Como siempre, ya saben, esto es lo que dicen los que dicen que saben…
Por Itandehui Rodríguez / Monólogos de Ménade
Es necesario que me lean y que escuchen la voz del espejo de Lord Farquaad en Shrek, el que presenta a las princesas, porque ahora así vamos a presentar “la mano” en el juego de Eduardo Rivera para la elección del PAN Estatal, ¿listos?
El primero, es un “joven” experimentado pero que eligió empezar a guardar cadáveres en el clóset. Como el que ya está ahí paradito, esperando a salir, por tener a acosadores entre su equipo cercano, ¿su nombre? Adán Domínguez, presidente municipal suplente.
Su posición es políticamente endeble pues, de presidir un partido de la oposición con cuentas públicas pendientes, podría convertirse en ariete del sistema y no contrapeso. Pero, ¿qué más da? Si hoy la mayoría de dirigentes lo son.
Deberías leer: El dolor de la caída.
El segundo, otro “joven” también experimentado, que de haber cumplido con la tarea que le tocaba, el resultado electoral habría sido muy diferente, se trata de Paco Mota. De familia panista y con muchos años de militancia en el PAN, diputado por Amozoc y porque fue suplente de Mario Rincón.
El tercero, ese sí es joven, pero… bueno, mejor ustedes juzguen… Carlos Blanco, asistente de Eduardo Rivera y que antes fue el más ‘marthaerikista’ de los ‘marthaerikistas’ y… pues… ya.
Y que conste que no estoy en contra del relevo generacional, pero, ¿es neta?
El cuarto, se trata de alguien a quien Eduaro Rivera no había considerado pero acabó dándole permiso. Sí, aunque no lo crean, nuestro personaje fue a pedirle permiso, ¿su nombre? Felipe Velázquez.
¿Ustedes pidieron permiso para casarse? Espero que no. ¿Piden permiso para hacer algún negocio? Yo creo que no. ¿Piden permiso para tener aspiraciones? Ojalá que no. Pero Felipe, sí pidió permiso.
Y me dirán, una mano se compone de cinco cartas, ¡cierto! Pero la quinta “se nos cayó del pedestal” con un videoescándalo operado desde adentro. Decía mi bisabuelo que hay que ser cochino, pero no trompudo y se pasaron de trompudos… pero así son, así son.
Todos hombres, ninguno rey, solo hombres que garantizan el acceso a las prerrogativas.
¿Alguno de los cuatro puede ganar? Probablemente, porque Eduardo Rivera va a meter la mano y va a decidir quién será el candidato de su equipo. Por su parte, los que lo componen, operarán en función de la orden del líder y puede ser que los números les den.
¿La gestión de alguno sería mejor que la de Augusta Díaz de Rivera? Indudablemente no.
¿Hay más que agregar? Pues… no. Ni para eso da la cuarteta, perdón, la quinteta, pero es que se nos cayó uno del pedestal… En fin.
Hasta mañana.
P.D. Guardar cadáveres en el clóset sale caro, presidente, es mejor soltarlos y sacarlos de casa, antes de que se pudran. En una sociedad cada vez más deconstruída, los acosadores y violentadores no caben.