Añade a 160 personas a la lista de sanciones y amplía las restricciones de exportación a los instrumentos de navegación marítima
PABLO R. SUANZES / Bruselas / EL MUNDO
Los embajadores europeos en Bruselas han consensuado este miércoles los detalles técnicos y legales necesarios para ampliar las sanciones contra Rusia y Bielorrusia por la invasión de Ucrania. Los ministros de Exteriores dieron el visto bueno político el pasado viernes en una reunión extraordinaria (y corta) en la que participó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
Y hoy los diplomáticos han concluido el trabajo necesario para añadir a 160 individuos a la lista negra comunitaria (con prohibición de entrada en la Unión y congelación de activos), expulsar a tres bancos bielorrusos de SWIFT y ampliar las restricciones de exportación a los instrumentos de navegación marítima.
Las sanciones son el mejor instrumento para castigar la economía rusa, pero no el único ni seguramente suficiente a corto plazo. El martes EEUU y Reino Unido anunciaron el veto a la compra de petróleo ruso, algo que la UE, sin embargo, no va a hacer. La dependencia energética es demasiado alta, pues hasta el 45% del gas que se consume en los 27 llega de Rusia. Y en algunos países casi el 100% de su gas llega de allí.
Pero desde Bruselas y Estrasburgo instan a todos los europeos a concienciarse de la situación y hacer todo lo que esté en su mano para reducir ese vínculo con Moscú. «Corten el gas en sus casas, disminuyan la dependencia de quien ataca a Ucrania», ha pedido hoy el alto representante para la Política Exterior de la Unión, Josep Borrell. Bajen la calefacción, ha pedido ante el pleno de la Eurocámara.
En las últimas semanas el papel del español ha crecido, tras un inicio de legislatura problemático y con perfil bajo, con malas relaciones con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y disputas de competencias con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que tiene su propia agenda exterior.
Pero la guerra ha aumentado el perfil de Borrell, si bien entre algunas capitales sus intervenciones, opiniones o iniciativas siguen sorprendido. Y a veces indignando. Él empuja, a menudo más fuerte de lo que el consenso marca. «Los europeos necesitan que el ruido de las bombas a las cinco de la mañana al caer sobre Kiev les despierte de ese sueño de bienestar y les permita encarar los desafíos que el mundo está proyectado sobre nosotros», ha recalcado el jefe de la diplomacia en su intervención.
El español ha dibujado un escenario en el que «nuestro entorno está rodeado por un círculo de fuego alimentado, entre otros, por Rusia, en el Cáucaso, en Siria, en el Sahel», y ha calificado de «cruzada política» los esfuerzos contra Rusia, que deben abordar el castigo económico, los esfuerzos diplomáticos, pero también, considera, los sacrificios personales, algo que algunos grupos políticos le han reprochado, por cargar en los ciudadanos lo que consideran una responsabilidad de los estados y las instituciones.
«Lo que hemos hecho durante el coronavirus hay que hacerlo con Ucrania. Un compromiso colectivo ante una tarea histórica. Hemos empezado tarde, pero más vale tarde que nunca», ha dicho apuntando a la necesidad de seguir invirtiendo en la defensa colectiva.
Borrell ha usado la referencia de la mantequilla y los cañones, popularizada en 1948 por uno de los padres de la Economía moderna, Paul Samuelson, sobre los costes de oportunidad, pero que se atribuye a William Jennings Bryan, secretario de Estado de EEUU en la época de la Primera Guerra Mundial.
MÁS SANCIONES
Entre las medidas esbozadas hoy no hay referencias al gasto o la inversión o las prioridades, materias que discutirán mañana y el viernes los jefes de Estado y de Gobierno en Versalles, en una cumbre organizada por Francia, cuyo país ostenta la presidencia temporal de la UE este semestre. Los embajadores se han centrado en los castigos, alineando, puliendo y tratando de coordinar lo ya puesto en marcha en otros paquetes.
Así, tres entidades bielorrusas serán expulsadas del sistema Swift (Belagroprombank, Banco Dabrabyt, y el Banco de Desarrollo de la República de Bielorrusia) después de que la semana pasada lo mismo le ocurriera a siete bancos rusos (si bien no dos de los tres más grandes, por ser los que canalizan las operaciones de compra de petróleo y gas).
La UE quiere homogeneizar todo lo posible el castigo, principalmente para que Rusia no pueda esquivar las sanciones, o minimizar su impacto, precisamente a través de sus vecinos o satélites. Por lo que se prohíben también las operaciones de reservas de su banco central y se limitan los depósitos y operaciones de sus nacionales en la UE.Más en El MundoGuerra Ucrania – Rusia, noticias de última hora en directo | Rusia amenaza: «Los países que envíen armas o mercenarios a Ucrania responderán por ello»Josep Borrell promete medidas para sancionar a «actores de desinformación maligna»
En el caso concreto del Kremlin, y después de prohibir ya la exportación de material esencial para el sector del trasporte aéreo, la UE apunta ahora al marítimo. Los puertos europeos no están cerrados, a diferencia del espacio aéreo, para los buques rusos, pero se ha ampliado ahora la restricción de exportaciones de tecnología de navegación y comunicación. Y se ha añadido al organismo ruso responsable del registro de envíos por mar a la lista de entidades cuya financiación está restringida.
Con las 160 personas añadidas a la lista (14 oligarcas y sus familias, así como 147 miembros del Consejo de la Federación Rusa), las medidas afectan ya a 862 ciudadanos rusos y 53 entidades según datos de la UE.
Fuente: https://www.elmundo.es/economia/2022/03/09/62287b19fdddffcd468b45d0.html