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Por crisis de Covid miles de familias cayeron con agiotistas que están cobrando intereses desde 85% hasta 160% | LJO

PATRICIA GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ / LA JORNADA DE ORIENTE

La falta de ingresos o que estos fueran insuficientes ha orillado a miles de familias a buscar préstamos durante lo que va de la epidemia de Covid-19, pagando altos intereses a agiotistas -varios de ellos delincuentes como tal que operan bajo la modalidad “gota a gota”-, así como a instituciones bancarias.

Tan solo en 2021 la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Puebla identificó ocho bandas dedicadas a facilitar dinero (cuatro ellas también vinculadas a otros delitos, como el narcomenudeo), sobre todo a personas físicas o pequeños empresarios.

Como los montos se vuelven prácticamente impagables, sus integrantes amedrentan a los deudores y hasta a sus familiares más cercanos, de acuerdo con lo que comentó Jorge Moreno Loza, director general de Vinculación, Prevención de Delito y Relaciones Publicas de dicha dependencia.

Estos grupos, en un inicio conformados por colombianos y ahora también por gente de otras nacionalidades y mexicanos, prestan con interés que llega al 85 por ciento.

Por ejemplo, si transcurrida una semana la persona que pidió el préstamo no pagó la cantidad que requirió, tendrá que cubrir en total mil 850 pesos.

El director destacó que estos agiotistas han evolucionado y de presentarse personalmente y dejar tarjetas de presentación a su población objetivo, pasaron al desarrollo de aplicaciones tanto para Android como IOS.

Al descargarla, los usuarios dan acceso a todos datos, incluyendo contactos, galerías y redes sociales; además que es obligatorio para que se haga efectivo el préstamo, proporcionar fotografía de quien solicita y de su credencial de elector, así como un número de cuenta bancaria.

Una vez que empiezan a correr los plazos y si los prestamistas no recuperan el dinero, que regularmente son cantidades que van de los 500 pesos a los 20 mil pesos, comienzan las amenazas violentas.

“Empiezan a enviar imágenes y videos con contenido demasiado gráfico, representando violencia, amenazándolos a ellos de que pues eso les iba a pasar a sus familiares o a ellos mismos, o incluso mandando ubicaciones de los domicilios donde se encontraban sus familiares cercanos a ellos, comentó Jorge Moreno.

El director de Vinculación, añadió que para los delincuentes es posible realizar amedrentamiento a ese grado porque los mismos usuarios facilitaron todos sus datos por medio de la aplicación.

Ahora que, cuando el trato se hace de forma personal, ante el atraso inician las agresiones físicas.

El funcionario comentó que ha habido casos en los que llegan a los locales, ejercen violencia psicológica, golpean o incluso se roban o destruyen la mercancía.

Precisamente por este riesgo, subrayó que es recomendable que las personas, antes de descargar una aplicación para solicitar un préstamo, busquen en internet referencias de la misma, además de no hacer tratos con aquellas que no estén reguladas por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Bancos no se quedan atrás en cobros

Por los estragos que les causó la epidemia de Covid, hubo quienes no cayeron en los préstamos “gota a gota”, pero sí tuvieron que acudir al banco a solicitar un préstamo.

En uno de los miles de casos ocurridos en Puebla, la familia González Rodríguez tuvo que pedir en febrero del año pasado, cuando enfermó el progenitor, un préstamo en BanCoppel, para poder solventar la atención del paciente en su domicilio.

65 mil pesos fue lo que esa institución autorizó a pagar en 24 meses, cada uno por 5 mil 80 pesos, más 59 pesos de un seguro. Al finalizar, se habrán pagado un total de 121 mil 920 pesos, es decir 59 mil 620 pesos más de lo que ese banco prestó.

Por un acuerdo entre hermanos, uno de ellos absorbió la deuda, y aunque le ha sido complicado, mensualmente acude de manera puntual a pagar, solo en una ocasión se ha atrasado y le cobraron 21 pesos de recargo.

Aunque no hay penalización por cubrir de manera anticipada, el monto difícilmente se solventará antes del plazo fijado, puesto que la situación económica actual tampoco ayuda para deshacerse de ese compromiso en menos tiempo del estipulado.

En el caso de BBVA, en un ejercicio hecho por esta reportera, para solicitar un préstamo de 10 mil pesos a 60 meses (no se permitía un plazo menor desde la aplicación), al final se pagarían poco más de 26 mil pesos, es decir más del doble (160 por ciento).

Ante la necesidad de las familias, desde que llegó el coronavirus a México también han abundado los anuncios, sobre todo en redes sociales, de préstamos rápidos y sin tomar en cuenta el historial en buró de crédito.

Varios de estos promocionales son engañosos, toda vez que, por ejemplo, al abrirlos desde sitios como Facebook, muchas veces requieren que se descargue una aplicación que, como ya se explicó líneas arriba, representa un alto riesgo para quienes solicitan dinero por esa vía, pues dejan totalmente al descubierto todos los datos contenidos en su teléfono y pueden ser víctimas de robo de identidad o de extorsión.

Esta reportera intentó descargar la aplicación PayJoy, que otorga préstamos en efectivo y para la compra de teléfonos, pero el dispositivo al que se bajaría arrojó un mensaje de que es posible que el archivo sea dañino.

Al buscar referencias en internet se encontró que en caso de atraso, la aplicación bloquea el equipo móvil hasta que el deudor se ponga al corriente, además de que limita las configuraciones del aparato.

En cuanto a los montos, se promociona un ejemplo de mil pesos, con interés de 30 por ciento (sin intereses moratorios), a pagar en tres meses.

Mientras que al preguntar en Facebook en una cuenta que se promociona como “créditos para el hogar”, la empresa –de la que no se proporcionó nombre, pero que dice tener domicilio en la 16 de Septiembre- ofreció un préstamo de 200 mil pesos a pagar hasta en 144 meses (12 años), con mensualidades de 2 mil 100 pesos.

Al tratar de indagar más sobre otros montos y datos del prestador, simplemente ya no hubo respuesta.

Otra situación que se ha presentado en la epidemia fue el retiro de una parte de la Afore por desempleo, a pesar de que hacerlo reduce las semanas que se han registrado como cotizadas y de que esto afecta en el monto de la pensión.

Los ahorradores tienen permitido retirar un mínimo de 30 y un máximo 90 días del salario base de cotización.

La Condusef ha alertado que hay promotores de las Afore que alientan el retiro parcial por desempleo como una ventaja, y no es así, puesto que es un derecho.

Al contactar con una persona que se promueve en redes sociales como “consultor en Afore”, este indicó que mediante una “estrategia administrativa” puede lograr que una persona sin empleo retire hasta 27 mil pesos.

Sin embargo, de ese monto él se quedaría con el 30 por ciento, es decir con 8 mil 100 pesos y solo entregaría 18 mil 900 pesos.

Fuente: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/por-crisis-de-covid-miles-de-familias-cayeron-con-agiotistas-que-estan-cobrando-intereses-desde-85-hasta-160/

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