Por Itandehui Rodriguez
@Itandehui_RoMa
No cabe duda que cuándo los recortes suenan, es porque la crisis llega.
Ese dicho no es de alguien, me lo inventé sobre la marcha, pero es la verdad, la ‘puritita’ verdad.
Sabemos que hay crisis en las empresas cuándo comienzan a recortar personal, cuándo se van a paro técnico, cuándo invitan a sus empleados a jubilarse anticipadamente y así.
Pues las cosas no son diferentes en el Poder Judicial. Los secretarios de Sala y los de Juzgados han comenzado a manifestar su descontento debido a las medidas que se están tomando.
¿Pues qué no todo era miel sobre hojuelas?
¡Pues no!
Hace más de 14 años que no han recibido un incremento salarial y con la inflación por la que atravesamos, queda claro que han perdido poder adquisitivo considerablemente.
Es más, durante el sexenio de Rafael Moreno Valle, les redujeron el sueldo en 2.5%. Seguro van a decir que “qué tanto es tantito”, pero cruzando ese porcentaje con la inflación, se convierte en “bastantito”.
Pero eso no es todo, ahora se están topando con un par de sorpresas. La primera, el incremento de sueldos a Jueces y Magistrados, los primeros ganan $7,500 más y los segundos, $11,000 extras.
Y para los secretarios ¿no hay incremento? ¡Obvio no!
Por si eso no fuera suficiente, ahora les están pidiendo que presenten sus renuncias a las plazas que tienen actualmente. Esto para hacerlos firmar contratos de honorarios.
Ahí vienen los recortes…
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¿Les parece justo? Ellas y ellos son precisamente los que llevan la carga de trabajo más pesada, no nos hagamos los que no sabemos cómo operan las cosas por esas oficinas.
¿El objetivo? Que dejen de acumular años y no puedan acceder a las pensiones.
¿La razón? Sin que el área administrativa del ISSSTEP me lo hubiera confirmado, puedo apostar que ahí se encontraría la respuesta.
Pongámonos en los zapatos de los trabajadores del Poder Judicial, si llevaras 20 años trabajando, si estuvieras cada vez más cerca de jubilarte y obtener una pensión por el tiempo que has dedicado al servicio público y de pronto te dijeran que debes renunciar, para que te recontraten por honorarios y pierdas tus derechos laborales, ¿aceptarías? Yo no ¿Y tú?
Pues eso es lo que están viviendo en estos momentos.
¿En cuánto tiempo pasará lo mismo en el Poder Legislativo y en el Ejecutivo? Esa es la pregunta que deberían estarse formulando todos los funcionarios gubernamentales.