“¿A dónde irá? ‘Vélez’ y fatigada”, así empieza la canción… ¿O no? ¡Ay, perdón, me confundí! Pero sí saben de qué canción hablo, ¿no?
Por Itandehui Rodríguez Martínez
@Itandehui_RoMa
¡Ay, perdón! Así no va, va así: “¿A dónde irá? Veloz y fatigada”… Pero hoy hay que hablar de la partida de Vero Vélez del gobierno del estado. Así que va de nuez, “¿A dónde irá? ‘Vélez’ y fatigada”.
Lean esto mientras en sus mentes, escuchan las Golondrinas…
No escribo esto para hacer mofa, ni para hacer leña del árbol caído, pero nunca imaginé ver tantas muestras de repudio en redes sociales en contra de una persona. Sobran las historias de maltrato y por ahí hay varias de traición. Porque hasta los que fueron beneficiarios de los acuerdos con ella y sus gestiones, le están dando la espalda.
Y no es para menos, cuando tratas mal a la gente, eventualmente llegará el momento para salir del clóset y cobrar las cuentas pendientes. Karma, le llaman.
Bueno, hasta yo tengo mi historia de maltrato… Si les contara.
Comencé a buscarla para pedirle que me diera una cita, para presentarme como directora de Paralelo19, no porque quisiera un convenio. Simplemente porque cuándo llegas a un lugar, hasta cuándo llegas a vivir a una nueva casa, vas y te presentas con los vecinos, por decencia, ¿no? Bueno, pues solo quería presentarme con ella.
Le envié varios mensajes, me dejaba en visto, a veces me respondía y hasta me dejó esperando en la recepción de Casa Aguayo para nunca recibirme. Y como a mí eso de rogar no se me da, pues lo dejé por la paz.
Tal vez estaba muy ocupada, pero la realidad es que cuando tu chamba es la comunicación social, tal vez y solo tal vez deberías recibir a quienes dirigen los medios de comunicación… digo.
Sigo preguntándome cuándo demonios ataqué a Miguel Barbosa, porque nunca me metí con él. Ni en mis redes sociales personales, ni como directora de Paralelo19 y menos en ApartadoMex, donde soy dueña y señora de mi voz.
Pero la señora Vélez me lo aseguró, un día de febrero de este año, sin mirarme a los ojos, solo viéndome de arriba abajo y con un gesto bastante despectivo.
Desde ese desafortunado día, debo confesarles que no duermo y vivo en depresión… ¡Obvio no! O sea, sí padezco de insomnio crónico, pero no por ella y mi depresión, en buena parte es por culpa del insomnio. Así es esto del abarrote.
Es más, quisiera que me mostrara evidencias de cuándo ataqué a su finado jefe. Ahora que, si considera que la crítica es ataque, entonces hay un problema en la aplicación de los conceptos pero ese problema, no es por mi culpa.
Escuchar la crítica enriquece, retroalimenta y ayuda a entender otras maneras de pensar. Claro, siempre que haya disposición y tolerancia para hacerlo.
El punto es que la lista de agraviados es larga, larga, larga como la cuaresma. No sé por qué no se convirtió en tendencia en Twitter.
Lo cierto es que debe ser horrible irte así y que solo los ‘bots’ de las granjas que todos sabíamos que ella operaba, sean los que le manden buenos deseos.
Decía mi querido Octavio Mercado, que en paz descanse, que no importa que hablen mal o bien de tí, lo importante es que hablen… Pero creo que en este caso, está cabrón lo mal que todos están hablando de la señora.
Por lo que a mí toca, deseo que curse por un proceso de reflexión, que le permita entender dónde estuvo el problema. Que desde la honestidad y en lo privado, descubra quién lo generó y que, en el futuro, pueda aplicar todas las lecciones que esto le deje. Además, deseo que la vida sea justa con ella, que sus amigos le tiendan la mano y que tenga muy buena suerte.
“¿A dónde irá? ‘Vélez’ y fatigada”…
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