ABC BIENESTAR
La onicofagia es el hábito de comerse, normalmente de forma compulsiva, las uñas de las manos. Esta “manía” que tienen muchas personas puede llegar a provocar múltiples lesiones físicas como problemas en los dientes, deformación de la cutícula, formación de verrugas, infecciones, afectación por hongos o bacterias e incluso la elevación de los bordes laterales de los dedos. En los casos más graves, puede llegar a ocurrir, que la persona que tiene este mal hábito pueda llegar a perder la uña.
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La onicofagia es uno de los hábitos más extendidos en la sociedad. Normalmente aparece en la niñez y adolescencia y suele desaparecer en la edad adulta.about:blankjavascript:falsePUBLICIDAD
De hecho, muchos niños empiezan a comerse las uñas por imitación de una persona de su entorno que tiene influencia en ellos y que lo hace.
Las personas que padecen este hábito se muerden las uñas de manera obsesiva y de forma inconsciente e incontrolada. Además, todas las personas que se “comen las uñas de manera compulsiva” reconocen que es algo que no pueden controlar.
La onicofagia, este término que, seguro que no habías escuchado hasta ahora, tiene su origen en la psicología. La Asociación Americana de Psiquiatría la incluye dentro de los trastornos de tipo obsesivo compulsivo, que están relacionados con una elevada ansiedad en la persona afectada y, que no sabe gestionarla.
Muchas de las personas que van dejando de morderse las uñas en la adolescencia van cogiendo otros hábitos como morder la tapa del boli, fumar, mover el pelo, etc.
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Causas de la onicofagia
1. Buscar la calma. Hay personas que se comen las uñas para calmarse en momentos en los que están ansiosos, nerviosos o angustiados.
2. Relajación en un momento de estrés puntual: examen, una entrevista de trabajo, etc.
3. Cuando una persona se encuentra en un estado obsesivo, se muerde las uñas para rebajar su ansiedad.
4. Un reducto de paz ante cambios radicales en la vida de una persona. Morderse las uñas puede ayudar a manejar mejor a esa persona un divorcio, una muerte, etc.
5. La onicofagia también puede ser el resultado de una persona que padece una frustración, rabia, baja autoestima, timidez y que tienen tendencia a preocuparse y a buscar la perfección.
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Síntomas
Una persona que padece onicofagia, se muerde las uñas de manera constante e incontroladamente y, en muchos casos, no son conscientes de que lo están haciendo.
La persona que se come las uñas puede ser consciente de ello en cuanto intenta ocultar siempre las manos a los demás porque, muchas veces, sienten vergüenza de sus uñas.
Así que la onicofagia puede tener tres niveles de afectación en la persona: físico, por la sangre y el daño que se puede hacer en los dedos; a nivel emocional, por ser conscientes de que es algo que no pueden controlar y, por último, a nivel emocional, porque verte mal las uñas y los dedos puede afectar a su autoestima.
Las personas que se hayan comido las uñas y han sido conscientes de su problema seguro que han intentado de todo como ponerse esmaltes con un sabor fuerte y desagradable; dejarse las uñas cortas o masticar chicle para no meterse los dedos en la boca.
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Sin embargo, los especialistas insisten en que para buscar una solución real a la onicofagia hay que ver en qué situaciones la persona se muerde las uñas. Una vez que se es consciente de ello, convendría: reducir la activación emocional, mediante técnicas de relajación; crear hábitos más saludables y aprender a entender y gestionar las emociones que provocan ese hábito.
Fuente: https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/abci-onicofagia-202211211248_noticia.html