EDGAR GUZMÁN URIBE / ÁNGULO7
Para disminuir los diferentes tipos de violencia es necesario realizar diagnósticos en cada caso y atender las causas que las originan; además de promover una convivencia sana entre las personas para la restitución del tejido social, haciendo uso del espacio público.
Así lo señaló, en entrevista con Ángulo7 Radio, Arturo Aguirre Moreno, investigador de la Facultad de Filosofía de la BUAP, quien señaló que la urbanización, gentrificación (elitización urbana), desplazamientos, bélica-destructiva, son algunas de las formas de la violencia.
Definió que la violencia es la forma de obtener algo una vez descartado todas las vías, ya sea la negociación, la regulación, el trabajo, cuando se carece de autoridad o se tiene una autoridad pero que tenga intereses económicos y de clase.
Explicó que siempre que se da una situación de este tipo, hay personas que se ven afectadas, mientras que otras se benefician, lo que también puede generar que se dé un aislamiento social, ante la posibilidad de que de los espacios públicos se vuelvan inseguros.
Agregó que el problema de la violencia no es reciente, sino tiene es resultado de la urbanización e industrialización que viven las sociedades, donde se instaura la idea de un “deseo” por encima de cualquier cosa.
Esto -explica- orilla a los ciudadanos a vivir una especie de frustración por no alcanzarlo, lo que ocasiona que busque otras maneras para tal fin, sea sobrexplotarse laboralmente o recurrir al camino de la ilegalidad.
Sostuvo que es algo normal que se dé en las ciudades, como la de Puebla y otras zonas del país, sobre todo luego de los procesos de urbanización y gentrificación, ya que la forma de convivencia va generando que la gente que llega se encuentre conformas de convivencia ya establecidas, lo que provoca un choque.
“Desde luego, no hay recetas únicas, no se puede reducir a una sola causa, lo que necesitamos son diagnósticos, investigar y estudiar cuales son las situaciones que originan los eventos de violencia para tener una base de donde partir para que pueda atender”, expresó.
Puebla se encuentra en el lugar 12 de violencia hacia las mujeres -sumó- así como de desaparición de personas, por lo que las autoridades tienen que trabajar con la comunidad para la restitución del tejido social y generar mayores espacios de convivencia.
Sin ciudad, no hay ciudadanía
“La pérdida de las áreas públicas frente a la violencia que se acrecienta en las ciudades, debe considerar qué es lo que queremos como colectivo, antes se decía que la calle era de todos, pero ahora que cada vez están más solas se vuelven lugares para que suceda cualquier cosa”, remarcó.
Aguirre Moreno sostuvo que se tiene un ambiente de hostilidad general y creciente, por lo que es necesario que se retomen las festividades y tradiciones que generen convivencias sanas aprovechando el uso del espacio público entre las personas.
El especialista manifestó que se tiene que trabajar como comunidad, con mediadores que enseñen a volver a hacer ciudadanía, pues se dan los casos de que ni siquiera conocen a los vecinos, que por ende razones no conviven aislándose poco a poco.
“Necesitamos diagnósticos, investigar cuáles son las causas que están originando esto, no basta con acciones de política púbica inmediata, debemos cuestionarnos si la idea de poner más policías y equiparlos con más armas es la solución, sino por el contrario explorar posibles respuestas a eventos de este tipo”, enfatizó.
Asimismo, dijo que las personas deben participar en la recuperación del tejido social, lo cual solo se puede dar con la convivencia en los espacios público, mediar con la identidad que se tienen y aprender a vivir con ello con sus elementos culturales y sociales, así saber cómo actuar ante un ambiente hostil.
GGH