En el 28ª del Congreso Mundial de Derecho la ministra señaló que México y en el mundo “surgen movimientos que intentan poner en entredicho la legitimidad de la función judicial”.
PEDRO HIRIART / EL FINANCIERO
La independencia judicial está en riesgo por fuerzas que intentan debilitar la división de poderes y las democracias constitucionales alrededor del mundo, señaló la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña.
Durante la edición 28ª del Congreso Mundial de Derecho, en Nueva York, Estados Unidos, Piña alertó que en la región se sufren ataques para alinear a los tribunales con opiniones singulares.
“Persiste la intención de que los tribunales constitucionales se reduzcan a replicar las ideas de un solo hombre. Enfrentamos el riesgo de perder todo lo ganado por la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial. De esta dimensión es el reto que enfrentamos”, señaló la ministra.
Además, expuso que esto debe encender las alarmas de todos.
“Lamentablemente la experiencia de la región en relación con la merma de la independencia judicial como una de las vías para debilitar la división de poderes en nuestras democracias constitucionales nos enciende focos rojos”.
Piña también señaló que el debilitamiento de la autonomía de los jueces se puede traducir en decisiones parciales, que dejan de tener en el centro a los derechos humanos.
Por otro lado, estimó que estos actos se están llevando a cabo en México y diferentes partes del planeta con el fin de menospreciar y cuestionar sus decisiones.
“En mi país, pero no sólo en mi país sino, lamentablemente, en gran parte del mundo, surgen voces y movimientos que intentan poner en entredicho la legitimidad de la función judicial. Pretenden mermar –a veces de forma sutil, otras de forma directa– la independencia de los poderes judiciales”, sentenció.
Por esto, Piña Hernández insistió en la importancia de que los ciudadanos estén conscientes de la importancia que tienen los tribunales, así como de lo vital que es la independencia.
En este sentido, la ministra presidenta señaló que esta debe ser la vía, ya que, debido a su función, deben mantenerse apartados de funciones políticas.
“Un acercamiento con las personas es la única manera de defender la independencia judicial en la arena política, donde las juezas y los jueces no podemos intervenir”, consideró.