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Miriam Al Adib, la ginecóloga ‘tiktoker’ que conecta con los jóvenes: «La mujer ha pasado de objeto reproductivo a objeto hipersexualizado» | ZEN

Escritora y profesora de máster de Sexología, la premiada doctora acumula miles de seguidores en redes sociales

Miriam Al Adib, ginecóloga, docente, escritora y ‘tiktoker’.EM

CRISTINA GALAFATE / ZEN

Se define como la «ginecóloga rebelde». De padre sirio y madre española, en casa de Miriam Al Adib la medicina siempre ha estado muy presente. Ella fue la primera de tres hermanas en pronunciar eso de: «Papá, yo de mayor quiero ser como tú», cuando el cabeza de familia las llevaba a consulta de niñas. Hoy, Yasmin es doctora en medicina estética, Amira odontóloga y Miriam especialista en obstetra y profesora de máster en Sexualidad. Madre de cuatro hijas, docente y divulgadora estrella en redes sociales, ha ganado durante tres años consecutivos el premio a la mejor ginecóloga de España, concedido por la plataforma de medicina online Doctoralia.

Además de ayudar a las mujeres a tener una buena salud hormonal en todas las etapas de su vida, desde que era una cría también le gustó escribir y divulgar. Eso le ha convertido en una autora prolífica, con cuatro títulos publicados. Después del éxito de Hablemos de vaginas, el último es Hablemos de adolescencia: Y de sexo, y de amor, y de respeto, y de mucho más (Libros singulares). Un libro que, a juicio de la ginecóloga, deberían leer los adultos.

Porque, para Al Adib, el choque intergeneracional ha existido toda la vida. «¡Madre mía con los adolescentes! es la típica frase que decía mi abuela. En su época, la sexualidad era sinónimo de reproducción y hoy, en cambio, es sinónimo de placer. Pero, tanto antes como ahora, la mujer siempre ha sido el sujeto pasivo y el hombre el sujeto activo que da placer», defiende.

Con este esquema se puede entender fácilmente el planteamiento de la ginecóloga: «La mujer ha pasado de objeto reproductivo a objeto hipersexualizado». Lo explica en diferentes etapas vitales. «Ella debía ser casta, mantenerse virgen hasta el matrimonio y luego darle hijos al varón. En la menopausia, cuando ya no podía reproducirse, se apagaba, se recluía y se vestía de negro». Por eso, describe, las niñas jugaban con cocinitas y muñecas, preparándose para la vida.

Hoy, en cambio, una chica «juega a hacer twerking en TikTok, con un pie en la adultez». Y sigue luchando por mostrarse válida ante la sociedad a los 50: «Se divorcia y se mantiene sexualmente atractiva«. Los adultos de ahora no somos los adultos de antes, dice. «Así que no podemos pretender, por tanto, que los adolescentes lo sean».

EDUCACIÓN SEXUAL (DE VERDAD)

Según Al Adib, la educación sexual empieza desde que se nace. «Ha habido una corriente en la que se dejaba a los bebés llorar para que aprendieran o se decía eso de que se malacostumbran a los brazos. Pero se ha demostrado que la mano dura no construye un adulto fuerte».

De hecho, cuando los bebés desarrollan un apego seguro con las madres, sintiendo que sus necesidades físicas y afectivas son cubiertas, la ginecóloga asevera: «Van a tener relaciones más saludables y llevarán mejor el duelo de la ruptura». En cambio, prosigue, «niños que han desarrollado el apego ansioso serán controladores y celosos». Quienes desarrollen otro tipo de apego, el evitativo, «tendrán más tendencia a sentirse incómodos en la intimidad, esquivarán el compromiso y la conexión con una persona para evitar el drama posterior si se acaba».

CULTURA DEL PORNO

La adolescencia es otra etapa clave, según la Dra., pues empiezan a construir vínculos fuera de la familia que también les influyen. «Los chicos que reciben educación sexual de calidad retrasan el inicio de las relaciones sexuales». Para Al Adib, el error es pensar que se trata de enseñar a tener sexo o hablar desde el riesgo a quedarse embarazada y a tener una enfermedad de transmisión sexual. «No satisfacemos la curiosidad de estos chavales y se van a internet a buscar. Allí dan con la cultura del porno, la cosificación de la mujer y los estereotipos». Así se acentúan patrones: «El sexo se banaliza y se desliga de la parte afectiva y emocional».

Propone una solución con tres R: respeto, reciprocidad y responsabilidad. «Un porcentaje muy elevado de jóvenes tiene sexo sin deseo». Tampoco entiende la obsesión por etiquetar. «Soy ‘no se qué sexual’ y eso parece guay. No deberíamos perder el foco: proteger los derechos sexuales y reproductivos de las personas. No dañar ni ser dañado independientemente de la orientación de cada uno, que es muy respetable».

