ALONSO URRUTIA / EMIR OLIVARES / LA JORNADA
Campeche, Camp. Después de rendir su quinto informe de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un primer recorrido de supervisión a bordo del Tren Maya desde la estación Campeche. Poco después del mediodía, el mandatario arribó a la estación, que aún se encuentra en construcción y donde ya lo esperaba personal de las empresas Mota Engil y Carso Constuctora, que están a cargo del tramo Campeche- Mérida.
Asimismo había ingenieros militares que participan en la obra para darle un informe de la situación del tramo. Con este trayecto de supervisión, el Presidente inicia una gira que lo llevará a Mérida y a Cancún, donde arribará el próximo domingo.
Desde la víspera llegaron a esta ciudad directivos de las dos empresas, así como Maite Ramos, quien es la directora ejecutiva de la empresa Alatom, responsable de la construcción de los trenes. Desde muy temprano arribó a la capital del estado el primer tren que entregó Alstom, mismo que ya pasó por pruebas estáticas ( de operación de sistema de aire acondicionado, pruebas, luz, entre otras) y algunas pruebas dinámicas, de recorrido del tren.
Desde las 8 de la mañana, los vagones ya se encontraban en la estación Campeche, donde en el estacionamiento solo se permitió el acceso a los vehículos de los directivos de las empresas y el personal. Entre tanto, unidades de la Guardia Nacional efectúan recorridos de patrullaje en torno a la zona.
Ubicado a un lado de la carretera que va a Champotón, en las inmediaciones arribaron residentes de los poblados de San Eduardo y de Seet Ka’an, por su nombre en maya que significa un rincón cerca del cielo. En este último caso, para demandar solución a los problemas de drenaje y hundimiento de calles que les provocó la construcción del tren.
Un puñado de habitantes, con carteles en cartulinas piden justicia, aunque dicen estar a favor de la obra porque habrá beneficiarlos, piden una solución para evitar las inundaciones que ahora se provocan en su comunidad por el hundimiento de las calles.
En tanto, quienes residen en San Eduardo enfrentan problemas de desalojo por una disputa añeja de tierras. Aunque no está vinculada a la obra, anhelan que sea el gobernó federal quien regule su situación ante la intransigencia, dicen, de la gobernadora Layda Sansores quien ya los mandó desalojar de su plantón frente a Palacio de Gobierno.