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La Patria Grande busca replicar con Pedro Castillo los tiempos de Chávez, Lula y Kirchner | El Mundo

Las citas electorales en Chile, Colombia y Brasil podría devolver al continente a aquel viejo escenario y acabar con el Grupo de Lima

Pedro Castillo saluda a sus seguidores, en Lima EFE

DANIEL LOZANO / EL MUNDO

Era un as bajo la manga. La gran apuesta para ensanchar la Patria Grande en Perú tenía nombre de mujer, Verónika Mendoza. Tanto el Grupo de Puebla como los gobiernos izquierdistas de la región, incluso el entonces vicepresidente español, Pablo Iglesias, bendijeron a la candidata de Juntos por el Perú.

El fracaso de Mendoza fue el segundo puñetazo tras la derrota de Alfonso Arauz en Ecuador, pero el tapado estaba muy cerca, a la expectativa. Pedro Castillo, candidato elegido por Vladimir Cerrón, viejo amigo de las revoluciones, acaricia semanas después el sillón de Pizarro. Con el 99,57% de las actas computadas, el abanderado de Perú Libre aventaja a Keiko Fujimori en 60.000 votos, a falta también del duelo de actas anuladas que protagonizan ambas candidaturas.

La gran sorpresa electoral del año latinoamericano también cuenta con el apoyo del Grupo de Puebla, que reúne a dirigentes izquierdistas y populistas de la región y que mantienen como una de sus principales piedras filosofales el blanqueo de la revolución bolivariana.

Así lo constaron en las últimas horas, cuando en acción concertada en apoyo del sindicalista le felicitaron como «presidente electo». «Hoy me comuniqué con Pedro Castillo, presidente electo de Perú. Le expresé mi deseo de que unamos esfuerzos en favor de América Latina. Somos naciones profundamente hermanadas», escribió el presidente argentino Alberto Fernández, cabecilla del Grupo de Puebla.

La maniobra fue contestada de forma firme por el Gobierno peruano, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores envió una nota de protesta: «Los resultados finales de las elecciones generales de 2021 aún no han sido anunciados por las autoridades electorales de nuestro país».

«La Patria Grande suma fuerzas para continuar la lucha por un mañana con justicia e igualdad para los pueblos», destacó en su felicitación el primer mandatario boliviano, Luis Arce, al «presidente electo del Perú», a quien se sumaron el brasileño Lula da Silva, el ecuatoriano Rafael Correa y otros.

Entre ellos, el caudillo del momento: Daniel Ortega, que felicitó al «hermano y combativo pueblo peruano con su presidente electo, el compañero maestro rural Pedro Castillo, símbolo genuino, vibrante y dignificante de nuestra identidad cultural originaria».

En Caracas también se ha desatado el entusiasmo pese a lo estrecho del resultado: sus nuevos aliados en Perú, como poco, acabarán con el «nombre» del Grupo de Lima, la alianza de países creada para combatir al régimen de Nicolás Maduro. El segundo aliado del subcontinente se sumará así a Bolivia, más la actitud condescendiente de la Administración de Fernández, sobre todo en materia de derechos humanos.

La Cancillería venezolana está además convencida de que entre 2021 y 2022 rematarán al Grupo de Lima con los triunfos electorales en ChileColombia y Brasil, con lo que regresaría un escenario muy parecido al que ya disfrutaron Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner, con el añadido de la joya de la Corona: la Colombia presidida por otro de sus aliados, Gustavo Petro. Desde Caracas ya alentaron con fuerza la candidatura del senador izquierdista de Colombia Humana durante la campaña de 2018.

La pandemia y sus efectos colaterales han conformado en América Latina «el mayor foco, hoy por hoy, de inestabilidad política y social del mundo«, según los analistas de Eurasia Group. Un escenario que comenzó a dibujarse con las protestas antigubernamentales de 2019, que incendiaron Ecuador, Chile, Colombia, Venezuela y Haití.

«Sin duda, existe una crisis de representación. Los gobernantes tradicionales no logran sintonizarse con segmentos sociales más desfavorecidos. Hay desconexión con las necesidades y expectativas de este segmento, incluidos los movimientos indígenas. Y, por ende, la izquierda se apropia del relato y hace un trabajo silencioso de base, que luego tiene estos resultados», explica a EL MUNDO el analista Matías Abad.

Entre los planes de Castillo y su mentor, el ex gobernador Vladimir Cerrón, entra no sólo sacar a Perú del Grupo de Lima, también de la Alianza del Pacífico.

Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2021/06/12/60c3a57ae4d4d8e8608b4618.html

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