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Italia logra eliminar la palabra aborto del borrador del G-7 | La Vanguardia

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, saluda al presidente francés, Emmanuel Macron, en su llegada a la cumbre de Borgo Egnazia | ETTORE FERRARI / EFE

ANNA BUJ / Corresponsal Bari / La Vanguardia

La segunda jornada de la cumbre de líderes del G-7 en Apulia debía estar marcada por la participación, esta tarde, del papa Francisco, el primer Pontífice en acudir a un G-7. Pero el viaje del Papa hasta Bríndisi se ha visto ensombrecido por el pulso entre las potencias por la cuestión del aborto y la voluntad de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de evitar incluir una referencia explícita al derecho al aborto en la declaración final de la cumbre. En el borrador del texto, según avanza la agencia Reuters, ya no hay ninguna mención directa al aborto.

La primera ministra italiana se habría encontrado aislada en su batalla por evitar mencionar el aborto directamente, tal y como hizo el texto resultante de la última cumbre en Hiroshima, pero de momento parece que ha ganado esta discusión. Algo que no habría gustado nada a Estados Unidos, cuando los delegados estadounidenses son los que más están presionando para mencionar esta palabra observando el asunto en clave electoral, ya que la defensa del derecho al aborto es una de las claves de la campaña del presidente demócrata, Joe Biden, frente al republicano Donald Trump.

Criticado por la italiana

Macron ha dicho “lamentar” la desaparición de la referencia explícita al aborto

Fuentes italianas aseguran a este diario que en el texto que será publicado al final de la cumbre “no se da ningún paso atrás” respecto al de Hiroshima sobre el tema del aborto y que habrá “una referencia explícita a los compromisos asumidos” en esa cita del año pasado. Sin embargo, tampoco confirman que se vayan a referir directamente al aborto, por lo que parece más probable a esta hora es que el documento hable de forma general sobre los derechos reproductivos de las mujeres y los compromisos de Hiroshima, pero sin mencionar la interrupción del embarazo de manera clara.

Sería una fórmula general de consenso que habría podido contentar a todas las partes después de que Meloni, que en Italia ha sido criticada por permitir la entrada de los antiabortistas en las clínicas, hubiese marcado el asunto como una línea roja. Según apuntan otras fuentes europeas, en el texto “se garantizan los derechos de reproducción sexual” y también “se mantienen los valores y las competencias nacionales”. “Estamos defendiendo lo que conseguimos en Hiroshima, que era más específico”, han insistido, dando a entender que el pulso continúa abierto.Lee también

Un G-7 provisional y debilitado

ANNA BUJ

President Joe Biden and Ukrainian President Volodymyr Zelenskyy, left, meet the media after signing a bilateral security agreement on the sidelines of the G7, Thursday, June 13, 2024, in Savelletri, Italy. (AP Photo/Alex Brandon)

En este clima de tensión, el presidente francés, preguntado por los periodistas en la cumbre, dijo ayer “lamentar” la desaparición de la palabra. “Son sensibilidades diferentes, pero respeto la elección soberana del pueblo italiano”, comentó Macron al margen de una de las citas del encuentro. “Francia ha integrado este derecho de las mujeres al aborto, la libertad de disponer de su cuerpo, en la Constitución. No son las mismas sensibilidades de este país. Francia, por su parte, comparte la visión de la igualdad entre hombres y mujeres”, continuó, alzando el tono directamente contra la primera ministra Meloni, que tiene una gran sintonía con su rival en Francia, Marine Le Pen.

Todo esto ha enfadado y mucho a su homóloga en Roma, que le acusó de instrumentalizar un G-7 en el que es protagonista por fines puramente electorales. “Creo que es un profundo error que en periodos difíciles como el que vivimos se haga campaña electoral usando un foro precioso como el G-7”, lamentó la primera ministra italiana, respondiendo a la prensa. De hecho, ya en la cena de gala de anoche ofrecida por el presidente de la República, Sergio Mattarella, se pudieron ver gestos de evidente distancia entre ambos mandatarios. 

La relación entre ambos jamás ha sido para tirar cohetes, pero en esta cita del G-7, cuando Macron aparece más en baja forma que nunca tras su sorprendente avance electoral después de su dolorosa derrota en las europeas, parece más fría que nunca.

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