El autobús en el que viajaban los secuestrados fue interceptado el martes por la tarde en una carretera cerca de la capital de Chiapas por varios vehículos con personas armadas.
AP / LA JORNADA
TAPACHULA, México (AP) — Autoridades de Chiapas informaron el miércoles que son 16 los policías secuestrados cuando fueron bajados de un autobús por hombres armados cerca de la capital del estado. Horas después desconocidos lanzaron un explosivo contra una estación de la misma fuerza en otra ciudad.
Más de un millar de efectivos estatales y federales trabajaban para localizar a los agentes privados de la libertad y dos personas fueron detenidas en relación con los hechos, indicó la Secretaría de Seguridad en un comunicado.
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Chiapas, junto a la frontera con Guatemala, es uno de los escenarios donde los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación mantienen una lucha abierta por el control de las rutas de tráfico de armas, drogas y migrantes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó en su conferencia de prensa matutina que el secuestro es parte de los enfrentamientos habituales entre grupos criminales y pidió a los atacantes que desistian de su acción.
El autobús en el que viajaban los secuestrados fue interceptado el martes por la tarde en una carretera cerca de la capital de Chiapas por varios vehículos con personas armadas.
Según el comunicado de la Secretaría de Seguridad, en el vehículo iban 33 funcionarios que trabajaban en un cuartel de la policía estatal pero los atacantes liberaron a las 17 mujeres y sólo retuvieron a los hombres. Según indicaron sus familiares a la prensa local, todos los secuestrados se encargaban de labores administrativas.
En el comunicado no se hace mención alguna del explosivo, aparentemente de fabricación casera, que cayó el martes por la noche en el patio de la base policial en Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, a más de 300 kilómetros del lugar donde ocurrió el secuestro horas antes.
Según un funcionario estatal que pidió el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones públicas, la explosión dañó dos patrullas policiales pero no hubo heridos o víctimas.
Aunque ningún grupo criminal se ha atribuido el secuestro de los uniformados ni el ataque a la base policial, en un video divulgado en las redes sociales aparecen los presuntos plagiados dando un mensaje al gobernador del estado, Rutilio Escandón, del partido oficialista Morena.
«Nos encontramos muy bien para que no se preocupen nuestras familias», dice en la grabación uno de los policías, un hombre mayor. Agrega que las exigencias de los secuestradores son las renuncias de varios jefes policiales del estado.
Chiapas ha sido escenario de luchas políticas, agrarias y religiosas. En la década de 1990 se alzó en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y desde entonces han proliferado grupos armados ligados a caciques locales u otros de autodefensas, pero hasta ahora estaba libre de las batallas entre los cárteles que se daban en otros puntos de México.
Este último tipo de violencia se ha agudizado en las últimas semanas pero las autoridades han minimizado los hechos y el mismo presidente dijo en una reciente gira por la región que en el estado de Chiapas «en general hay paz, hay tranquilidad».