El 27 de marzo, 40 migrantes murieron en un incendio que provocaron en la estación migratoria donde estaban detenidos en la frontera mexicana con EEUU. La periodista Rocío Gallegos relata la importancia de los testimonios para cambiar la narrativa oficial, que hablaba de una protesta porque iban a ser deportados. «Estaban encerrados con candados», apunta.
PÚBLICO
El 27 de marzo tuvo lugar una de las peores tragedias migratorias en la frontera entre EEUU y México. 40 personas migrantes perdieron la vida y casi una treintena resultaron heridas de gravedad en el incendio que ellos mismos provocaron en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, donde llevaban días detenidos.
El Gobierno mexicano se apresuró a informar de que el fuego fue el resultado de una protesta con la que los migrantes querían evitar la deportación a sus países. Sin embargo, las investigaciones periodísticas están revelando varias irregularidades en el proceso, desde la detención hasta la propia reclusión de 70 personas, que fallecieron sin que los guardias encargados hicieran nada para evitarlo. Unas revelaciones que ponen en evidencia la versión oficial y que, por el momento, ha costado un proceso judicial a siete personas, cinco de ellas, funcionarios del INM en Ciudad Juárez.
Rocío Gallegos es directora del medio local La Verdad Juárez, que rápidamente comenzó a investigar la tragedia y a obtener testimonios de los supervivientes, los familiares y los conocidos de las víctimas que, ahora, pasan a ser acusados de homicidio involuntario. «Cubrir esto fue un auténtico desafío, y lo que viene es mayor», ha advertido Gallegos este jueves, durante el Congreso Internacional de Periodismo de Migraciones que la Fundación Por Causa celebra en Mérida.
«La primera historia que publicamos recogía testimonios en los que se aseguraba que los migrantes protestaban porque no tenían alimentos, porque necesitaban agua, porque estaban encerrados con candados en la puerta. La protesta se salió de control y así ocurrió la tragedia», ha enumerado Gallegos.
La periodista mexicana ha insistido en la importancia de rastrear las historias para cambiar la narrativa oficial. «Tenían sed, no tenían comida y estaban encerrados bajo llave. No protestaban porque los fueran a deportar, sino por las malas condiciones en las que estaban. Eso había que contarlo antes que el Gobierno dijera algo. Afortunadamente lo publicamos antes de que el presidente diera la primera versión», ha insistido.
Gallegos ha recordado que los agentes que los custodiaban ni hicieron nada para evitar que murieran, no abrieron las puertas en ningún momento, a pesar de que estaban delante. También se filtraron imágenes de las cámaras de seguridad, que grabaron el momento en el que los migrantes prende fuego a una colchón en la puerta de la celda.
En la cobertura, el equipo que dirige Gallegos todavía trata de identificar a todas las víctimas y contactar con sus familiares, muchos de los cuáles ni siquiera sabían que sus seres queridos estaban detenidos en Ciudad Juárez. «Tenemos que acercarnos a ellos en medio de una gran opacidad y de un dolor enorme», ha explicado. Entre los fallecidos hay seis hondureños, siete salvadoreños, siete venezolanos, 18 guatemaltecos y un colombiano.
Entre los entrevistados por La Verdad Juárez hay uno de los migrantes detenidos por iniciar el incendio. Gallego ha asegurado que muchos corren el riego de «acabar desaparecidos», y por esa razón «muchas veces tenemos dudas sobre si publicar las identidades, pues el Gobierno mexicano prohíbe revelar la identidad de personas que están bajo proceso judicial
«La gran mayoría de los migrantes que llegan a Juárez vienen de caminar cientos de kilómetros, de atravesar selvas, desiertos o el mar; llegan sin documentos, cansados» enumera.
Sin embargo, tras este periplo, es muy habitual acabar deportado por México a los países de origen antes de alcanzar los Estados Unidos. Según organizaciones civiles mexicanas, 2022 fue el año más trágico para los migrantes en México. Murieron alrededor de 900 murieron en el intento de cruzar mientras que los deportados se cuentan por miles.
«Gran parte de la culpa es delas políticas migratorias de EEUU, que viene avaladas por México» ha remarcado. Gallegos ha advertido de el «clima xenofóbico» que se está creando desde las administraciones locales y regionales mexicanas contra los migrantes, y expone que en Ciudad Juárez, uno de cada tres habitantes no ha nacido en la ciudad.