Las condiciones meteorológicas extremas y las enfermedades fúngicas han asolado los viñedos, provocando una caída de la producción por debajo de los 44 millones de hectolitros en 2023.
REBECCA ANN HUGHES / EURONEWS
Italia ha perdido su preciada corona como mayor productor de vino del mundo.
Este año ha sido difícil para los viticultores italianos, lo que ha provocado una caída de la producción del 12% respecto a 2022.
Las condiciones meteorológicas extremas y las enfermedades causadas por hongos han asolado los viñedos, provocando que la producción caiga por debajo de los 44 millones de hectolitros en 2023. Los viticultores esperan la cosecha más baja de los últimos seis años.
La situación es ligeramente mejor en las regiones del norte de Italia, incluido el Piamonte, que han registrado un aumento de la producción del 0,8%, según las organizaciones vinícolas italianas UIV y Assoenologi.
Aun así, la caída general significa que Francia recuperará el primer puesto por primera vez en nueve años.
Caída del vino en Italia en 2023
Según las previsiones de cosecha, la producción disminuirá un 20% en las regiones del centro de Italia y alrededor de un 30% en las del sur, como Sicilia y Basilicata.
La caída se debe al efecto combinado del mal tiempo y los daños causados por el hongo plasmopara viticola.
Este hongo causa una de las enfermedades más devastadoras de la vid y también se conoce como mildiú de la uva.
En condiciones cálidas y húmedas, el hongo blanco se extiende por las hojas y los frutos, provocando a menudo la muerte de partes de la planta.
Este año ha afectado especialmente a las regiones del centro y el sur de Italia debido al aumento de las precipitaciones.
«La cosecha a la que nos enfrentamos es muy compleja, caracterizada sobre todo por los efectos del cambio climático, que a finales de primavera y principios de verano provocó enfermedades patógenas como el mildiu, inundaciones, granizadas y sequía», afirma Riccardo Cotarella, responsable de Assoenologi, en un comunicado.
El descenso de la producción no afectará a la calidad del vino, añadió Cotarella: «A partir de la cosecha de 2023 obtendremos sin duda vinos de buena calidad, con picos de excelencia», dijo.
Francia lucha contra el exceso de producción
Francia se ha hecho con el primer puesto como mayor productor mundial de vino, pero no ha sido necesariamente una victoria para los viticultores.
Debido a una trifecta de problemas -la crisis del coste de la vida, los cambios en los hábitos de consumo y la resaca del COVID-, el país ha visto caer la demanda de vino.
Recientemente, el Gobierno francés anunció que destinaría 200 millones de euros a la venta de excedentes de producción de vino, en un intento de ayudar a los viticultores con dificultades financieras.
El objetivo es «frenar el desplome de los precios y que los viticultores vuelvan a encontrar fuentes de ingresos», declaró a la prensa en agosto el ministro de Agricultura, Marc Fesneau.
No obstante, subrayó que el sector también necesitaba «mirar al futuro, pensar en los cambios de los consumidores y adaptarse».