Por Fernando Manzanilla Prieto
En Puebla, como en muchas otras ciudades, el deporte y la actividad física son elementos fundamentales para promover un estilo de vida saludable y activo en la población. Sin embargo, para que estas prácticas sean accesibles y efectivas, es crucial contar con espacios deportivos adecuados y con buen mantenimiento.
Y es que, al igual que en otras localidades, los espacios deportivos en la ciudad han enfrentado desafíos significativos en términos de mantenimiento y calidad. Muchos de estos han sufrido un deterioro gradual debido a la falta de inversión y atención por parte de las autoridades locales.
Como resultado de ello, muchas de las instalaciones deportivas existentes presentan deficiencias en infraestructura, seguridad y accesibilidad, lo que limita su capacidad para satisfacer las necesidades de la comunidad.
Es por ello que la recuperación y mejora de los espacios deportivos son esenciales por varias razones. En primer lugar, estos proporcionan un entorno adecuado y seguro para la práctica de actividades físicas y deportivas, lo que contribuye a mejorar la salud y el bienestar de la población.
Las instalaciones deportivas no son solo lugares donde se practican actividades físicas; son espacios que tienen un impacto significativo en el bienestar integral de las personas. Al invertir en estas instalaciones, no solo se promueve el ejercicio físico, sino que también se fomenta la salud mental, se fortalece la comunidad y se mejora la calidad de vida en general.
Al tener acceso a instalaciones deportivas bien equipadas y seguras, las personas pueden participar en actividades que mejoran su resistencia, fuerza, flexibilidad y salud cardiovascular. Esto, a su vez, reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, y contribuye a una vida más larga y saludable.
Además, la recuperación de los espacios deportivos tiene un impacto positivo en la comunidad en su conjunto, ya que no solo sirven como lugares para la práctica deportiva, sino también como centros de reunión y actividades sociales. Al revitalizarlos, se promueve la cohesión social y se fortalece el sentido de pertenencia de los habitantes de las y los poblanos a la comunidad.
Otro aspecto importante es el potencial económico de la recuperación de estos lugares, ya que la mejora de estas instalaciones puede atraer turistas y visitantes interesados en participar en eventos deportivos y actividades recreativas. Además, la creación de empleos relacionados con la construcción y el mantenimiento de estos espacios puede generar beneficios económicos a largo plazo para la ciudad.
Es por ello que, es necesario un enfoque integral que involucre a diversas partes interesadas, incluidas las autoridades locales, la sociedad civil y el sector privado, además del diseño de programas de actividades deportivas y recreativas accesibles para personas de todas las edades y habilidades.
Asimismo, se requiere la promoción de la participación comunitaria en la planificación y gestión de espacios deportivos, además del fomento de alianzas público-privadas para financiar proyectos de mejora, así como la implementación de políticas y regulaciones que promuevan el uso sostenible y responsable de los espacios deportivos.
Definitivamente, es hora de apostar por el deporte y la actividad física en Puebla y trabajar en conjunto para crear un entorno que promueva la salud y el bienestar de todas y todos los poblanos.