Se trata de un término con tres posibles raíces pero todas, antiguas
SOFÍA CAMPOS / LA RAZÓN
Utilizamos esta palabra constantemente: es un término que quiere decir algarabía, jolgorio. Pero que también tiene otros matices. Por ejemplo, como establece la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, cachondeo es “falta de seriedad o rigor en un asunto que lo exige”. El verbo cachondear, admitido por la RAE, se centra en su significado de “burlarse o guasearse”. Pero, ¿cuál es el origen de este término?
Antes de ir a la raíz etimológica, según al menos algunas teorías, hay que matizar un segundo uso de la palabra, como de hecho la RAE reconoce cuando se usa la forma cachondo (o cachonda) que, de uso vulgar significa “dominado por apetito sexual o que denota apetito sexual). De hecho, el diccionario recoge que “cachondear” en México tiene el uso de “acariciar amorosamente a otra persona”.
En cuanto al origen, hay al menos tres teorías. La primera, haría referencia al latín “cattulus”, que significa “cachorro”. De esta manera, tal y como recoge el Diccionario Etimológico Castellano e Hispánico Corominas-Pacual, este sustantivo, con constancia escrita, al menos desde 1490, podría haber tenido un uso sobre la fiesta o la algarabía procedente de la predisposición de las crías de los animales al juego.
Su uso con significado sexual está documentado desde 1450. Así por ejemplo lo reconoce, en su “Inventario general de insultos”, Pancracio Celdrán, quien se apunta a la tesis de Corominas: cachondo provendría de etimología latina vulgar “cattulus” y sería una voz de formación similar a «verrionda» y «torionda»: cerda y vaca salidas, creándose «catuonda» o «catulonda», de donde aparece «cachonda». Cerdán hace notar que la terminación femenina era la original, ya que el masculino fue un derivado posterior.
Otra teoría sobre el origen de la palabra hace referencia a una cuestión geográfica. Se trataría del río Cachón, que desemboca en Zahara de los Atunes, en la provincia de Cádiz. Según parece, en la rivera del río los pescadores se reunían para hacer sus fiestas y jolgorios al terminar la jornada en las almadrabas. Según parece, en particular, la región era una buena escuela de pícaros, rufianes y gentes de dudosa reputación. Algunos señalan que también solían rondar las prostitutas en busca de clientes. De ahí que la palabra derivase, del nombre del río Cachón, en cachondeo.
Finalmente, otros hacen notar que cachón, ya en desuso como tal, significaba golpe de mar. Y que un cachondeo era cuando el mar se embravecía. Los marineros decían algo así como “parece que hay cachondeo”.