción de Dos Bocas.
Castellanos dijo ayer que la refinería fue construida sobre un manglar tapado con miles de toneladas de arena para levantar tres metros el terreno.
«Allí era un vaso regulador, era una reserva ecológica, pero rellenaron con arena el terreno. No vimos lo que iba a afectar y el problema está ahorita. Estamos a favor del desarrollo que trajo para el municipio, los empleos, pero nos trajo muchísimos problemas también», dijo Castellanos en entrevista.
Según la Alcaldesa, ella tiene reportes de graves inundaciones dentro de la refinería.
«La mayoría de la gente estamos entre el agua, porque por sus pertenencias, por no perder sus cosas no quieren salir. Los enseres de la gente la verdad que sí han sido dañados, porque no le dio tiempo de subir sus cosas, sus camas, refrigeradores», lamentó.
En una ciudad con 25 mil habitantes, el Gobierno federal ha calculado que la construcción de la refinadora ha generado 34 mil empleos temporales.
«Paraíso creció muchísimo, tenemos una población flotante de miles, donde se hicieron más viviendas para lo que estaba programada la infraestructura, hicieron muchos rellenos, taparon cauces de agua, vasos reguladores y ese es el problema que tenemos ahorita», añadió la Alcaldesa.
Ella hablaba desde la primera sección de la Colonia Libertad, al otro lado de la obra. Ahí le avisaron que ya había llegado la retroexcavadora. «Vamos a tratar de abrir los cauces de agua, ya estamos trabajando en los albergues y tenemos que prevenir la salud de la gente», informó.
«Fue una irresponsabilidad de todos nosotros los ciudadanos paradiseños (permitir el relleno de la zona de obras)», había declarado el miércoles por la tarde. Ayer, dijo que ya no era momento de buscar culpables, pues tenía nuevos problemas a la vista, una vez que la lluvia había amainado.
«En algunas partes ya está bajando el agua y estamos haciendo un recorrido para ayudar a que la gente salga de sus viviendas, porque esto también trae problemas de salud. Trae muchos problemas de salud a la gente.
Nosotros, como tabasqueños, sabemos que el sabañón (infección dolorosa en la piel) da en los pies por estar tanto tiempo entre el agua, y también vamos a tener un grave problema de salud, pues nos ha estado atacando el dengue, por el problema del mosquito», alertó la funcionaria.
Vecinos difundieron ayer en redes sociales distintas imágenes que exhibían el daño en Paraíso por la inundación. La región es afectada recurrentemente por las lluvias, pero la refinería agravó la situación.
La Alcaldesa del único municipio de Tabasco donde no ganó Morena, reportó que ayer estaban inundados el Palacio Municipal, el mercado, y hasta su casa en Puerto Ceiba, del otro lado del centro, algo que no recordaba desde 1995, cuando pegaron los huracanes «Opal» y «Roxana».
Alfredo Cabrera, un jubilado de Pemex que vive junto a la barda de la refinería, acusó que su casa quedó inundada, como pasa siempre desde que la refinería arrasó con el manglar para elevar el terreno tres metros y dejar toda su calle por debajo del nivel.
«El agua mojó los colchones, la estufa, todos estamos en el agua, se formó el tapón por la barda», indicó Cabrera, quien espera que el Gobierno federal les proponga reubicarlos a él y a sus vecinos.
La Secretaria de Energía, Rocío Nahle, afirmó que la refinería está diseñada para resistir cualquier contingencia y negó que hubiera inundaciones dentro de las instalaciones.
«Es una obra planeada, con ingeniería especializada y ante cualquier situación debe de resistir, así fue diseñada», señaló ayer en su cuenta de Twitter.
La Alcaldesa considera necesario que la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento construya plantas de tratamiento de agua y cárcamos que el gobierno municipal ha solicitado.
«La Alcaldesa dice que es por el relleno de la refinería, pero también tiene que hacerse responsable de que calles como el mercado, las salidas del municipio y el centro no cuentan con buen sistema de drenaje», afirmó por su parte José Aguilar, vecino de la Colonia El Cobertizo, junto a la puerta 4 de la refinería.
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Drenaje descuidado
En páginas de Facebook del municipio, se dividían los comentarios de quienes acusaban a la refinería y quienes aseguraban que era por el descuido del sistema de drenaje. «Esa agua salía hacia el vaso regulador que había donde construyeron la base de la Marina y la gasolinera, pero nadie buscó una solución a tiempo», posteó Severino Santos.
«Es la temporada de lluvia, señores, soy de Comalcalco y estamos entre el agua todos, no dan abasto los drenajes», añadió Anny Méndez.
Cuando iniciaron las obras de Dos Bocas, en junio de 2019, expertos consultados por REFORMA advirtieron de los riesgos en la zona.
La obra tendría sobrecostos y retrasos por la zona donde sería asentada.
Por las características del terreno en Dos Bocas, en una de las regiones donde más llueve en el País, debía utilizarse aluminio y otros materiales ligeros que elevarían el costo de la construcción.
El terreno era plano y se requería un gasto millonario para lograr una renivelación de suelo, a fin de lograr una pendiente que protegiera a la refinería frente a inundaciones.
Tres años después, la refinería y la comunidad aledaña resienten los efectos de las inundaciones.
Fuente: https://www.mural.com.mx/se-inunda-paraiso-culpan-pobladores-a-refineria-dos-bocas/ar2490451?referer=–7d616165662f3a3a6262623b727a7a7279703b767a783a–