Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, cree que las altas tasas de vacunación y la aparición de distintos antivirales harán posible el fin de la pandemia, a pesar de la situación que vive China. Pide, en cualquier caso, no bajar la guardia
ROSALÍA SIERRA / EL MUNDO
Acaba de arrancar el cuarto año en que la presencia del Covid es constante, pero puede ser el último: «2023 será el año en que, probablemente, finalice la emergencia de salud pública por SARS-CoV-2», según ha predicho el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante la primera rueda de prensa del año del organismo, que celebra además su 75 aniversario.
Ello será posible gracias a las altas tasas de vacunación, especialmente en población vulnerable, que se están produciendo en los países con menos acceso a la inmunización durante los primeros años de la pandemia y al desarrollo de distintos antivirales que reducen la gravedad y la mortalidad de la enfermedad, según el directivo de la OMS.
Sin embargo, no es momento de bajar la guarda, ya que el organismo mundial se muestra «muy preocupado por la situación epidemiológica actual de Covid-19, aumento de contagios, hospitalizaciones y posibilidad de nuevas variantes».
MOTIVOS DE ALERTA
Dos son los focos principales de esta preocupación. Por un lado, China, país al que se pide «más información actualizada y exhaustiva sobre hospitalizaciones, muertes y secuenciación de los virus circulantes» y, por otro, a la cada vez mayor presencia de la subvariante de ómicron XBB 1.5, «altamente contagiosa y que está aumentando su presencia en Estados Unidos y Europa, donde se encuentra con otros virus respiratorios circulantes en la temporada invernal».
Así, según ha afirmado Maria van Kerkhove, responsable técnica para la gestión de la pandemia en la OMS, «se trata de una subvariante detectada en 29 países hasta el momento que está reemplazando rápidamente a otras subvariantes en varios países». Por ello, la experta prevé «nuevas oleadas, pero no un gran aumento de hospitalizaciones y muertes».
Lo mismo sucede con China, donde, «según el informe del grupo asesor técnico sobre la secuenciación de los virus, la mayor parte (más del 95%) de los virus circulantes son subvariantes de BA 5», así como BF 7, variantes de sobra conocidas en los países occidentales y que no presentan, en general, gravedad.
Sin embargo, tal y como ha apuntado Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, «tras varias reuniones con los responsables de la gestión de la pandemia en China aún no tenemos los datos completos sobre hospitalizaciones y muertes, y hay problemas con los criterios de registro. Esperamos recibir más información durante próximas reuniones».
En cuanto a las posibles restricciones y controles a los viajeros procedentes de China que se están planteando varios países, Ryan ha manifestado que «pedir una prueba de Covid no es una restricción de viaje, y puede ser útil para detectar las distintas subvariantes».
Fuente: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/01/04/63b5c28afc6c83384c8b45a2.html