Tan mal están las cosas que fue necesario traer a Marcelo García Almaguer, sabe mucho de Lalo y del PAN
Por Jesús Manuel Hernández
El gallinero aldeano se agitó en los últimos días luego del reconocimiento por parte de Armenta Mier de que el experto en manejo y posicionamiento de marcas, Marcelo García Almaguer, se había integrado a su equipo de asesores.
Principalmente la sorpresa y las reacciones se dieron al interior del gremio periodístico y a sotto voce entre los panistas aliados a Lalo Rivera.
Y muchos se preguntan ¿a qué vino Marcelo? ¿Tan mal están las cosas? Quizá la respuesta no sea solo conocida por los iniciados en esos temas de la llamada “crisis digital”.
Veamos Marcelo, “Chelo”, como le dicen sus íntimos, debutó en la administración pública de Puebla cuando Rafael Moreno Valle fue designado Secretario Finanzas del gobierno de Melquíades Morales Flores.
Su presencia obedecía simplemente a empezar a proyectar a Rafael en el trending topic nacional con miras a la sucesión gubernamental y por ende a la Presidencia del país.
Tuvo sus primeros desencuentros con Mauro González Rivera, encargado de la comunicación del gobierno, y con el hermano del gobernador Jesús, pues quiso “revisar” y “meter mano” en los convenios de publicidad, un asunto que se vio frustrado por el mismo gobernador en turno. Circuló en aquella primera navidad de su gestión su “tarjeta de fin de año” con un perro al que hablaba como si fuera un periodista.
Pero el proyecto de Marcelo avanzó hasta convertirse en una pieza clave en el gobierno de su amigo Moreno Valle.
Marcelo usó su fuerza para vetar o recomendar espacios periodísticos de quienes no se alinearon con su jefe, además usó su influencia para controlar la publicidad de la Buap y el Ayuntamiento de Puebla y otros municipios a fin de “ahogar” a los medios críticos, con la estrategia llamada “3 de 3”.
De ahí las reacciones de ahora al saberse de su inclusión con Alejandro Armenta, hubo afectados que aún viven y siguen en el gremio y por tanto no quieren que se repita el escenario.
Cierto es que los tiempos han cambiado, que Armenta no es Moreno Valle y que Marcelo dependerá de otras instancias muy cercanas al candidato, Sánchez Galicia por ejemplo, quien debatió en su momento con el morenovallista.
Cuando Rafael se fue al PAN, su equipo también lo hizo y uno de ellos, con cargo importante en el CEN panista fue precisamente Marcelo.
¿Qué hizo posible la salida de Marcelo del PAN y su alejamiento de la política poblana?
Quizá ahí se encuentre la explicación a su retorno.
Evidentemente Marcelo conoce a los panistas poblanos, principalmente ha escarbado en las acciones de Lalo Rivera, y si el enemigo de Armenta, al menos en las urnas, es Rivera Pérez, qué mejor que alguien que estuvo con él sea ahora su enemigo, dicho de otra forma “para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo”.
Pero surgen muchas dudas más. Cuando alguien tiene cáncer busca a un oncólogo, si se padece de neumonía, busca a un neuomólogo, y así otras enfermedades, cuando alguien padece trastorno bipolar, pues busca a un psiquiatra.
Luego entonces cuál será la debilidad en la campaña de Alejandro Armenta Mier para que haya buscado a un experto en crisis digital, en vetar a comunicadores, en crear granjas fantasmas para elevar el trending topic del candidato de Morena.
Dicho de otra forma, en el crimen organizado existen sicarios que se alquilan al mejor postor, y por lo visto en estrategias políticas sucede lo mismo.
El escenario local necesita de 2 millones de votos en favor de Claudia Sheinbaum, requiere animar el voto de los jóvenes, está urgido de parar a Mario Riestra en la capital y de responder a la guerra sucia… O sea, una chulada de escenario.
Habrá que observar si Armenta le permite a Marcelo hacer “todo lo que sabe hacer”, quizá ahí esté la explicación de cuán necesario era su regreso.
Y un consejo para ambos bandos: cuidado con los topos.
O por lo menos, así me lo parece.
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