Hay más malas noticias en el futuro de Eduardo Rivera y no es un tema de clarividencia, es un tema de comprobación de cuentas.
Por Itandehui Rodríguez Martínez
@Itandehui_RoMa
¡Ay, pero qué calamidad! No debe ser nada sencillo ver cómo se le van los aliados a Morena, aunque tampoco está haciendo mucho por retenerlos. Debe ser muy complicado saber que la diferencia que lo separa en las preferencias electorales se amplía y se amplía y que Alejandro Armenta va en caballo de hacienda. Pero aquí no acaba el problema, vienen más malas noticias para Eduardo Rivera.
Así como lo leen, vienen más malas noticias para el exalcalde.
¿Cómo?
Pues sí, es que no le salen las cuentas.
¿Cuándo?
En marzo.
¿Dónde?
En su casa, bueno, la que fue su casa hasta hace unas semanas, en el Salón de Cabildos del Palacio Municipal, para ser exactos.
Ahí es dónde no le van a salir las cuentas.
¿Por qué?
Les explico, en marzo se votarán las cuentas públicas del ejercicio 2023. Pero, ¿cuál es el problema?
Pues el problema es que varios regidores están enojados con él por los acuerdos que generó para ceder distritos al PRI, PRD y PSI. Porque aún sabiendo que ellos estaban haciendo trabajo en tierra y dónde, entregó esos distritos a los aliados.
Cuando inviertes tiempo, dinero y esfuerzo y quién se supone, debe considerar eso para negociar con sus aliados, no lo hace, cualquiera se enoja.
Pero volvamos a las cuentas.
La aprobación de las cuentas públicas requiere de la votación a favor de dos terceras partes del Cabildo.
Con seguridad los regidores de oposición votarán en contra, así que necesitan solo de dos de los regidores de Acción Nacional, PRD o PRI para que no pasen las dichosas cuentas.
El problema es que no son solo dos los regidores molestos con el expresidente municipal, son cinco cuando menos, aunque podrían ser seis. Una o uno, por cierto, pertenece al Yunque.
El escándalo podría ser MAYÚSCULO si no se ponen a operar a la brevedad.
Y es que las cosas no andan bien, ya que hay muchas, muchas observaciones.
Uno de los presupuestos para el que se votó la mayor ampliación presupuestal está observado, nada más y nada menos que por la Auditoría Superior de la Federación.
Seguramente Ustedes dirán que las observaciones de la ASF son el pan nuestro de cada día, el problema es que no es una, ni dos observaciones, ni tres, ¡es todo el presupuesto del ejercicio anterior!
¿Es grave? ¡No! ¡Es gravísimo! Esto podría traer repercuciones hasta penales para algunos de los involucrados.
El reloj juega en contra y la falta de cumplimiento de los acuerdos, peor.
Es así como se avecinan más malas noticias para Eduardo Rivera.