ANA PAULA MORALES / ACI
Este 20 de junio, la Iglesia Católica en México conmemorará un año del asesinato de dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, en el estado de Chihuahua.
Los jesuitas fueron atacados por intentar defender a un hombre que buscaba refugio al interior del templo de la localidad de Cerocahui, en la región conocida como la Sierra Tarahumara, cuando era perseguido por un delincuente armado.
En su editorial publicado este domingo 18 de junio, Desde la Fe, semanario de la Arquidiócesis Primada de México, recordó que este crimen “sacudió a toda la sociedad mexicana”, y se convirtió en un llamado de atención “para reforzar o sumarnos a la tarea de construir la paz”.
Trabajar por la paz, indicó, “no es una novedad en la Iglesia, es más, no es tradición, es vocación. Quienes nos reconocemos cristianos somos vocacionalmente gente de paz”.
Además, subrayó que “nuestra vocación a la paz nos coloca del lado de las víctimas, caminando y tratando de dar consuelo”.
El semanario de la Arquidiócesis de México señaló asimismo que “las causas de la violencia en México son diversas y complejas”, para advertir a continuación que “algunos fundamentos de ésta” incluyen la “injusticia, corrupción, desigualdad y polarización”.
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Por otro lado, en un comunicado difundido el 16 de junio, los obispos de México, junto a la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y a la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México, se manifestaron “consternados por las numerosas muertes que se producen a diario en nuestro país”.
Además de lamentar el homicidio de los dos sacerdotes jesuitas, se refirieron al reciente caso de “nuestras hermanas catequistas asesinadas en la diócesis de Huajuapan de León”.
Dos mujeres catequistas, pertenecientes a la comunidad indígena triqui, en el estado mexicano de Oaxaca, fueron victimadas por hombres armados el 15 de junio de este año, cuando se dirigían a participar en una procesión eucarística.
En el comunicado se invita a que el 20 de junio a las 3:00 p.m. resuenen por un minuto las “campanas de todos los templos y capillas, en memoria de todas las víctimas de la violencia en México y como clamor por la justicia”. También se pide que se rece por la paz.