Por José Ojeda Bustamante
De manera reciente se publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2023, (ENCIG) la cual brinda información de suma utilidad respecto a las experiencias y la percepción de la población con respecto a trámites y servicios públicos proporcionados por los diferentes niveles de gobierno, incluyendo servicios de seguridad pública y justicia.
En esta ocasión, centraremos la mirada en un apartado de suma interés para la vida democrática de nuestro país. Me refiero al apartado en el cual se analiza la confianza de los ciudadanos en las instituciones o actores de la sociedad.
Una obviedad. Los mexicanos tenemos como principal fuente de confianza a los familiares con el 86.7 %, seguido de una institución que en el caso de Puebla y México resulta fundamental en tanto el elemento de que otorga: las universidades públicas con el 82.7%.
El tercer lugar lo ocupa una institución también de carácter educativo. Nos referimos a las escuelas de nivel básico: 79.8%.
De llamar la atención, sin embargo, resulta el alto nivel de confianza que tiene actualmente en el imaginario colectivo, el ejército y la marina, (73.5 %) lo cual, a manera de hipótesis deja entrever un ejercicio de comunicación estratégica deliberado, ordenado y planeado para mejorar su imagen ante la ciudadanía mexicana.
¿Es esto así? Volvamos a la misma ENCIG, pero para el año 2017. Un año previo a la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador y cuando aún no vislumbrábamos el preponderante papel que el presidente daría, en su facultad de comandante supremo, a las fuerzas armadas del país.
Eran momentos difíciles para el Ejército y la Marina, después de poco más de una década con la estrategia frontal de ataque al Narcotráfico.
En ese entonces, ambas instituciones se encontraban en el séptimo lugar en el nivel de percepción de confianza entre los ciudadanos, con un 62.2 %, 1 punto porcentual por encima de las Instituciones religiosas, pero por debajo de hospitales públicos, compañeros de trabajo, vecinos, escuelas de nivel básico, universidades públicas y familia.
Sin embargo, a la vuelta de 6 años de gobierno, el Ejercito y la Marina pasó de ocupar el séptimo lugar en el nivel de confianza percibida por parte de los ciudadanos, a ocupar un decoroso cuarto lugar, dejando atrás a instituciones que otrora gozaban de mayor credibilidad, como hospitales públicos, vecinos y compañeros de trabajo.
Sólo para hacer más llamativo esto ¿en qué lugar se imagina el lector que se encuentra la iglesia respecto al 2017? Del octavo lugar, la iglesia, hoy se encuentra en el lugar número 12.
¿Es todo esto casualidad? No lo creo. Pero esto, es material para analizar en otra ocasión desde las antípodas.
Por lo pronto, la hipótesis sigue en el aire, pero los resultados de la ENCIG 2023, parecen darnos ya una respuesta.
Verde olivo a la vista.