No estamos hechos para estar toda la vida con una persona por naturaleza, pero no somos sólo naturaleza, también somos cultura, explica. «Al cerebro le encanta la novedad. Todo el mundo sabe que la etapa irreal del enamoramiento es fantástica, pero eso no puede llevarnos a ser drogadictos del enamoramiento porque somos seres biopsicosociales y el amor es un sentimiento que se construye». Pero hace falta esfuerzo.

APPS DE CITAS

Cuando tienes demasiadas opciones delante, como sucede en las aplicaciones como Tinder o Bumble, no mejora el bienestar, asegura. «Al igual que la comida, el sexo no es ni bueno ni malo, sino que depende de cómo se utilice. Si yo me alimento de comida basura, eso me va a satisfacer de inmediato pero no le va a venir bien a mi salud. Y con las relaciones sexuales sucede lo mismo».

Habla de responsabilidad afectiva. ¿Qué significa? «No quiere decir engañar a una persona que está enamorada o tener que corresponderla obligado. Significa no aprovecharse de ella para un placer efímero y dejarle plantada». Sin embargo, la cultura de la inmediatez llevada a las relaciones provoca el llamado ghosting, cuando se desaparece sin dejar rastro ni responder a las llamadas y mensajes. «Es complicado basar las relaciones de pareja en pantallas. En ese formato no es fácil ser real porque te falta el lenguaje no verbal. Si antes, hasta que no te casabas, se decía que no conocías realmente a tu pareja, en la convivencia, ahora es que ni siquiera lo conoces en persona. ¿Cómo vas a conocerla? Las redes sociales, además, magnifican conductas celosas y de posesión», reflexiona la ginecóloga.

Precisamente en TikTok, donde ella suma casi 200.000 fans, hablar de ciertos temas le genera opiniones muy polarizadas, a favor y en contra. Pero la realidad es más compleja. «Si decido hablar de la píldora anticonceptiva, por ejemplo, hay comentarios tras cada postura: o buena o mala. Hay que respetar a la mujer que la quiere tomar y a la que no. Realmente debería depender del contexto clínico de la persona y de sus deseos. Sin embargo, suele haber una tendencia al zasca. Sólo se mete en sacos a la gente. No se debate con raciocinio ni se establecen conversaciones serias donde exista un aprendizaje mutuo». De ahí su afán por derribar tabúes con respecto a la regla.

ENDOMETRIOSIS

«Casi el 50% de las mujeres tardan una media de ocho años en ser diagnosticadas de esta enfermedad desde que comienza el dolor. Es terrible». Al Adib expone que somos cíclicas y, en determinados momentos del ciclo, es normal no sentirse lineal, porque la energía varía, pero eso no debería confundirnos y llevarnos a normalizar lo patológico. «Los anuncios de compresas te venden que con la regla tenemos que estar vestidas súper ajustadas en la discoteca, saltando en la piscina… y así que terminamos pensando que hay que hacer el pino», bromea.

Si conoces tu cuerpo, sabrás en qué momento pedir ayuda. «Hay que aceptar los ciclos y dejar de culpar a las hormonas por una discusión o un dolor de cabeza. Las mujeres somos cualquier cosa menos lineales. La progesterona ejerce un efecto en el ciclo y, cuando falta, estamos más irritables. Eso no es un signo de debilidad ni debería llevar al charcarrillo». Se refiere a que, socialmente, si tienes menos de 40 se culpabiliza a la regla y, si tienes más de 40, a la menopausia. «No te tienes que sentir enferma si un día no te apetece hacer deporte, a unas nos influye más y a otras menos, cada una somos un mundo».

@miriam_al_adib

Las tres erres: respeto, responsabilidad, reciprocidad. Todo esto y más en mi nuevo libro “Hablemos de Adolescencia” (educación sexual para personas adolescentes y adultas) ♥️ Disponible en cualquier librería y en todas las plataformas digitales.

♬ sonido original – Miriam Al Adib Mendiri

En consulta, a veces se encuentra casos en que puede fallar el método anticonceptivo, pero es muy relevante la estadística de personas que se relacionan sin preservativo, cuenta. «Las chicas lo suelen tener más claro pero, a la hora de materializarlo en un contexto en el que han bebido o el chico les dice que les corta el rollo, no tienen herramientas para pararlo».

A muchas les resulta difícil y siguen adelante ante esa línea roja. Pero no sólo le pasa a adolescentes, afirma la ginecóloga. «Muchas mujeres adultas se rasgan las vestiduras y te dicen: ‘¡Cómo he podido hacer esto sabiendo lo que sé!’. No se miden las consecuencias, así que aún menos cuando la corteza prefrontal del cerebro, la parte más juiciosa, no está del todo desarrollada. Con más razón se necesita una educación sexual de calidad entonces».

Fuente: https://www.elmundo.es/vida-sana/sexo/2023/06/01/64677fd8fc6c83fe458b458a.html

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