Los Periodistas

Opinión | El gasolinagate del Charly Hall, la telenovela de moda

MONÓLOGOS DE MÉNADE

Si creían que las cosas se iban a arreglar con un comunicado, acabaron peor, ¿qué gobierno ahorra en gasolina sin afectar a los gobernados?

@Itandehui_RoMa

Vamos por partes, en este monólogo hablaremos del escándalo del pago de costumbre por parte del Ayuntamiento de Puebla. Lo denominaremos el “gasolinagate del Charly Hall“, porque es más rápido y más jocoso y porque me gustó.

Luego aclaremos por qué esta es nada más y nada menos la telenovela de moda.

Pues luego de que Capital diera a conocer el monto erogado por el Ayuntamiento por concepto de gasolina, el tema se hizo viral. Las cosas se salieron de control, como en cualquier telenovela en la que se descubre la infidelidad de uno de los protagonistas.

El tema llegó hasta el podcast Radio de Hacha conducido por Jorge Roberto Avilés Vázquez, mejor conocido como Callo de Hacha. Comenzaré por decir que el influencer utilizó una serie de adjetivos bastante subidos de tono, por decir lo menos.

Creo que quién tiene la necesidad de insultar es porque carece de la capacidad de ironizar o satirizar.

Volviendo al punto, Callo de Hacha comparó al presidente municipal de Puebla con una rata comiendo queso, haciendo referencia a la manera en la que se está ejerciendo el recurso público en esta ciudad.

El video en X suma ya más de 150 mil reproducciones entre las cuentas que han compartido el material, no solo la de Avilés.

Ahora, vamos a desmenuzar la pregunta que les hice con relación al ahorro de combustible:

¿Qué gobierno ahorra en gasolina sin afectar a los gobernados?

Como diría el filósofo Vladimir Montalvo, hagamos un supongando sobre el gasolinagate… Supongamos que ahora sí están destinando el 100% de los vales para el patrullaje de la Ciudad de Puebla, porque vamos a usar el ejemplo de las patrullas. Pues la telenovela se enredó con el comunicado emitido por Ricardo Gutiérrez, titular de Comunicación Social del Ayuntamiento.

A decir del funcionario, el gasto mensual en gasolina no se elevó, y no, no hay gasolinagate. Lo que Ricardo nos comunica es que el gasto en combustibles reportado por Capital cubrió las necesidades de la segunda quincena de octubre, de las dos de noviembre y de las de diciembre.

Esto me hace mucho sentido porque si revisan el registro de los proveedores del Ayuntamiento es hasta noviembre que aparece la empresa Sinergia De Energéticos SA de CV, persona moral que le vende a gobiernos como el de Hidalgo, Ciudad de México, Tlaxcala y hasta al Poder Judicial. En octubre y septiembre no hay registro de alguna empresa relacionada con la venta de hidrocarburos.

Además es necesario tomar en cosideración la falta de aseo en el manejo de los recursos y los pagos a proveedores en la administración de Rivera/Domínguez. Me parece perfectamente lógico que “se les hubieran juntado los pagos”. El verdadero problema es que ahora, además, presumen un ahorro. Un nuevo capítulo para el gasolinagate.

Es bien sabido que el negocio de la gasolina en los gobiernos se lleva a cabo de la siguiente manera:

Primero, se establece la cantidad de combustible que va a gastar cada vehículo, seguimos hablando de patrullas para que el ejemplo sea claro.

Después se estipula el monto de los vales que va a recibir cada patrullero responsable de un vehículo y se le entrega, en el mejor de los casos el 25% del monto asignado en vales. Esto significa que la o el policía responsable de la unidad y su compañera o compañero deberán cargar el 75% restante con recursos salidos de sus carteras.

Después, los agentes, deben comprobar con fotografías los registros de sus odómetros para justificar que recorrieron los kilómetros acordados y que se erogó el 100% del monto asignado por vehículo.

Luego ocurre un milagro y los vales restantes desaparecen.

Este es un secreto a voces. Una práctica común de la mayoría de los gobiernos, sino es que de todos, sin importar de qué color o sabor son.

El ahorro, asumiendo esta fuera una administración en la que no se registra el desvío de recursos relacionados con los combustibles como les expliqué, implica que los vehículos que componen el parque vehicular del Ayuntamiento de Puebla, rodaron menos.

O sea, que a pesar de las fiestas decembrinas, a pesar de que se produjo más basura, que hubo más gente con dinero en las calles, que hubo un incremento en las personas que visitaron esta ciudad y que todo esto hubiera requerido que los vehículos oficiales recorrieran más y más lento las calles de esta Ciudad Capital, en realidad no lo hicieron.

Porque, ¿alguien sabe si ya se renovó el parque vehicular y que el buen estado de los nuevos motores justificarían el ahorro en combustible?

¿Es que no nos han avisado, pero ahora hay un montón de vehículos híbridos y eso implicó un ahorro en la compra de hidrocarburos?

O la peor… ¡Ya nos cargó el carajo, Puebla es el Armaggedón, buena parte de la población se fue al infierno y hay menos gente a la que atender!

Este gasolinagate da para muchas realidades alternas.

Si descartamos las variables anteriores, entonces, ¿qué es lo que debemos asumir?

¿Que esta administración está “robando menos”?

¿Que si antes le daban el 25% de los vales a los policías, ahora solo les dan el 15%?

¿Es que los funcionarios con vehículos oficales redujeron su carga de trabajo para recorrer menos veces la ciudad?

¿Dieron vehículos de baja y no nos han avisado? ¿Dónde están las chatarras?

Por si fuera poco, emitir este comunicado solo les tomó dos días… ¡DOS DÍAS!

Esto nos recuerda que dejar pasar el tiempo para “decir una verdad”, solo la hace más cuestionable.

Yo no dudo ni un momento que el gasto de combustible es de dos meses y medio, pero ¿por qué esperaron tanto para responder? ¡Deberían ponerse en los zapatos de Adán Domínguez! Así se generó la narrativa del hoyo financiero.

Otro caso digno de estudio es el del regidor Samuel Hernández, un fracaso del manejo de crisis.

El regidor, además de hacer turismo político de dudosa justificación, ahora se convirtió en un funcionario que ejerció violencia política en contra de una de sus compañeras.

Parece que no escuchó a Claudia Sheinbaum hablando del caso de Mr. Doctor:

“¡A las mujeres se les respeta, igual que al pueblo mexicano se le respeta, igual que a México se le respeta!”

Entre más habla, más se mete en problemas, ¡mejor quítenle el micrófono! O déjenselo y conviértanlo en caja china, puede que se nos olvide el gasolinagate.

Si quieren enterarse de ese chisme, pásenle por aquí:

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