A David Pérez le solicitaron su renuncia a nombre del presidente de la república; sin embargo, presidencia no sabía
ALEJANDRO ARTURO VILLA VARGAS / LA-LISTA
En México existen los “monopolios del crimen” que se esconden en Estados donde los índices delictivos van a la baja, lo que los convierte en una trampa, aseguró el director del Centro Nacional de Información (CNI) David Pérez Esparza, en entrevista para La-Lista.
Desde el 23 de marzo Jesus David Pérez Esparza presentó su renuncia a la Dirección del Centro Nacional de Información (CNI) luego de que la secretaria Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Clara Luz Flores, se la solicitara para renovar y darle “un aire fresco” a la dependencia que encabezó desde hace cinco años.
“Me dijeron que quieren a alguien más para cerrar el sexenio, es lo que me dicen, que es una instrucción presidencial y que entreguen mi renuncia”; sin embargo, agregó que la oficina de Presidencia no estaba enterada de su salida porque le han solicitado reportes y él ha tenido que comentarles sobre la exigencia de su renucnia.
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Durante su gestión en el CNI se actualizó la Plataforma México, implementó el recién creado número de emergencias 911 y el de denuncia anónima 084; estuvo a cargo de la implementación del Informe Policial Homologado, de la actualización del Registro Nacional de Detenciones, y del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, así como la elaboración de estadística de incidencia delictiva.
“De los grandes logros de esta administración es el 911 el 089, que tiene un potencial brutal, pero hay muchas cosas que no pudimos entrar, por ejemplo el tema de violencia contra la mujer, ahí creo que pudimos hacer más; en tema de extorsiones, le íbamos con todo en el CNI”, presumió.
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La Lista (L-L): ¿La estrategia de Abrazos, no balazos, es la correcta?
David Pérez (DP): Sí, pienso que es una estrategia correcta. Pacificar al país implicaba abrazarlo, se escucha muy hippie, pero en la práctica sí implicaba, por ejemplo, controlar al Ejército, controlar a la Marina y que las policías no fueran las que “disparo y luego pregunto”. Eso, para mí es abrazar y no balazos; pero el Estado no debe olvidar que tiene la autoridad moral y legal de disparar y de ejercer el monopolio legítimo de la defensa en honor a la Constitución.
L-L: ¿Qué falta por hacer en seguridad para bajar la alta incidencia?
DP: Hay que limpiar los penales, no podemos tener penales sin gobierno, no puede ser. El Estado tiene que estar presente en todo el territorio. Para la Guardia Nacional, hay que reinventarle ciertas áreas que no funcionan. Tiene un problema fundamental, es que nadie sabe qué es la Guardia del fondo. Además de que se debe reestructurar a las policías municipales, hay que darles mejoras laborales, más presupuesto y la fiscalización del gasto en seguridad.
L-L: ¿El crimen organizado controla regiones enteras del país?
DP: Son monopolios regionales y temporales. La gran trampa del monopolio criminal es que estos son pacíficos. Si yo me levanto un día y veo una tabla de homicidios dolosos como los que ve el presidente, me voy a enfocar donde veo más violencia, es una trampa, tiene mucho sentido caer en la trampa, porque me voy a ir contra los más violentos. Entonces la trampa aquí es ¿qué están viendo? ¿La violencia o los números? En una región, por ejemplo, Sinaloa y Tamaulipas, han logrado reducir como nunca antes su tasa de homicidios. La pregunta es ¿por qué?.
L-L: ¿Qué falta hacer en el combate al tráfico de drogas?
DP: La política antidrogas es la hipocresía de Estados Unidos, primero; y es hipocresía de los que en México nos hacemos güeyes viendo la evidencia. La política de drogas amerita, una reformulación drástica. Hay que fortalecer las policías locales, hay que entrarle a un debate fiscal, al tema de lavado de dinero, hay que simplificar procesos. Son temas súper complejos, pero son tan complejos que los que lo ven, miran como los caballos, se voltean y dicen, no.
L-L: ¿Cómo fue la relación con los secretarios de seguridad?
DP: Yo llegué junto con Alfonso Durazo. Durazo ya tiene año y medio de gobernador. Tuvimos buena relación, con sus claroscuros por algunas diferencias pero siempre trabajando. Con (el subsecretario) Ricardo Mejía que se fue a competir por Coahuila, también gran estima y Rosa Icela Rodríguez también ha sido un trato muy cordial.
L-L: ¿Cuándo deja formalmente el CNI?
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DP: Mi renuncia aún no ha sido ratificada por el presidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, para el 30 de abril dejaré el cargo. Sé que hay un encargado de despacho. No sé, creo que no hay un nombramiento del Presidente. No es cosa menor porque el nombramiento amerita control de confianza, investigación, propuesta del Consejo Nacional.
L-L: ¿Se siente satisfecho con el trabajo que hizo en el CNI?
DP: Me voy muy feliz, muy satisfecho; pero muy preocupado porque se quedan pendientes; hay temas estructurales, financieros, legales, morales, éticos, tácticos y de inteligencia que no se han discutido. Lo que me preocupa es quién llegue al cargo, porque debe ser un técnico y académico que sepa de materia legal, derechos humanos, programación, usar armas, entre otras cosas, además del nivel de incorruptibilidad que se requiere.
Pérez Esparza estudió Relaciones Exteriores y un posgrado en Estudios de Futuro y Planeación Prospectiva, ambos en el Tec de Monterrey (ITESM). Tiene cuatro títulos de posgrado, entre ellos una maestría en Seguridad por la Universidad de Londres en el Reino Unido y una maestría en Política Pública por la Escuela de Graduados en Gobernanza.
También es Licenciado en Economía (Estadística, Teoría de Juegos y Resolución de Conflictos), por la Universidad de Essex, en el Reino Unido. Es doctor en Ciencias del Crimen por el Instituto Jill Dando de Seguridad y Ciencias Criminales, de la Facultad de Ingeniería, del Colegio Universitario de Londres (UCL).