El director del periódico cerrado por el régimen chavista y exiliado en España explica la situación de Venezuela.
Maite Loureiro / Libertad Digital
Miguel Henrique Ortiz, director de El Nacional de Venezuela, periódico cerrado por el régimen chavista de Nicolás Maduro, antes de Hugo Chávez, atiende a Libertad Digital para analizar la situación del país en las horas posteriores a que María Corina Machado anuncie que pasa a la clandestinidad porque teme por su vida ante las amenazas lanzadas por el gobierno de su país, que se niega a admitir la derrota electoral en favor del opositor Edmundo González.
¿Cuál es la situación actual de Venezuela?
El país está conmocionado con el resultado electoral. Lo que hizo el régimen es una operación grotesca a través del Consejo Nacional Electoral. No pueden demostrar los resultados que dieron en el primer boletín, ni siquiera han podido dar un segundo. Matemáticamente es una inconsistencia total pero, además, todo el mundo ha visto lo que ha pasado.
¿Por qué María Corina Machado se muestra tan segura de la aplastante victoria de la oposición?
Su experiencia política es en la organización Súmate que se ocupaba, precisamente, de la transparencia en las elecciones, y cuando ella dice que tiene el 80% de las actas es porque las tiene. Las actas están firmadas por un funcionario del gobierno, un testigo de Maduro, que también es chavista, y un testigo de la oposición. Ese 80% dice que Edmundo más que duplica en votos a Maduro, por lo que ni aunque el 20% restante fuera íntegro para Maduro podría ganar.
Por eso se niegan a hacerlas públicas…
Sí, se han inventado unas actas que no existen, cuando se suman dan porcentajes superiores al 100%, los decimales son matemáticamente absurdos…queda en evidencia el fraude que hicieron. Por eso la gente ha salido a la calle a protestar y la respuesta del régimen ha sido una represión espantosa, con 1.200 presos, desaparecidos, asesinados, la situación es muy grave.
¿Qué diferencia estas elecciones de las anteriores? Porque ya se ha hablado antes de fraude y se preveía una nueva manipulación electoral cuando ni siquiera han permitido observadores internacionales independientes.
Chávez ganó las primeras elecciones limpiamente y en las posteriores, que ha habido muchas, había un margen manejable por parte del chavismo, porque el país estaba muy polarizado; en las elecciones con Capriles la diferencia fue de dos o tres puntos, y Maduro podía eliminar fácilmente esa distancia. Pero la diferencia actual es de más del doble, por eso el fraude no se puede justificar, más aún cuando tienen enfrente a Mª Corina Machado que se dedicaba a garantizar la transparencia del proceso. Y ya no hablamos de un país polarizado, sino que, de forma aplastante, está en contra del régimen.
Por eso María Corina Machado ha tenido que pasar a la clandestinidad…
Sí, nunca hasta ahora habían ordenado su detención, debe tener pruebas que le hacen temer realmente por su vida, tiene información y la seguridad de que es muy probable que vayan a por ella.
¿Por qué Maduro ha recurrido al Tribunal Supremo?
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Maduro ha dado un golpe de Estado, eso es así. El régimen tiene controlado al Supremo, que no es un órgano independiente, ya que sus miembros son designados a dedo por el Gobierno. La intención de Maduro es que dictamine que la elección fue limpia. En Venezuela no hay separación de poderes, el Supremo es, desde hace tiempo, un instrumento del chavismo, al que usaron para desmantelar el sistema. Maduro trata de que el Supremo le ratifique como presidente, para darse un barniz de legalidad que no puede darse.»La situación en Venezuela puede acabar en un baño de sangre»
¿Qué opciones tiene entonces la oposición?
El régimen podría haberse marchado elegantemente, tenían de margen hasta enero para hacer una operación de salida, incluso para sacar su dinero o lo que quisieran hacer, y entregar el poder a la oposición. Ahora el gobierno hizo un salto al vacío, optaron por la vía de la ruptura, y tienen un pueblo mayoritariamente en contra, incluido parte del chavismo, que va a seguir protestando, es su única posibilidad.
¿Qué puede ocurrir ahora?
Es impredecible saber qué va a pasar, porque sabemos cómo empieza pero no cómo termina. La población se ha echado a la calle, se va a movilizar más y ellos van a seguir reprimiendo. Han traído incluso brigadas cubanas y de Nicaragua, porque ni siquiera confían en sus fuerzas represivas, y puede acabar en un baño de sangre, en una confrontación terrible, pero según pase el tiempo estarán más débiles y van a tener que acabar saliendo.»Sólo los venezolanos que están en el país pueden echar a Maduro»
Países del entorno con gobiernos de izquierdas tampoco reconocen una victoria de Maduro y EEUU ha dado como vencedor a Edmundo González, ¿hasta qué punto la presión internacional puede influir?
Brasil, Chile, Guatemala, Bolivia…están reclamando transparencia, se han revuelto contra Maduro, cuya situación es de aislamiento total. Sólo China, Rusia, Irán, le reconocen, porque lo hacen de forma automática, pero cuidado porque China empieza a cambiar. La presión internacional por sí sola no sirve, contribuye, pero tienen que ser los venezolanos los que saquen a Maduro, los que están allí dentro, ni siquiera los de fuera.
¿Acabará cayendo Maduro?
En la medida que se profundice la crisis y se fracture el régimen, acabará cayendo, porque ya se está resquebrajando: el Partido Comunista, muy de izquierdas, la Causa R, muy de izquierdas, Juan Barreto, que fue alcalde del chavismo, se están sumando a la condena de Maduro.
¿Cómo valora el papel de Zapatero?
Zapatero ha sido aliado del régimen durante todo este tiempo pero no ha firmado la declaración del Grupo de Puebla, eso quiere decir todavía está pensando qué hacer, si apoya o no la chapuza de Maduro. Se ha mantenido silente, no ha salido a defender al régimen y pareciera que pudiera haber un distanciamiento.