Héctor Villarreal Hernández, secretario de finanzas del estado de Coahuila bajo la gubernatura del priista Humberto Moreira, dio fe en la Corte Federal del Distrito Este, en Brooklyn, Nueva York, sobre el acuerdo que él atestiguó entre El Universal y García Luna.
J. JESÚS ESQUIVEL / PROCESO
BROOKLYN, N.Y. (apro) – Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública del presidente Felipe Calderón, presuntamente se arregló con Francisco Ealy Ortiz, dueño del periódico El Universal para que, a cambio de una mensualidad de 25 millones de pesos, lo ayudaran con cobertura positiva a contrarrestar despachos noticiosos que lo vinculaban con capos del narcotráfico y sobre su supuesto secuestro en 2008.
Héctor Villarreal Hernández, secretario de finanzas del estado de Coahuila bajo la gubernatura del priista Humberto Moreira, dio fe en la Corte Federal del Distrito Este, en Brooklyn, Nueva York, sobre el acuerdo que él atestiguó entre El Universal y García Luna.
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Guiado por el interrogatorio de la fiscal Erin Reid, Villarreal Hernández fue develando poco a poco la trama del pacto del dueño de El Universal con García Luna a través de la intermediación de Moreira.
El exfuncionario coahuilense, testigo cooperante del Departamento de Justicia estadunidense en el juicio por narcotráfico de García Luna ante el juez Brian Cogan y el jurado calificador del proceso, indicó que todo inició cuando, a principios de 2009, acompañó a Moreira a la Ciudad de México a reunirse con el secretario de Seguridad Pública de Calderón.
“Nos reunimos el gobernador Moreira, el licenciado (sic) García Luna y yo”, le dijo sin miramientos ni pautas el testigo a la fiscal Reid.
“(García Luna) le dijo -a Moreira- que necesitaba su apoyo, le preguntó que si conocía directamente a las personas del periódico El Universal, a lo que el gobernador le contestó que sí, que si necesitaba cualquier cosa, nada más le avisara”, matizó el exsecretario de finanzas de Coahuila.
“García Luna le contó que en la prensa había ciertos rumores de que lo habían secuestrado (Arturo Beltrán Leyva, jefe de una las fracciones del Cártel de Sinaloa, que ordenó presuntamente levantarlo el 19 de octubre de 2008) y lo relacionaban con personajes del narcotráfico”, siguió con la narración el exfuncionario de Moreira.
– ¿Qué le pidió -García Luna al exgobernador priista-?, cuestionó Reid.
– Que si había forma de que lo acercara a El Universal para que se supiera que todos los rumores no eran realidad, que ¿cómo se podía acercar a El Universal?… El gobernador le contestó que sin ningún problema hablaría con Francisco Ealy Ortiz, el dueño”, reviró Villarreal Hernández.
En la sala 8D que preside el juez Cogan, fue notorio en ese momento la molestia dibujada en el rostro de García Luna, quien miraba brevemente al testigo de la fiscalía y luego a la computadora que su equipo de abogados le colocó sobre la mesa frente a él.
La fiscal entonces preguntó a su testigo sobre la relación de Moreira con Ealy Ortiz, a lo cual Villarreal Hernández replicó que eran “compadres” y que él estuvo presente en varios encuentros de los aludidos, tanto en la Ciudad de México como en Saltillo, la capital coahuilense en donde el dueño de El Universal tiene una casa.
En ese momento, el testigo afirmó que en una ocasión en la casa de Ealy Ortiz, en Saltillo, él y Moreira asistieron a un evento en 2009 para notificar que una hija del entonces gobernador de Coahuila estaba embarazada y que el “compadre” sería el dueño del diario capitalino.
La fiscalía presentó como evidencia de prueba una fotografía de dicho evento en la que se ve a Moreira abrazando a Ealy Ortiz en compañía de otras personas.
– ¿Hubo un arreglo con Ealy Ortiz?, interrogó Reid al testigo.
– Sí, contestó. Le comentó (Moreira a Ealy Ortiz) que el acuerdo eran pagos mensuales a El Universal de 25 millones de pesos.
– ¿Pagos a nombre de García Luna?
– Sí. Un primer pago me pidió el gobernador Moreira que lo hiciera, me pidió que viajara a la Ciudad de México para cerrar un acuerdo de pagos en efectivo, que me pusiera de acuerdo con Sergio Montaño que trabajaba con García Luna y fuimos directamente a las oficinas de El Universal a cerrar el acuerdo.
Entonces Villarreal Hernández enfatizó que el compromiso del periódico con el amigo, asesor, confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública (SSP) de Calderón, consistió en que el diario publicara favorablemente lo que se hacía desde la dependencia federal a favor del gobierno y la ciudadanía mexicana.
“Montaño llevaba una maleta pequeña con dinero en efectivo y dijo que el demás de dinero lo tenía en la cajuela de la camioneta… Vi el dinero porque abrió la maleta cuando estábamos en las oficinas de El Universal”.
– ¿Usted pagó dinero a El Universal a nombre de García Luna?, arremetió de nueva cuenta Reid.
– Sí, usando dinero del estado de Coahuila una sola vez, como un favor que solicitó Montaño que les urgía pagar en ese momento y se hizo una (factura), una cuenta por pagar, un recibo de la Secretaría de Finanzas, yo di la instrucción porque a mí me dieron la instrucción de que debía ser pagado.
– ¿Registró ese pago?
– Las facturas se escaneaban y se archivaban para la contabilidad de las finanzas del estado a final de año.
