Por Fernando Manzanilla Prieto
Ya estamos en la Semana Santa, una época de reflexión e introspección para muchas personas, pero también es una temporada en la que muchos otros aprovechan el receso escolar y los días de asueto, que tienen en algunos trabajos, para tomarse unos días libres y disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Por el clima tan caluroso de la recién llegada primavera, muchas familias priorizan el ir a un destino de playa, sin embargo, es una realidad que no todos pueden hacer un viaje de este tipo por los gastos que representa, problemas de movilidad, falta de tiempo para realizarlo, exceso de afluencia de turistas o simplemente por practicidad.
En este sentido es que nuestra histórica ciudad de Puebla se erige como uno de los mejores destinos turísticos, tanto para propios como extraños. Con sus majestuosas iglesias, calles empedradas y una gastronomía única, la capital poblana ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable.
Sin embargo, más allá de los puntos turísticos habituales, esta temporada representa una oportunidad especial para las familias de explorar y conocer más de los sitios que componen la ciudad.
Los barrios de Puebla y las juntas auxiliares son más que simples vecindarios; son tesoros vivientes de historia, tradición y comunidad. Cada uno tiene su propio carácter distintivo y ofrece una ventana a la vida cotidiana de los poblanos. Durante la Semana Santa, cuando muchos turistas se centran en los destinos más conocidos, estos lugares ofrecen una experiencia auténtica y enriquecedora para aquellos que desean sumergirse en la verdadera esencia de la Angelópolis.
Una de las razones por las que es el momento perfecto para explorar los barrios y juntas auxiliares es la atmósfera única que se vive durante esta época del año. Las festividades religiosas llenan las calles con procesiones, música y celebraciones, brindando a los visitantes la oportunidad de participar en las tradiciones locales y presenciar la devoción de la comunidad. Desde el Barrio del Artista hasta el Barrio de Xanenetla, así como las diferentes juntas auxiliares, cada rincón de la ciudad cobra vida con una energía especial.
Una de las actividades ineludibles es la procesión de Viernes Santo, cuya 28ª edición se realizará este año, aunque se sabe que tiene una amplia historia que data de tiempos coloniales. En su organización participan casi tres mil fieles, ya que atrae a más de 150 mil personas.
Además de la atmósfera festiva, explorar los barrios y juntas auxiliares permite a las familias locales y foráneas, descubrir joyas ocultas y secretos bien guardados. Calles pintorescas, murales coloridos y pequeñas plazas cobran vida cuando se recorren a pie, permitiendo a los visitantes apreciar la artesanía local y la creatividad que define a cada barrio. Ya sea disfrutando de unas tradicionales chalupas en el Barrio de Analco o admirando la arquitectura colonial en el Barrio de la Luz, cada momento ofrece una nueva oportunidad para explorar y aprender.
Incluso, ésta puede ser una experiencia educativa para toda la familia. Los niños pueden aprender sobre la historia de Puebla mientras recorren sus calles, descubriendo monumentos históricos y escuchando las historias transmitidas de generación en generación. También pueden participar en actividades culturales organizadas por la comunidad, como talleres de arte o danza, que ofrecen una perspectiva única sobre la vida en los barrios y juntas auxiliares de la ciudad.
Al respecto, los visitantes tienen a su alcance la opción de acudir el Jueves Santo a la representación en vivo del viacrucis que se realiza desde hace décadas en Pueblo Nuevo, ubicado en la junta auxiliar de Ignacio Romero Vargas y en la que participan más de 500 actores locales.
No podemos pasar por alto que explorar de esta manera Puebla es una forma de apoyar a la economía local y promover el desarrollo sostenible del turismo. Al optar por visitar rincones menos conocidos en lugar de los destinos turísticos más populares, las familias contribuyen directamente a la prosperidad de las comunidades locales, ayudando a preservar su patrimonio cultural y fomentando un turismo más responsable y auténtico.
Así que ya saben, si no salen de la ciudad o van a recibir visitas, no duden en explorar estos lugares, así como la gran variedad que nos ofrece un lugar tan barroco y bello como Puebla. ¡A disfrutar esta Semana Santa en los barrios y juntas auxiliares!