Por Jesús Manuel Hernández
Por Jesús Manuel Hernández
Apenas acababa de iniciar la campaña “Que reviva Puebla” un ambicioso programa de reactivación económica encabezado por el Gobierno de Puebla en busca de beneficiar a todos los poblanos con más de 300 acciones, cuando el nombre de la entidad vuelve a ocupar los titulares de la tragedia, de la corrupción, de la inseguridad.
Si alguien pensó que la vacunación junto al semáforo verde y el cambio de gobiernos municipales terminaría con las desgracias, se equivocó, o no observó con lupa los hechos que cotidianamente suceden en la entidad.
Durante el morenovallismo Puebla fue catalogada prácticamente como el centro más importante de robo de combustibles, el huachicoleo. Las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, hicieron operaciones para frenar el robo de combustible cuyos autores mantenían estrecha relación con políticos de moda.
No hace mucho el propio Presidente Andrés Manuel comentaba sobre los éxitos en esta materia.
Y he aquí que la realidad asomó la cabeza la madrugada de este 31 de octubre, como antesala de la celebración de más de tres mil años entre los celtas, All Hallows’ Eve, creencia de que las almas de los difuntos vuelven a sus hogares, y así de pronto volvió la noticia del robo de gas.
San Pablo Xochimehuacán, Junta Auxiliar del municipio de Puebla, fue el escenario de la tremenda fuga y posterior explosión de gas con saldo en daños materiales, varios heridos y por suerte escasa pérdida de vidas.
Una toma clandestina de gas, una conexión a los ductos que llevan el combustible de Veracruz a México y Guadalajara y que pasa en el llamado “Triángulo Rojo” no fue detectada por los gobiernos, municipal, estatal y federal, dejándolos en un escenario poco halagador.
Si bien el enfoque de comunicación ha sido acertado, trabajo de niveles de gobierno bien coordinado, operaciones inmediatas para evacuar a las personas, instalación de centros de atención, etcétera, el problema es que en Puebla sigue habiendo robo de combustible y nadie, nadie de los tres niveles de gobierno se había dado cuenta.
Coloquialmente alguien podría pensar que hay quien siempre busca “el prietito en el arroz”, quizá sea cierto, pero la evidencia está en todos los medios locales, nacionales e internacionales. Tremenda explosión de gas y de malas noticias.
O por lo menos, así me lo parece
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Video: https://youtu.be/sLc61vuvFr0