Por Dr. Fidencio Aguilar Víquez
A mis difuntos:
Mis papás, mi hermano Zeferino,
mis ancestros y mis amigos.
Sobre el huracán Otis, que golpeó la zona de Acapulco, se ha dicho ya mucho; lo más relevante es la gente que sufre sed, hambre y la pérdida de sus bienes, trabajo y familiares (fallecidos). Los cálculos iniciales para la reconstrucción rondan los 270 mil millones de pesos (15 mil millones de dólares) [1]. El presupuesto de Puebla de este año ha sido de 119 mil millones de pesos [2]. El de Guerrero, 76 mil millones de pesos [3]. Se requiere tres veces y medio lo que gastará este año el gobierno guerrerense (en todo el estado) para que Acapulco y la zona afectada vuelvan a estar en condiciones previas al 24 de octubre.
La danza de las cifras nos da una idea de la gran necesidad de los habitantes de Acapulco y los municipios circundantes afectados. Y de la magnitud de los recursos que los gobiernos federal y local requieren para dejar la situación como estaba antes del fenómeno meteorológico. Los 14 mil millones que, según dijeron algunos promotores del obradorato, aún quedan en el FONDEN, serán insuficientes para la magnitud de la tarea. “Pilar”, otro meteoro, se acerca a Chiapas. Ese recurso mencionado, a todas luces, será insuficiente.
Con lo anterior, ya va un solo dato de que el gobierno de López Obrador no previó la serie de fenómenos naturales que suelen darse a lo largo del tiempo, o sabiéndolo, descobijó presupuestariamente tales rubros con otros propósitos. Si a lo anterior se suman las diversas observaciones que la opinión pública ha ventilado respecto al caso -sobre todo el costo de vidas humanas, pérdidas materiales y falta de agua potable y alimentos que pudo evitarse o paliarse-, estamos ante un riesgo enorme de deslegitimación del régimen cuatroteísta.
Me explico. Hay dos formas de legitimidad que posee cualquier régimen: 1) La forma de acceder al poder; 2) La forma de ejercer el poder. Además de lo anterior, toda institución, y la Presidencia de la República también es una, tiene al menos tres elementos indispensables para sostenerse en una sociedad: a) Legitimación; b) Cumplimiento del orden jurídico-legal; c) Funcionalidad operativo-administrativa. Estas dos consideraciones son relevantes para analizar lo que puede ocurrir, tomando en cuenta los procesos electorales en puerta.
En cuanto a la legitimidad de origen, señalada en el punto 1, habría que apuntar lo siguiente: En cuanto al acceso al poder, López Obrador tuvo una legitimidad de origen indiscutible -como en su momento y circunstancias la tuvo Fox-, cosa que no tuvo, por ejemplo, Salinas de Gortari. Sin embargo, los más de 30 millones de votos que tuvo Obrador en 2018, su coalición los redujo a 21 millones en 2021. Fueron elecciones distintas, desde luego, pero la marca prácticamente fue la misma, máxime que el Presidente promovió a su coalición fuertemente. La oposición coaligada alcanzó los 19.4 millones y el MC 3.4 millones de votos. En total, 22.8 millones de votantes no lo hicieron por el oficialismo en 2021.
Como dijera Víctor Reynoso en su artículo de esta semana en e-consulta, no sólo los electores, sino la opinión pública misma mira más el acceso al poder que el ejercicio de éste. Por eso está más distraída con los aspirantes a precandidatos que con los temas del ejercicio gubernamental. Lo primero es lo que parece prevalecer en la mira del Presidente de la República, fijado más en las encuestas que en las necesidades de la gente en Acapulco.
Empero, la legitimidad se da también -y sobre todo- en el ejercicio del poder. Y aquí es donde las secuelas de Otis pueden hacer ver a la sociedad mexicana en general y a los electores en particular que un gobierno -cualquiera que éste sea- se legitima mejor con sus acciones en favor del pueblo. El hecho de que el gobierno federal haya reaccionado tarde, a toro pasado, y sin resolver sustancialmente el problema lo deja mal parado de entrada. Sobre todo, cuando se ha mostrado que, en efecto, pudo haber alertado para que la gente se protegiera.
Del gobierno local, como varios analistas lo han dicho ya, lo que puede apuntarse es que estuvo enteramente ausente. Pero vamos a suponer que el oficialismo -encabezado por el Presidente de la República- se haya determinado a resolver el problema, ¿con qué recursos, con qué elementos lo hará? ¿Con los 14 mil millones que dice Hacienda que tiene para tal efecto? [4] Todavía más, como lo ordenó López Obrador, ¿obligando a que cualquier ayuda la reciban las Fuerzas Armadas y sólo ellas la distribuyan? Es decir, ¿cerrándose a la sociedad mexicana que quiere ayudar? Son decisiones que deslegitiman el ejercicio del poder.
Lo peor, me parece, es que el discurso presidencial comienza a parecerse más al fenómeno del ladrón de la plaza del pueblo; para disfrazar sus tropelías, grita a voz en cuello: “¡Al ladrón, al ladrón!” Y señala con su brazo extendido para que la gente vea hacia donde supuestamente ha corrido el ladrón, mientras con la mano de su otro brazo esconde la cartera hurtada. Luego, ufano, podrá decir con todo garbo: “Yo veo mucho optimismo en el pueblo de México, diría que la gente está contenta, feliz, hay buen humor en la mayoría del pueblo.” [5]
Las aspirantes presidenciales han mostrado su solidaridad con los acapulqueños y los afectados por Otis. Una, señalando que el Presidente ha actuado correctamente y de acuerdo con los protocolos. Otra, poniéndose a disposición del gobierno federal y señalando estrategias de reconstrucción. Habrá que analizar sus acciones en lo concreto. Lo relevante es que, en estas horas difíciles para las personas de carne y hueso que sufrieron los golpes del huracán, reciban toda la ayuda que podamos brindarles. La sociedad civil, más allá del Estado y del mercado, es la que verdaderamente ayuda en la reconstrucción social.
Referencias
[1] I. Cota, “Las pérdidas económicas por ‘Otis’ en Guerrero rondan los 15.000 millones de dólares”, El País, 26/oct/2023
[2] Gobierno del Estado de Puebla, Ley de Egresos del Estado de Puebla, para el Ejercicio Fiscal 2023, art. 5.
[3] Decreto número 424 del presupuesto de egresos del Estado de Guerrero para el ejercicio fiscal 2023, Periódico oficial del Gobierno del Estado de Guerrero, 27/dic/2022, p. 7.
[4] E. Castillo Jiménez, “La Secretaría de Hacienda anuncia que tiene más de 14.000 millones de pesos disponibles para la emergencia en Acapulco”, El País, 26/oct/2023
[5] AMLO, Conferencia matutina, 20/oct/2023