– ¿Escaneó esa factura?
– No, la instrucción fue que no la foliara… pero la tengo, todos los pagos que se hacían de esa manera los tenía en una caja en mi casa por si en algún momento intentaban perjudicar al gobernador… yo guardaba todas esas facturas, el día (en febrero de 2014) que viene a Estados Unidos traía todas las facturas y un servidor.
Cuando fue arrestado en México en ese mes de febrero de 2014, acusado de malversación de fondos y elaboración de documentos falsos para obtener créditos bancarios y luego de pasar un día en la cárcel y salir libre bajo fianza, Villarreal Hernández y su familia, tras entrarse de que en Estados Unidos lo acusaban de conspiración para lavar dinero, viajó en auto al norte del país y se entregó a las autoridades estadunidenses en El Paso, Texas, donde dio las facturas y el servidor.
Reid presentó como evidencia de prueba, sin objeción de la defensa de García Luna, la copia de la factura que tiene los sellos de la Secretaría de Finanzas de Coahuila y del periódico El Universal.
El concepto de pago es por “Campaña de Rescate al Turismo” y la cantidad es de 11 millones 500 mil pesos, escrito a mano la factura tiene la leyenda: “Elaborar sin folio, gracias”.
Villarreal Hernández explicó que la factura era por 11 millones 500 mil pesos debido a que 10 millones de pesos eran de pago a El Universal por pedido de Montaño, y un millón y medio más para cubrir lo correspondiente a los impuestos de la cantidad del pago.
Agregó que en otra ocasión acompañó a Moreira a una reunión en un departamento que García Luna tenía en la Ciudad de México, en Santa Fe. Un inmueble de lujo en el último piso de un edificio, con una terraza grande y que en el lugar había unas 30 personas.
– ¿En ese departamento hablaron de los pagos a El Universal?, quiso saber la fiscal Reid.
– García Luna le comentó al gobernador que estaba muy agradecido, que todo iba bien y que la cobertura en el periódico estaba funcionando.
Luego, el testigo contó que en otra ocasión acompañó al que fuera también presidente del Comité Nacional del PRI a Cuernavaca, para reunirse con García Luna en una casa muy grande estilo campestre que tenía el secretario de Calderón en la entidad morelense, con helipuerto y todo.
García Luna le dio un aventón a Moreira en helicóptero de Cuernavaca a la Ciudad de México porque quería hablar con él de algo. El exsecretario de finanzas de Coahuila no los acompañó.
Antes de que se presentara Villarreal Hernández como testigo del Departamento de Justicia en la Corte en Brooklyn, el juez Cogan había advertido a los fiscales que no aceptaría testimonios de nadie que no implicaran presuntos acontecimientos en primera persona, o de supuestos pagos o sobornos hechos por García Luna, a menos que fueran de primera mano y que tuvieran relación con los delitos que le imputan al amigo de Calderón por narcotráfico. El juez no objetó nada de lo que declaró bajo juramento Villarreal Hernández.
Los sobornos en Coahuila
Al inicio de su testimonio, el exsecretario de finanzas de Coahuila afirmó que, por instrucción de Moreira, él orquestó en la entidad norteña una estrategia de sobornos por medio de comisiones que se cobraban a empresas o entidades que ejercieron trabajos de obra pública.
La componenda, según Villarreal Hernández, generó sobornos de 400 millones de dólares, de los cuales 40 fueron para Moreira y 2.5 millones de dólares en compensación para él y otras siete personas a las que no identificó.
Tras entregarse a las autoridades estadunidenses de Texas y declararse culpable de los delitos que le imputan, a Villarreal Hernández le decomisaron 2 complejos de departamentos, departamentos en una playa, dos centros comerciales, una bodega, 60 mil dólares en efectivo, cuentas bancarias, dos autos de lujo, una pistola y una farmacia de la franquicia CVS, todo en Estados Unidos.
Desde febrero de 2014, Villarreal Hernández empezó a cooperar con el Departamento de Justicia. Ha testificado en otros casos de corrupción y lavado de dinero. Tras 8 meses en prisión, salió bajo libertad condicional a la espera de su sentencia que será dictada por un juez federal texano el 5 de abril de 2023.
El testigo indicó que su sentencia puede ser de 25 años de cárcel, pero que no sabe que si por sus testimonios se la pueden reducir. Admitió que pidió asilo para que, junto a su familia, puedan quedarse en Estados Unidos, aunque desconoce si los fiscales lo ayudarán a conseguir una visa S para establecer su residencia en la Unión Americana.
La declaración de Wayne
Después del testimonio del exsecretario de finanzas de Coahuila, los fiscales llamaron como testigo de su causa al exembajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne.
El diplomático de carrera que estuvo en México de 2011 a 2012 se limitó a corroborar que él se reunió con García Luna personalmente de 10 a 20 ocasiones. Que le dio un tour -igual que a Moreira, como lo narró Villarreal Hernández- por el centro de inteligencia (El Búnker) creado bajo la Iniciativa Mérida; y que sí, que el acusado se reunió con altos funcionario de su país, lo que es común para alguien que en México ocupa un puesto a nivel de gabinete como fue el de SSP con Calderón.
Wayne agregó que en una ocasión García Luna lo invitó a cenar a su casa de la Ciudad de México, la cual no le pareció ostentosa y que era de varias plantas el inmueble. Lo que llamó la atención del exembajador fue que su anfitrión tenía “una pecera muy grande de agua salada empotrada en una pared” de la casa.