Por Román Sánchez Zamora
El verdugo, el tiempo, el todos sin culpable alguno.
La niña no llegó, sólo una flor en la ventana es señal de que a la abuela le duele la ausencia de sus pasos, su voz, del abrazo, del extender sus manitas y seguir aprendiendo la matemática con sus dedos.
¿Dónde están sus padres?
¿Dónde está la sociedad?
¿Dónde se quedó la justicia?
La voz estará ausente para siempre, y sólo será un número perdido en el bosque, el problema que nadie hará algo más que llorar, únicamente imaginarán gritar en soledad, el cambio y emancipación social por desgracia no llegarán.
Twitter: @romansanchezz