El trabajo muestra que las personas fumadoras tienen niveles más bajos de la proteína alfa-1 antitripsina, lo que aumenta las probabilidades de fallecer por un ataque de corazón
JUAN MONTAGU / ALIMENTE+
Que fumar perjudica gravemente la salud es algo bien sabido. Pese a ello, en nuestro país, según la Encuesta Europea de Salud en España 2020 (EESE 2020) del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 19,8% de la población de 15 o más años eran fumadores diarios.
Como documenta el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, “el humo del tabaco contiene muchas sustancias químicas dañinas tanto para los fumadores como para quienes no fuman, y solo respirar un poco de este ambiente puede ser perjudicial”. E insiste: “De las más de 7.000 sustancias químicas presentes en el humo de tabaco, al menos 250 se sabe que son dañinas, incluso el cianuro de hidrógeno, el monóxido de carbono y el amoniaco. De las 250 sustancias conocidas como dañinas en el humo de tabaco, al menos 69 pueden causar cáncer”.
La relación entre el infarto y el tabaquismo
Pero sabemos, además, que perjudica la salud del corazón. Ahora un nuevo trabajo muestra los detalles de ese daño. Presentada en la reunión de la Sociedad Estadounidense de Fisiología, en Filadelfia (Estados Unidos), la investigación indica que los fumadores de cualquier tipo de tabaco tienen menos probabilidades de sobrevivir a un infarto que las personas no fumadoras.
El motivo, según el análisis de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Irbid, en Jordania, es que los niveles de alfa-1 antitripsina (A1AT) -una proteína del hígado que protege los tejidos del organismo- en los fumadores eran “significativamente menores” que en los no fumadores. Sin embargo, no se detectaron diferencias en los individuos hipertensos y no hipertensos.
El mantenimiento adecuado de la A1AT durante un infarto mejora la supervivencia
La Asociación Española Alfa1 detalla que la principal función de esta proteína es la de «proteger el pulmón de la degradación e inflamación causada por infecciones que atacan el tejido pulmonar; o de agentes externos como el tabaco u otras sustancias inhaladas que son contaminantes e irritantes”.
Recuerda, además, que «en condiciones normales, esta proteína pasa de las células hepáticas al sistema sanguíneo». Y añade: «Cuando este traspaso no se lleva a cabo de forma normal, se produce una acumulación de la proteína en el hígado, que puede provocar enfermedades hepáticas en niños y adultos; y un descenso de alfa-1 en sangre desprotege a los pulmones. Esta desprotección, unida a otros agentes como infecciones y tabaco, puede llegar a provocar enfermedades pulmonares».
Según la División de Prevención de Enfermedades Cardiacas y Accidentes Cerebrovasculares del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, cada año se producen aproximadamente 1,5 millones de infartos e ictus. Se cree que la proteína del hígado A1AT podría ofrecer protección al tejido cardiaco cuando se libera durante un infarto.
“El objetivo de este estudio era comparar los niveles plasmáticos de A1AT liberados en fumadores y no fumadores, y entre individuos hipertensos y no hipertensos después de un ataque”, expuso en la reunión el doctor Said Khatib, coautor del ensayo. La investigación se llevó a cabo en 29 hombres y 11 mujeres adultos al tomarles muestras de sangre extraídas al cabo de una, cuatro, 24, 48 y 96 horas del diagnóstico de un infarto. Los participantes se dividieron en cuatro grupos de fumadores y no fumadores, e hipertensos y no hipertensos.
Los investigadores creen que el mantenimiento de unos niveles adecuados de A1AT en los fumadores durante un infarto mejorará sus posibilidades de supervivencia.
Fuente: https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2022-05-05/los-fumadores-tienen-mas-riesgo-de-morir_3410848/