De acuerdo con datos del centro de investigación, durante la existencia del Insabi, la población sin seguridad social se incrementó de 15 a 28% de la población total.
BELÉN SALDÍVAR / EL ECONOMISTA
El IMSS-Bienestar, que ahora deberá cumplir con las funciones del desaparecido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), necesita al menos 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en recursos adicionales para atender a la población mexicana sin seguridad social, de acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
La organización señaló que este cálculo es “un mínimo”, ya que aún con estos recursos adicionales el IMSS-Bienestar mantendría las mismas carencias de atención con las que cuenta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Es indispensable reconocer que, para lograr que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud y ampliar el paquete de servicios para este sector de la población, se requiere incrementar el presupuesto actual”, señaló el CIEP.
El objetivo del Insabi, cuya desaparición se oficializó en abril pasado y cuyos recursos materiales, humanos y financieros se transfirieron al IMSS-Bienestar, es garantizar que todas las personas que no cuenten con seguridad social puedan tener acceso a los servicios de salud.
En este sentido, el CIEP destacó que para lograr el objetivo se necesitan de mayores recursos para poder atender a esta población, que ha incrementado conforme el tiempo. De acuerdo con datos del centro de investigación, durante la existencia del Insabi, la población sin seguridad social se incrementó de 15 a 28% de la población total.
“Hasta el 2022, este programa otorgaba servicios médico-preventivos y de promoción a la salud a más de 11.7 millones de personas de comunidades rurales en 20 entidades. Sin embargo, en el 2020, 3.4% de la población, 394,000 personas se reconocían como beneficiaras de este programa”, indicó el CIEP.
20,683 mdp para este año
De acuerdo con lo aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023, este año el IMSS-Bienestar tendrá un presupuesto de 20,628 millones de pesos, lo que significa una disminución de 5.6% en comparación con el año previo.
En los últimos 10 años, el presupuesto otorgado al IMSS-Bienestar ha representado alrededor de 1.9% del gasto total que se le ha aprobado al sector salud.
“Para el 2022, se aprobó un aumento histórico que representaba 67.9% más que el monto aprobado para el año previo. Sin embargo, estos recursos no se ejecutaron en su totalidad y se tuvo un subejercicio de 14.8%”, explicó el CIEP.
Añadió que, pensar en un sistema de salud universal, requiere hablar de financiamiento de este. En México, el cambio en la estructura demográfica y el impacto de ésta en la transición epidemiológica representa retos significativos para las finanzas públicas del país.
“Se requerirá invertir más en la prevención y atención de enfermedades crónico degenerativas, además de hacer frente a las condiciones de adaptación en materia de salud planetaria”.
En diferentes ocasiones, el CIEP ha advertido de la dificultad de las finanzas públicas para poder estimar mayores recursos a necesidades de gasto urgentes, como lo es el gasto en salud.