ENRIQUE VEGA / NACIÓN 321
En días recientes el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que en los gobiernos anteriores se entregaron concesiones importantes tales como los ferrocarriles, las líneas telefónicas y los bancos, entre otros.
Por ello, en Nación321 hacemos un recuento de las concesiones otorgadas en los sexenios de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.
SALINAS DE GORTARI: CESIÓN DE LA BANCA Y TELÉFONOS DE MÉXICO
En el año de 1990, el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, envió al Congreso una propuesta para reformar la propiedad de los bancos del Estado mexicano, a través de un sistema mixto.
«El Estado se propone no ser el accionista mayoritario de todas y cada una de las instituciones bancarias; conservar, sin embargo, una participación en la banca comercial y fortalecer aquellas instituciones orientadas al fomento de actividades prioritarias específicas», señalaba el proyecto del priista.
Se trató, según indicaba el documento, de restablecer el carácter mixto en la propiedad y gestión de la banca para que el Estado cumpliera con sus responsabilidades sociales y también para modernizar al propio sector bancario en beneficio de la sociedad.
«Durante los ocho años en que la banca ha sido propiedad del Estado, muchos países han procedido a reformarla para convertirla en mixta, como ahora se propone para México; incluso países con gobiernos socialistas como Francia, ya lo han hecho y otros se disponen a ello, como los de Europa del Este», apuntó el exmandatario en su momento.
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El expresidente indicó que no se trataba de modificar la exclusividad de la participación del Estado en el servicio de banca y crédito porque éste no sea un buen administrador afirmó que, «al contrario: la buena gestión de la banca en general se ha acreditado en los últimos años».
«Los mexicanos no podemos admitir un Estado tan propietario, con tan considerables recursos invertidos en la banca, en un país con nuestras carencias y necesidades, con urgencias sociales básicas…»«Carlos Salinas de Gortari, expresidente de México»
En ese momento el Estado mexicano controlaba la propiedad de 18 entidades bancarias que pasaron a ser Banamex, Serfin, Internacional, Bancomer, Somex y Comermex, entre otros de cobertura regional.
El presidente Salinas de Gortari también cedió la concesión del servicio telefónico. La venta de Teléfonos de México, en diciembre de 1990, formó parte de un proceso de reformas para la transformación del país bajo una directriz de «liberalismo social», como lo llamó.
En una conversación con El Financiero, el exmandatario indicó que «la telefonía estuvo casi un siglo en manos privadas. Telmex sólo perteneció al Estado 18 años, entre 1972 y 1990. Al momento de la privatización el gobierno tenía 56% de las acciones y 44% ya era propiedad de particulares (los usuarios principalmente)».
«Al privatizarse se le destacó internacionalmente como ejemplo de una privatización exitosa». Ante ello, el Banco Mundial señaló en 1994 que Telmex era considerado como una de las grandes historias de éxito de la privatización.
Luego de los diversos señalamientos sobre la creación de un monopolio en comunicaciones, el exmandatario indicó que la transacción «se hizo de manera transparente; se anunció en septiembre de 1989 y en agosto del año siguiente se publicó la convocatoria de subasta pública y el Título de Concesión».
«Las varias ofertas de compra se abrieron ante notario público hasta diciembre de 1990, más de un año después de haberse anunciado la venta. La privatización de Telmex requirió un trabajo previo muy cuidadoso, y cubrió los 21 pasos requeridos para cada privatización en la Comisión Gasto-Financiamiento del Gobierno Federal. Se convocaron instituciones financieras internacionales para garantizar la transparencia», explicó.
ERNESTO ZEDILLO: LA REPARTICIÓN DE LAS VÍAS FERROVIARIAS
El 2 de marzo de 1995, bajo el mandato del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma al cuarto párrafo del artículo 28 de la Constitución para sustituir el régimen de participación exclusiva del Estado en la prestación del servicio ferroviario, por otro que permitiera la participación de los particulares y para el 12 de mayo se promulgó la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario con objetivo de establecer el marco regulatorio fundamental para esta actividad.
El gobierno federal privatizó el sistema ferroviario del país al otorgar la concesión a Ferrocarriles Nacionales de México y Kansas City Southern, que implicó ceder a estos privados alrededor de 26 mil 720 kilómetros de vías entre los años de 1996 y 1998.
Para facilitar la privatización, el sistema ferroviario fue dividido en tres ejes regionales: el Ferrocarril del Noreste, el Ferrocarril del Pacífico Norte, y el Ferrocarril del Sureste y la Terminal Ferroviaria del Valle de México, así como varios ferrocarriles con vías de corta longitud.
Las concesiones fueron otorgadas por 50 años a cada una de las empresas privadas, cerrando sus operaciones definitivamente en 1999; hasta ese año operaban servicios de pasajeros en los alrededores del entonces llamado Distrito Federal.
Kansas City Southern pagó mil 400 millones de dólares, en 1997, por quedarse con el control del ferrocarril en el centro y noreste de México. Fueron 3,960 kilómetros de vías y las rutas más jugosas, entre ellas las que comunican al valle de México con Laredo Texas, además de los puertos de Lázaro Cárdenas y Tampico. Ferromex tiene la otra mitad del sistema ferroviario. Estas dos empresas ostentan una concesión que dura 50 años y terminará en el 2047.
Sin embargo, la ferroviaria no fue el único sector del que se cedieron concesiones en este sexenio; además resaltaron rubros como electricidad, puertos, aeropuertos, gas, satélites, pesca y minería.
FELIPE CALDERÓN: MINERÍA, EL GRAN PEDAZO DE PASTEL
La gestión del panista Felipe Calderón es quizá la más señalada por el presidente López Obrador. En diciembre de 2019, el mandatario reveló que en el sexenio de su antecesor se otorgó la mayor cantidad de territorio minero.
Entonces el mandatario acuñó a la administración de Calderón la cesión de 35.5 millones de hectáreas para la explotación minera. «Tan sólo en un sexenio (se otorgaron) 35.5 millones de hectáreas. En un sexenio se entregó todo lo que se enajenó de suelo patrio durante el Porfiriato, que fueron como 30 millones de hectáreas”, sostuvo.
“Aquí también la pregunta es: ¿para qué tanta superficie? Porque llegó a ser de 90 millones, 40% del territorio nacional, ¿cuándo se terminan de explorar y de explotar tanta superficie? Hay bastante en este caso de especulación, de tener los títulos de concesión para especular en el mercado financiero”, agregó entonces.
Sobre este tema, el mandatario afirmó que se revisaría el estado de las concesiones: «aclarando que no se trata de cancelar ninguna concesión, que no se trata de cerrar ninguna mina, porque si son explotadas las minas con cuidado del medio ambiente, si se les paga bien a los trabajadores mineros, si pagan los impuestos, pues es una fuente de trabajo».