Ignacio Villalgordo, director general de NetApp en España, celebra que cada vez se haga un mejor ‘big data’ porque ayuda a que los algoritmos sean más inteligentes
JORGE G. GARCÍA / Madrid / EL PAÍS
En el caso de Ignacio Villalgordo, director general de NetApp en España, más que hablar de días de vino y rosas lo suyo son los días de vino y datos. Reconocido amante de la enología y la buena gastronomía —”me gusta leer, aprender y entender para tener criterio”, precisa—, combina esta pasión con su desempeño laboral al frente de una de las mayores empresas mundiales de gestión de big data y servicios de nube híbrida. Según sus propias palabras, trabaja en una compañía que ofrece unos cacharritos con luces de colores, que parpadean todo el rato, con la intención de que el resto de organizaciones rentabilice la información.
Gestionar el dato es bastante complejo. Gracias a estos cacharros, transportan, aseguran y permiten el acceso en cualquier momento y en cualquier lugar de la información, sean ficheros o bases de datos. Sería algo similar a un disco duro externo, pero a nivel empresarial. Debido al gran volumen de su negocio, la imagen típica de NetApp, que celebra este año su vigésimo aniversario desde que llegara a España, es la de esos centros de datos repletos de ordenadores, cables y luces apilados en torres metálicas consecutivas.
“En todos estos años hemos evolucionado muchísima la empresa. Ahora nos dedicamos al software de datos. Es nuestra tecnología más valiosa. Cómo copias la información, cómo accedes o cómo la aseguras. Con la ayuda de la computación en la nube, permitimos que los usuarios consuman los datos de acuerdo con sus necesidades”, asegura.
Pese a que el big data lleva años como ejemplo incontrovertible de la digitalización, la realidad es que todavía queda un largo camino por recorrer. Todavía conviven organizaciones que ni se plantean sacarle partido a los datos o que, directamente, no saben ni cómo gestionarlos. Al margen de que Villalgordo vive de esta tecnología, comenta que el mayor reto radica en resolver cómo organizar las múltiples fuentes de las que proviene la información. “La madurez empresarial será la que marque los resultados. Hay compañías que solo piensan en cómo juntar los datos y otras dan pasos acelerados hacia la inteligencia artificial”.
De tanto hablar de ciencia de datos, la sociedad ha aumentado su recelo acerca de lo que comparten con las empresas. El Reglamento europeo, en vigor desde mayo de 2018, ha ayudado a proteger la privacidad, pero los individuos ya estaban cada vez más preocupados por lo que los demás sabían de ellos. Ataques mundiales como el llamado WannaCry o ataques a servidores de grandes nombres como Facebook han concienciado a todo el mundo. “La gente piensa que por qué debe dar tanta información en la Red. Creo que somos conscientes de lo que implica compartir información personal”, concluye. Y, para concluir detalla las diez aplicaciones que más utiliza en su móvil.
BUENA MESA, MÚSICA Y REDES SOCIALES
ROBERT PARKER. “Es uno de los críticos más influyentes. Cata y puntúa vinos de España, Chile y Argentina. Cada dos meses suele publicar un artículo. Me ayuda a entender de vinos y mejorar mi criterio”.
VINOUS. Creada por uno de los mejores críticos de vino del mundo, Antonio Galloni. “En la app tienes perfiles y textos sobre vinos y regiones vitícolas. Suelo consultarla para leer sobre bodegas o aprender de algún nombre en concreto”.
WINE-SEARCHER. El buscador de vinos global. “Hay vinos que no se encuentran fácilmente. Esta aplicación cuenta con una base de datos con más de 10.000 comercios globales que te permiten comprar vinos de todo el mundo”.
LINKEDIN. La red social favorita de Villalgordo y a la que más tiempo dedica. “Te permite contactar con muchas personas. Para mí es indispensable porque consigo llegar a perfiles interesantes para mi empresa, acercarme a ellos y conseguir una reunión”.
TWITTER. Por aquello de desligar vida privada y laboral, cuenta con dos perfiles diferentes. Como explica, su trabajo le consumo tanto tiempo que la cuenta personal la tiene muy abandonada.
INSTAGRAM. Su app predilecta para mostrar lo mucho que la apasionan los vinos. “Suelo subir fotos personales relacionadas con la enología y la gastronomía”.
BOOKING. Aunque la crisis del coronavirus ha cambiado los hábitos, Villalgordo siempre ha viajado con regularidad por todo el mundo. Para facilitarle el alojamiento, esta es su aplicación de referencia.
NETFLIX. Consumidor confeso de múltiple contenido audiovisual, esta no es la única aplicación que aparece en su teléfono para entretenerse. HBO y Amazon Prime Video también son de uso habitual en el día a día del director general de NetApp en España.
SPOTIFY. “Me sirve tanto para organizar mis listas de reproducción como para escuchar música en cualquier momento y lugar”.
SHAZAM. “Es una aplicación muy útil para esos momentos en los que escuchas una canción y no recuerdas el nombre. La abres y enseguida te dice qué está sonando”.
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Fuente: https://elpais.com/tecnologia/2021-05-30/las-aplicaciones-de-un-experto-en-datos-amante-de-los-vinos.html