El guajolotes es un ave muy mexicana y te dejamos estos datos en su honor, cortesía de la UNAM.
REDACCIÓN LA-LISTA
Es fin de año y el guajolote llegará a nuestras mesas, ya sea para recibir la Navidad o el Año Nuevo, y cómo somos lo que comemos, es justo y necesario que sepas estos puntos acerca de esta ave ligada íntimamente a los mexicanos.
Aquí los tres datos sobre el guajolote que no sabías, de acuerdo con UNAM Global.
5 Un ave muy mexicana
El huexolotl, mejor conocido como guajolote, que numerosas familias consumen en temporada de Navidad, es el primer animal doméstico de México y también parte de nuestra esencia, de acuerdo con el académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, Raúl Valadez Azúa.
Los restos más antiguos de guajolotes domésticos perfectamente reconocidos como tales están, en su mayoría, en la cuenca de México y datan de hace aproximadamente tres mil 200 años. “Desde ese momento, las comunidades humanas de esta región ya disponían de esta opción de carne”, apuntó el experto.
Se trata de un regalo de nuestra nación para el mundo porque se produce y consume en los cinco continentes. “Todo guajolote (Meleagris gallopavo) que existe es descendiente de los que se criaban en el centro del país” hace tres mil años. Aunque fueron importantes en tiempos antiguos, falta darlo a conocer como lo que es: un animal profundamente ligado a nuestra cultura.
4 La religión
Su uso principal fue como alimento; también se utilizaban los huesos y plumas como materia prima para la elaboración de herramientas, objetos diversos y adornos. Con el tiempo, junto con el aspecto material, se crearon esquemas rituales, sobre todo asociados al agradecimiento a los dioses. “En muchas prácticas de tiempos prehispánicos el sacrificio de esos animales se hacía con un sentido simbólico, equivalente al sacrificio de personas”, expuso Valdez Arzua.
La utilización en ofrendas, especialmente en eventos funerarios, fue una práctica temprana. Es común encontrar entierros donde hay restos de guajolotes, adultos o crías, que servían de “alimento” al difunto, aclaró el investigador. Conforme pasó el tiempo, obtuvo un lugar en la cosmogonía de los antiguos mexicanos y se le asoció con deidades como Tezcatlipoca(“el espejo que humea”, el dios supremo), según se observa en códices.
3 El salto a Europa
El salto al resto del mundo, relató Valadez, se dio a partir de la llegada de los españoles, que de inmediato se interesaron por esta forma de ave la cual era distinta a los patos, gallinas o faisanes que se conocían, pero que cubría sus necesidades alimentarias: era una buena fuente de carne, y como su sabor no es dominante, era perfecta para utilizarse en cualquier platillo.
Luego del establecimiento de los conquistadores en territorio mexicano, fue cuestión de 10 o 20 años para que los guajolotes llegaran a las cortes europeas, a España, Italia, Inglaterra y, sobre todo, Francia.
Las crónicas indican que Francisco I de Francia lo comía con especial gusto; a Enrique VIII (1521) se le preparaba asado y en la boda de Carlos IX de Francia (1570) fue parte de los platillos que se cocinaron para la recepción. La reina Margarita de Navarra formó, en esa época, una granja de guajolotes en la ciudad de Alercón, por lo que no sorprende que en una cena en honor a Catalina de Medicis se sirvieran 66 guajolotes, o que en 1549 el Papa León X recibiera como regalo varios ejemplares vivos. A diferencia de otros animales mesoamericanos, este “mexicano genuino” fue rápidamente aceptado y llevado por todas partes.
2 No es masivo como el pollo
Aun cuando no está en peligro de extinción (porque como animal doméstico depende del manejo humano), se encuentra en cantidades reducidas en comparación con otras aves de corral como los gallos y gallinas, y requiere programas de rescate para incentivar su consumo, valoración, conocimiento y tradiciones; “lo necesario para que se integre a nuestra cotidianeidad material y alimentaria”, según el mismo especialista.
De acuerdo con El Sitio Avícola, la producción de pavo en México de 2021 fue similar a la de 2020, pero 36.5% por debajo de la de 2019, cuando fue de aproximadamente un millón 477 mil aves, informó la Unión Nacional de Avicultores.
1 Su nombre en inglés
Un dato peculiar es el origen de su nombre en inglés: “turkey”. Esto tuvo lugar en Inglaterra y fue producto de la lógica pregunta “¿De dónde vienen estas aves?”, con la inevitable respuesta: “¡Por supuesto de Oriente!” y la obligada interpretación: Oriente igual a Turquía, llevó al término “turkey, que significaría “el turco”, explicó la UNAM.