Una restauradora del arte asegura haberla hallado finalmente en una figura rubia que se encuentra junto a la cruz, entre las más de 300 figuras representadas por Miguel Ángel
A.N. / El Confidencial
Han pasado siglos desde que Miguel Ángel decoró con maestría la Capilla Sixtina, y lo hizo con tal precisión de detalle que todavía seguimos descubriendo cosas. Ahora, parece que finalmente María Magdalena ha podido ser identificada entre las 300 figuras representadas en su obra maestra, algo que desde luego es complicado de vislumbrar a simple vista y requiere un trabajo extenso por parte del ojo humano.
En concreto ha sido Sara Penco, restauradora de arte italiana, la que en una investigación reciente (sus hallazgos se publicarán esta semana en un libro de 240 páginas llamado María Magdalena en el Juicio de Miguel Ángel) la que sugiere que se trata de una mujer rubia que aparece besando una cruz de madera sostenida por una figura que, se dice, es Jesucristo.
«Estoy firmemente convencida de que esta es María Magdalena», expresó en una conferencia de prensa en Roma, el pasado martes. «La intimidad con la cruz, el vestido amarillo, el cabello rubio… todo el contexto en el que Miguel Ángel coloca a la figura parece subrayar su importancia«. Lo cierto es que durante mucho tiempo los expertos en arte han intentado identificar a esta mujer, que se encuentra representada en el rincón más a la derecha del fresco de la pared, detrás del altar de la capilla del Vaticano.
Penco es especializado en arte renacentista y barroco y ha afirmado que su investigación tiene como finalidad acabar con el misterio. «El fresco gritaba que algo faltaba«, señaló. «Miguel Ángel era un pintor experto, muy culto, alguien que conocía muy bien la dinámica de la iglesia, conocía los Evangelios y no podía haberla olvidado». Otros expertos en arte han asegurado que Penco ha sabido unir las piezas del misterio perfectamente, vinculando iconografía y teología.
«La intimidad con la cruz, el vestido amarillo, el cabello rubio… todo el contexto parece subrayar su importancia»
El Juicio Final fue pintado entre 1537 y 1541 (Miguel Ángel tardó cuatro años en acabarlo) y atrae más de cinco millones de visitantes a la Capilla Sixtina cada año. Representa la Segunda Venida de Cristo y el Apocalipsis, y muestra almas humanas y ángeles, muchos de ellos desnudos, ya sea ascendiendo al cielo o descendiendo a los infiernos.
La paradoja más grande de María Magdalena es, probablemente, las pocas certezas que tenemos sobre ella o lo poco que la conocemos, pues los Evangelios canónicos confirman poco sobre ella. El mes pasado, una nueva investigación afirmó que Miguel Ángel podría haber representado a una mujer que sufría de cáncer de mama en su fresco de un diluvio bíblico en el techo de la capilla.