Adriana Barrera y Cassandra Garrison / Reuters
CIUDAD DE MÉXICO, 6 marzo (Reuters) – México está esperando que Estados Unidos demuestre que el maíz genéticamente modificado (GM) importado es seguro para los mexicanos, dijo el miércoles el subsecretario de Agricultura, Víctor Suárez, mientras se desarrolla una disputa entre los dos países bajo un acuerdo pacto comercial internacional.
En una presentación escrita ante un panel del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá, México, el principal comprador de maíz estadounidense, argumentó que la ciencia demuestra que el maíz transgénico y el herbicida glifosato son perjudiciales para la salud humana y sus variedades nativas, y que su decreto prohibir el maíz transgénico para consumo humano está en su derecho.
La presentación estaba fechada en enero de 2024, pero fue compartida públicamente el martes por la organización sin fines de lucro Instituto de Política Agrícola y Comercial.
Suárez dijo que ahora corresponde a Estados Unidos demostrar que el maíz transgénico no está dañando a la población de México, que consume una mayor cantidad de maíz que muchos países a través de alimentos básicos como la masa nixtamalizada y la tortilla.
Estados Unidos «argumenta que las decisiones en México no se basan en la ciencia y que sus decisiones sí lo están», dijo Suárez a Reuters en una entrevista. «Pero todavía no hemos visto la ciencia de los Estados Unidos ni de las empresas. Esperamos con gran placer ese estudio».
Un portavoz del Departamento de Agricultura de Estados Unidos dijo que el enfoque de México hacia la biotecnología va en contra de «décadas de evidencia que demuestran su seguridad».
Un alto funcionario del Representante Comercial de Estados Unidos dijo: «Las autoridades científicas, incluso en México, han encontrado consistentemente que los productos biotecnológicos como el maíz son seguros durante un período de décadas».
El maíz modificado genéticamente se utiliza ampliamente para engordar ganado en todo el mundo, aunque algunos consumidores son más cautelosos a la hora de consumir productos transgénicos en general. La disputa comercial con México podría amenazar las ventas de maíz estadounidense en un momento en que la baja demanda del producto básico y la caída de los precios están perjudicando a los agricultores.
Empresas como Bayer (BAYGn.DE), en las últimas décadas se han gastado cientos de millones de dólares en el desarrollo de cultivos transgénicos y en la defensa de la seguridad de los alimentos transgénicos que se comercializan en todo el mundo.
La respuesta escrita de México citó estudios que, según dijo, mostraban vínculos entre el consumo de maíz transgénico y la exposición al glifosato con la inflamación del hígado en las personas y los impactos en la respuesta inmune en los animales, diciendo que considera el riesgo para la salud humana «extremadamente grave».
En agosto, Estados Unidos solicitó un panel de resolución de disputas bajo el T-MEC sobre el decreto de México para prohibir el maíz transgénico para consumo humano, específicamente en el uso de harina para tortillas. El decreto permite el uso de maíz amarillo transgénico en alimentación animal, que representa la mayor parte de las importaciones anuales de maíz estadounidense por valor de casi 5.900 millones de dólares de México.
Washington argumenta que el decreto de México que prohíbe las importaciones de maíz transgénico utilizado para tortillas no se basa en ciencia y viola sus compromisos bajo el T-MEC, que está vigente desde 2020.
«No hay ningún impacto en el comercio», dijo Suárez sobre el decreto de México. «El valor y el volumen de las exportaciones de maíz transgénico a México han aumentado».
El decreto de México también exige la sustitución gradual del maíz transgénico, un punto de discordia destacado por funcionarios estadounidenses.
En su respuesta escrita, México argumentó que no se ha establecido ningún plazo específico y por lo tanto no ha tenido impacto comercial.
«Es un objetivo estratégico, como le gustaría a Estados Unidos tener soberanía energética y autosuficiencia energética», afirmó Suárez.Se espera que Estados Unidos responda a la respuesta de México.
Información de Adriana Barrera y Cassandra Garrison en Ciudad de México Información adicional de Leah Douglas y David Lawder en Washington Editado por Matthew Lewis