Los cadetes no estaban en una práctica y fueron obligados por sus mandos a entrar al mar sin importar que la capitanía de puerto en Ensenada había alertado del alto oleaje
KARLA ALVA / LA SILLA ROTA
El pasado 20 febrero, un grupo de siete cadetes realizaban un curso para ingresar a la Guardia Nacional los cuales fueron arrastrados por el mar en Ensenada, Baja California, todos perdieron la vida, entre ellos se encontraba el policía militar Fernando Isaías Pérez López quien solo tenía 18 años no sabía nadar y aún así fue obligado por sus mandos a meterse al mar para realizar la práctica, así lo revela al diario Reforma la madre del joven.
Isaías originario de Veracruz fue arrastrado por las olas al igual que otros seis de sus compañeros, la señora María del Consuelo López asegura que su hijo apenas en su vida se había metido a un río y no le gustaba estar en el agua.
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“Mi hijo no sabía nadar, no es lo mismo nadar en un río a nadar en el mar, mi hijo apenas estaba aprendiendo”.
Los familiares de los siete cadetes que murieron por una novatada en el mar han exigido que el teniente coronel David López Ordaz, quien ordenó la practica pese a que la capitanía de puerto había decretado bandera roja por el alto oleaje ya se encuentra detenido; sin embargo, los padres de los soldados piden que el caso se investigue como homicidio.
El primer cuerpo fue localizado el domingo 25 de febrero
El lunes 26 de febrero se informó sobre la localización de Frías Lanfar, de 21 años, en la zona de Playas de Chapultepec. El soldado formaba parte del grupo de siete cadetes, identificados como Óscar Abraham Sánchez Reyna, Fernando Isaías Pérez López, Luis Manuel Vilchis Díaz, Michael Arellano Wilkinson y Brandon Francisco Gastélum Ayala, que se desempeñaban como agentes de la Guardia Nacional y estaban asignados a la 2/a Brigada de la Policía Militar.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que su desaparición ocurrió durante sus actividades de entrenamiento, aunque los familiares de los cadetes afirmaron que fueron obligados por el teniente coronel David López Ordaz a ingresar al mar.
Los parientes de los jóvenes desaparecidos, indicaron que la orden de entrar al mar fue parte de una novatada realizada por otros agentes, a pesar de que la capitanía de puerto había emitido una alerta por la intensidad de la marea en esa zona y advirtió sobre posibles olas de hasta cuatro metros de altura.
¿Novatada? Familiares exigen justicia
Los siete cadetes que murieron ahogados formaban parte de un grupo de 11 que ingresó al mar el pasado 20 de febrero, presuntamente por órdenes de un mando que las familias denunciaron inicialmente como prófugo.
Cuatro de los aspirantes a Guardia Nacional fueron rescatados con vida ese mismo día, pero los otros siete no pudieron sortear el alto oleaje que ya había sido alertado días atrás por la capitanía del puerto de Ensenada.
Por esa razón, las familias que viajaron desde sus ciudades de origen hasta la Guarnición Militar El Ciprés, donde sus hijos terminaban su preparación militar, acusan negligencia de los superiores.
También denunciaron falta de información clara de la Sedena, quien todo este tiempo se mantuvo en silencio en Baja California y no respondió a las solicitudes de información oficial.
De acuerdo con el general Luis Crescencio Sandoval, parte de la investigación en curso también servirá para aclarar si la instrucción de ingresar al mar fue una novatada.