Por Dr. Carlos Figueroa Ibarra
El gran ganador de la contienda electoral intermedia del 6 de junio han sido Morena y la 4T. Le ganaron a las derechas neoliberal y filofascista, la apuesta que hicieron de hacer de la pandemia y la recesión económica que ocasionó una ventana de oportunidades para destrozar la aplastante mayoría con la que ganó en 2018.
En el cronograma de la derecha neoliberal para defenestrar a Andrés Manuel López Obrador se encuentran varias batallas: 1. Aprovechar la crisis provocada por la pandemia para ganar la batalla de la opinión pública a través de la guerra mediática. 2. Ganar la batalla en el seno de la Suprema Corte de Justicia para frenar legalmente las reformas y leyes progresistas. 3. Lograr la mayoría en 2021 en la Cámara de Diputados. 4. Una vez desgastado el presidente, usar el referendo revocatorio de 2022 para defenestrarlo. Lo sucedido ayer revela que no triunfaron en la batalla mediática y por tanto no ganaron la batalla electoral de 2021. Quedan pendientes las batallas por el poder judicial y el referendo de 2022 y además persistir en la guerra mediática.
El gran desafío de las elecciones del 6 de junio era la de mantener la mayoría simple en la Cámara de Diputados. Ese desafío lo ganaron Morena y sus aliados. Morena ganó en 182 de los 300 distritos electorales federales (61%). Los resultados preliminares presentados por el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) indican que Morena y sus aliados podrían tener entre 265 y 292 diputados. Si el Partido Encuentro Social refrenda su registro obteniendo 3% de los votos podría contar con 6 diputaciones más. En la contienda por las 15 gubernaturas, Morena y sus aliados podrían haber ganado 10-11 de ellas derrotando al PRI y al PAN con lo cual se acercarían a tener casi la mitad de los/as gobernadores del país.
Pero los partidos de la 4T no obtuvieron la mayoría calificada en la Cámara de Diputados (333 de 500 diputados). La derecha logró uno de sus objetivos cual fue la contención de la mayoría oficialista. No podrá frenar a la 4T en el manejo del presupuesto pues ésta tiene la mayoría simple, pero podrá frenarla en materia de reformas constitucionales porque no logró la mayoría calificada. También logró una victoria significativa: derrotó a Morena y a sus aliados en 10 de las 16 alcaldías que constituyen a la ciudad de México. Eso último no es menor, pues la Ciudad de México tiene décadas de ser el bastión progresista en México.
La jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum, sufre un tropiezo fuerte en sus pretensiones presidenciales para el 2024. No cabe duda que haber enfrentado el epicentro de la pandemia en 2020 y la tragedia del Metro que costó la vida a 26 personas debe haberla afectado. También el descontento y división generados en un sector significativo de las bases de Morena por la opacidad, parcialidad, nepotismo y compadrazgos con las que actuó la Comisión Nacional de Elecciones de Morena al designar candidaturas,
Lo sucedido en Puebla, también es un escenario de luces y sombras. Morena obtuvo al menos16 diputaciones locales de 26 y hasta el momento de escribir estas líneas, se mantenía peleando otras cuatro. Para el gobernador Barbosa estos datos no son suficientes, pues tendrá que examinar si lo/as triunfadores de Morena son afectos a él o al grupo encabezado por la presidente municipal con licencia, Claudia Rivera. Derrota significativa para Morena y sus aliados es la de ésta última en la contienda por la municipalidad capitalina. Esta derrota es dolorosa pues la diferencia con el contendiente de la derecha, Eduardo Rivera Pérez, es de más de 20 puntos. Claudia ve truncada la posibilidad de ser la gobernadora de Puebla en 2024.
Varios hechos podrían explicar esta derrota. En primer lugar, una gestión que fue valorada negativamente por el electorado. Luego una guerra mediática que puede medirse con alguna exactitud: un ejercicio de medición en medios impresos y digitales revela que Claudia recibió 66% de notas negativas mientras su oponente recibió solamente 10%. Finalmente, el conflicto generado por la Comisión Nacional de Elecciones en la designación de candidaturas en Puebla, incluida la de Claudia.
El hundimiento de la candidatura municipal pudo haber influido en los resultados en el área metropolitana. Morena y sus aliados perdieron tres de cuatro diputaciones federales en los distritos de la ciudad de Puebla. También el Distrito 10 federal (San Pedro y San Andrés Cholula) y las presidencias municipales de dichas cabeceras municipales. También fue aplastante la derrota del candidato de Morena a la diputación local por el distrito de Cholula. Cierto es que después del triunfo de Andrés Manuel en 2018, los resultados para la 4T en el área metropolitana han sido desalentadores.
Este balance electoral de Morena y sus aliados podría verse modificado en alguna mínima medida cuando se den los resultados oficiales por el INE. Es ocasión de celebrar las victorias y pensar con seriedad en las derrotas.