#PorSoleares Cambios en el gabinete de @SergioSalomonC derivados del «pacto» entre las fuerzas del Congreso del Estado, «gobernar es pactar; pactar no es ceder».
Por Jesús Manuel Hernández
Hace algunas décadas cuando la CTM era muy poderosa en el país y uno de los pilares del PRI, en Puebla no era menos, Blas Chumacero era el representante de la central y un factor importante en la estabilidad de los grupos de poder en la entidad.
Por su casa pasaban algunos de los aspirantes a algún cargo de elección popular y don Blas tenía una peculiar forma de recibirlos y expresar su apoyo, o negarlo. A la entrada de su casa estaba su biblioteca, su despacho por así decirlo y era ahí donde recibía a quienes pedían su apoyo.
Al final de las reuniones don Blas comentaba con su esposa o sus más allegados algún criterio para definir al aspirante, y ahí pronunciaba a veces la frase “fulano no sabe respetar los acuerdos”. Con eso quedaba dictada la sentencia.
La anécdota viene a la memoria por los recientes nombramientos en el gabinete de Céspedes Peregrina que han provocado el enojo, el malestar o el halago de los grupos.
La puesta en valor de Omar Álvarez ha dejado satisfechos a muchos, quizá la inclusión de Isabel Merlo Talavera no ha tenido el mismo signo de admiración y supone que la palabra del entonces diputado local quedó empeñada con los grupos al interior del Congreso que operaron para hacerlo Gobernador Sustituto.
Los romanos tenían por tradición utilizar el “pactum” para definir sus relaciones y acuerdos. Mas o menos decían “¿qué cosa hay tan conforme a la lealtad humana que respetar los hombres que entre sí pactaron?
De ahí se ha desprendido una buena parte de la práctica de los acuerdos en política. Decía el sociólogo Gustave Le Bon “gobernar es pactar; pactar no es ceder”. La frase podría aplicarse a quienes desde la presunta herencia política del finado gobernador quisieran ver otras decisiones y nombres en el gabinete, Céspedes tiene que ver por su gobierno y por su futuro.
Todos suponemos que para ser gobernador sustituto hubo de pactar, acordar, negociar y eso es lo que estamos viendo, el “pactum” ha sido de palabra, se da entre personas sin un documento de por medio y cae sobre ellos aquella sentencia milenaria “si no cumples con lo pactado ya puedes esconderte en el infierno”.
A muchos ha extrañado la llegada de Isabel Merlo a la Secretaría de Educación, una de las dependencias más complicadas y con requerimientos muy especiales de experiencia política y no solo en el terreno educativo.
A esos mismos les ha extrañado la salida de Silvia Tanús del Ayuntamiento de Puebla, donde representaba un equilibrio de gobierno y su arribo al Congreso del Estado, donde quizá su papel no sea superior a la labor de Jorge Estefan Chidiac, a no ser que el dueño de la franquicia del PRI esté pensando en mudarse de oficinas y dejar el liderazgo en manos de Silvia Tanús, entonces se entendería la estrategia, pues ella realmente podría haber sido ubicada en la SEP y no Merlo Talavera.
De lo contrario quedaría como dice el viejo refrán castellano: “En todo trato, más vale encomendarse a Santo Tomás, que a San Donato” en clara alusión a un dicho popular repetido cuando algo se extraviaba, en este caso el pacto, “San Donato, la picha te ato y si no me la encuentras no te la desato”.
En fin, Céspedes está en clara campaña de conciliar a los grupos de poder y quizá eso es lo que los poblanos estaban esperando.
O por lo menos, así me lo parece.