#PorSoleares Ante un escenario de confrontaciones al interior de Morena, algunos voltean a ver a Rodrigo Abdala, como alternativa de los fundadores del movimiento, paseado por el gobernador Céspedes
Por Jesús Manuel Hernández
Una revisión a vuelo de pájaro de las comunicaciones “estratégicas” de los aspirantes a suceder a Sergio Céspedes en Puebla, dejan entrever como si en el escenario hubiera un “gran titiritero” ordenando, jalando los hilos, haciendo que cada uno de los títeres, de los muñecos, saludara, volteara, se incline o se siente al unísono.
Y es que abundan las felicitaciones de cumpleaños, las recomendaciones de tamales, mercados, sitios turísticos, recorridos, etcétera, como si se tratara de una campaña de promoción para visitar Puebla y dirigida a los “poblanos” que no conocen su Estado, o peor aún “su ciudad”.
Los estrategas de comunicación están transmitiendo un común denominador: “desconocen al electorado”.
Por otra parte, al interior de Morena se tensan las discusiones sobre los perfiles que favorecerían al proyecto original y se pone sobre la mesa el tema de preguntar ¿a qué huelen los aspirantes? Y la respuesta es unánime, huelen al viejo PRI, sus raíces, sus amigos, sus cuadros, sus relaciones son más amplias, profundas y comprometedoras con el tricolor que con Morena.
Basta ver las fotografías, los nombres de quienes se vienen sumando a las precampañas de MoreNacho o de ArmentaLitio. Currículums ya conocidos, plenamente identificados con los grupos de poder del pasado, ahí se están fundamentando sus avances, no en la suma de los electores sin padrino o sin cargos en el pasado.
Las críticas se suman y aparecen sobre la mesa de la dirigencia nacional, peor aún, en la mesa del Presidente en Palacio Nacional.
¿Quién o quiénes han sido los portadores de esas informaciones? Quizá las corcholatas presidenciales hayan sido el camino. Las visitas de Claudia, Adán o Marcelo han servido entre otras cosas para percibir, identificar a los grupos del pasado que ven en el futuro de mediano plazo la oportunidad de “sobrevivir”, de trascender a la Cuarta Transformación.
Visto así el escenario, algunas voces han pedido ver a otra parte, algunos sugieren que Puebla debe ser para una mujer y voltean a ver a Claudia Rivera Vivanco, y otros voltean a ver a uno de los fundadores de Morena en Puebla, conocido y querido por el inquilino de Palacio y curiosamente invitado constante a las giras del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
¿Será acaso que el delegado de Programas para el Bienestar, Rodrigo Abdala, está siendo incluido, considerado en los pronósticos nacionales y locales?
No es tan difícil adivinar el escenario inmediato, en la medida en que los aspirantes más conocidos Nacho y Alejandro ven la recta final, más duros y destructivos son los golpeteos; Mario Delgado ya lo advirtió, ya les pidió hace unas semanas “no dar golpes bajos”.
Y entonces es que los expertos en las alturas sugieren ir tomando en cuenta a Rodrigo Abdala, pasearlo, presentarlo, y qué mejor que con los programas del Presidente, del Bienestar, y de la mano del gobernador.
Tan sólo verlo en las giras oficiales hace pensar que la decisión no está tomada en favor de nadie.
Por otra parte. Este reportero presenta su solidaridad con Alejandro Mondragón ante los ataques sufridos a su patrimonio en un claro atentado a la libertad de expresión.
Y como dijera El Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre, por la libertad así como por la honra se puede y se debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venirle a los hombres”.
O por lo menos, así me lo parece.