«El periodismo es el camino hacia la justicia», escribió Lydia Cacho en su cuenta de Twitter, en donde también anunció estar al tanto de la detención de Mario Marín por los delitos de secuestro y tortura en su contra.
ANA KAREN GARCÍA / EL ECONOMISTA
El 3 de febrero las autoridades mexicanas detuvieron en Acapulco, Guerrero, a Mario Marín, exgobernador de Puebla, quien fue trasladado e ingresado a un penal de Cancún en donde es requerido por las acusaciones de tortura y abuso de poder en contra de la periodista mexicana Lydia Cacho.
Lydia Cacho publicó en 2004 su libro «Los demonios del Edén«, en donde exhibió una red de pornografía, abuso y explotación infantil en la que están involucrados algunos funcionarios públicos y los empresarios Kamel Nacif y Jean Succar Kuri.
Entonces, fue acusada de difamación y posteriormente privada de la libertad de manera irregular. La periodista expuso su denuncia en donde aseguró haber sido torturada por agentes de la Fiscalía de Puebla, mismos acontecimientos que fueron reforzados por la filtración de una llamada telefónica entre el entonces gobernador poblano Mario Marín y el empresario Kamel Nacif publicada por el diario nacional La Jornada.
Desde el 2005, año en que ocurrieron estos hechos, hasta el 2019 el exgobernador de Puebla no estuvo relacionado ni investigado por el caso, hasta que organizaciones internacionales exigieron al gobierno mexicano el esclarecimiento y la aplicación de justica.
Desde el 2005, Lydia Cacho se autoexilió por recomendaciones de expertos y autoridades como consecuencia de las agresiones de las que fue víctima y las amenazas de muerte que recibió. Lydia se ha mantenido gran parte del tiempo en España, desde donde ha realizado publicaciones e investigaciones periodísticas donde expone el abuso de poder en el país y otras problemáticas relacionadas con la violación a los derechos humanos.
El Estado mexicano ofreció en enero de 2019 una disculpa pública a la periodista mexicana.
«Le ofrezco una disculpa pública por violación a sus derechos humanos en el marco del ejercicio de su derecho a la libertad de expresión», dijo en aquella ocasión el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Lydia Cacho es feminista, periodista de profesión, activista y escritora. Bajo su autoría están 16 libros publicados, entre los que destacan: «Con mi hij@ NO», «Esclavas del Poder: trata sexual», «El silencio es nuestro», «En busca de Kayla», «La ira de México», «Ciberespías al rescate: En busca de Sam» y «#EllosHablan». Sus obras han sido traducidas a quince idiomas y están disponibles en 20 países.
Después del atentado relacionado con el exgobernador Marín y los empresarios Nacif y Succar, Lydia ha recibido más de 10 distinciones por su trabajo periodístico y de activismo. Entre ellas, en 2006 recibió el galardón español “Yo Dona” a la labor humanitaria, en 2007 el premio “Ginetta Sagan” de Amnistía Internacional, en 2008 el Premio Mundial UNESCO Guillermo Cano a la libertad de prensa, en 2011 ganó el premio The Train Foundation World Courage en Nueva York y en 2018 el galardón Reporteros del Mundo.
La activista también ha sido galardonada por la agencia CNN, la organización internacional Oxfam y por Human Rights Watch.
Lydia Cacho, también dirigió y condujo la miniserie educativa sobre ética infantil Somos Valientes. Su proyecto cinematográfico más reciente es PeacePeaceNowNow, serie producida por la periodista que retrata a mujeres supervivientes de la violencia de género y la misoginia. Con la colaboración de las actrices, modelos y activistas Yalitza Aparicio, Ester Expósito y Daniela Vega, Cacho aborda problemáticas globales como el desplazamiento femenino, la persecución política contra mujeres y los abusos sexuales.
Lydia Cacho anunció a través de sus cuentas de redes sociales que estaba al tanto de la detención e ingreso de Mario Marín al penal de Quintana Roo, lugar donde ocurrió el atentado en su contra. “La @FGRMéxico me avisó en cuanto detuvieron al exgobernador #MarioMarín escondido en Acapulco. Llevo 14 años buscando justicia por haber sido torturada por este cómplice de redes de #pornografíainfantil. Vamos por todos.”, escribió.
México es el país sin guerra más peligroso para los periodistas y defensores de los derechos humanos. La organización Reporteros Sin Fronteras colocó a México en el sitio 144 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa en donde más cerca del 1 mayor derecho a la expresión existe.
«El periodismo es el camino hacia la justicia», Lydia Cacho.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Lydia-Cacho-Los-demonios-de-la-justicia-20210204-0066.html