EDITORIAL / SEMANARIO DESDE LA FE
odas las parroquias y movimientos laicales participarán este domingo 15 de octubre en la Jornada de Oración Mensual para pedir a Dios que la Agenda Nacional de Paz, propuesta recientemente por la Iglesia Católica en México y la sociedad civil, genere un cambio esencial en el país.
Esta Agenda Nacional de Paz, surgida del Diálogo Nacional por la Paz celebrado en Puebla en el mes de septiembre, es una gran propuesta para transformar la conciencia social, alejándola de la cultura de violencia, y abrazar una cultura del cuidado que reafirme el valor de la vida, la dignidad humana, la fraternidad y la casa común.
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La agenda propone 7 acciones elementales para alcanzar la paz: replicar buenas prácticas en materia de seguridad, justicia y desarrollo social; influir en políticas públicas fundamentales; impulsar la propia Agenda Nacional de Paz en el ámbito político; involucrar a las universidades en los programas de desarrollo social y paz; atender factores de riesgos para los jóvenes; promover la participación ciudadana en nuevas formas de gobierno, y exigir la coordinación efectiva de las fuerzas de seguridad para vivir en paz.
Mientras tanto, la Iglesia, a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano, continuará convocando a la Oración Mensual para pedir a Dios el don de la paz, e impulsando los Conversatorios para la Acción por la Paz y los Foros Justicia y Seguridad, entre otras iniciativas propias y de la sociedad civil.
En este contexto, el pasado 13 de octubre la Arquidiócesis de México llevó a cabo un Rosario por la Paz dirigido por el Arzobispo Primado, cardenal Carlos Aguiar Retes, y sus Obispos Auxiliares, con la participación de sacerdotes, religiosas y fieles laicos, y al que se sumaron virtualmente miles de personas. Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano ha convocado a los fieles a unirse, el próximo miércoles 18 de octubre, a la iniciativa Un millón de niños rezando el Rosario, convocada por Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Una propuesta de gran envergadura en la agenda es la conformación de la Red Nacional de Paz, a través de la cual se busca articular las iniciativas de paz que ya se realizan o se quieren realizar.
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Esta red, construida en tres niveles -nacional, estatal y local- involucra a familias, escuelas y comunidades, pero también a las autoridades de gobierno, políticos, académicos, estudiantes, sociedad civil, colectivos y todas aquellas organizaciones sociales que quieran ser artesanos de paz.
La Agenda Nacional de Paz es un invaluable instrumento que debe incidir en todos los ámbitos de la vida social, ya que explica con claridad cómo hemos llegado hasta este punto de violencia, cómo construir la paz y por dónde comenzar, creando, a su vez, un profundo cambio de conciencia a partir de nuevos horizontes basados en la solidaridad comunitaria y el restablecimiento de lazos de confianza y colaboración, tanto de las personas entre sí, como de ellas con sus instituciones.
Pero la agenda no se queda ahí, pues también ofrece una serie de recomendaciones y principios indispensables para trabajar en la construcción de la paz en México, para superar la desesperanza y la división social, así como para restaurar las capacidades de personas e instituciones dedicadas a cuidar, proteger e impartir justicia.
Se trata, sin duda, de un documento ambicioso para enfrentar los desafíos de un país adolorido y herido, cansado y dividido. Un documento amplio que recoge la experiencia de miles de mexicanos de buena voluntad que han participado en este largo proceso iniciado tras el asesinato, el 20 de junio de 2022, de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, para que su sangre haga florecer el deseado don de la paz.
Esperamos la respuesta de las autoridades de gobierno para sumarse a este documento, y otros actores importantes, con quienes nos une el deseo de alcanzar la paz. Tenemos confianza en que lo lograremos.