Fernando González, yerno de Gordillo y clave para movilizar al magisterio en las últimas elecciones, como en 2018 cuando triunfó AMLO, está operando a favor de Claudia Sheinbaum rumbo a la presidencia en 2024. “Fuimos los primeros claudistas”, afirma.
NAYELI ROLDÁN / ANIMAL POLITICO
Fernando González, exsubsecretario de Educación, yerno de Elba Esther Gordillo, y uno de los personajes clave para movilizar al magisterio en las últimas elecciones, incluyendo la de Andrés Manuel López Obrador, está operando a favor de Claudia Sheinbaum, la precandidata de Morena a la presidencia.
“Fuimos los primeros claudistas”, sentencia.
Los maestros llevan más de un año trabajando a favor de Sheinbaum a través de la organización Movimiento Nacional Progresista, primero para que ganara la contienda interna de Morena, ahora por la precandidatura y continuarán operando en la campaña de la “próxima presidenta que nos llevará al futuro”, afirma González en entrevista con Animal Político.
Fernando González (izq), en un evento de 2011 como subsecretario de la SEP, y Elba Esther Gordillo, su suegra y exlideresa del SNTE. Foto: Cuartoscuro/Archivo
Acercamiento con Sheinbaum “ha sido lento”, dice Yerno de Elba Esther
González es un experimentado político y no duda en afirmar que es un buen operador. “Hemos participado en todas las últimas campañas presidenciales -incluyendo la de López Obrador– en todas hemos ganado, y creo que en esta también vamos a ganar”.
Sin embargo, reconoce que el acercamiento con Sheinbaum “no ha sido fácil”, de hecho, “ha sido lento” porque “para ella es complejo porque yo tengo una relación familiar muy fuerte y muy amorosa con Elba Esther Gordillo. La maestra siempre dijo que estaba a favor de Ebrard, y nosotros siempre dijimos que estábamos a favor de Claudia”.
Además, la reputación de Gordillo como lideresa del SNTE por 24 años, con una vida ostentosa y con señalamientos de corrupción, encarna a la clase política que López Obrador ha criticado e incluso ha arremetido en su contra en la conferencia matutina, pero de 2018 a la fecha, el grupo político de la maestra ha sido su aliado.
González sabe que esa alianza y que su apoyo a Sheinbaum despertará críticas, pero para él, la cercanía con Gordillo “es un plus, no un contra. En todo caso lo veo como un punto a favor. Y no voy a dejar de ser de la familia por eso”.
A la maestra, dice, “le tengo un gran cariño, pero las decisiones políticas no me las da nadie, y por supuesto que ella es un ícono, creo que ella es de las personas que más saben de política en el país y me parece que tiene mucho que aportar como ser humano”.
Cómo apoya Fernando González a Claudia Sheinbaum y Morena
Rumbo a la elección de 2024, el movimiento magisterial busca incidir a favor de Sheinbaum, quien se encuentra con amplia ventaja frente a sus adversarios según las encuestas.
“En una elección, todos somos necesarios, todos somos útiles y nosotros estamos dispuestos a seguir ayudando, apoyando en todo lo que se pueda”.
Ese apoyo, explica, se traducirá en organizar asambleas en las zonas de influencia de su Movimiento, que, según dice, abarcan 30 mil secciones.
“Vamos a tratar de aportar, si es que Morena y los partidos aliados necesitan ayuda, vamos a aportar representantes de casilla donde se ocupe, representantes generales, movilizadores para el día de la elección. Vamos a trabajar políticamente como siempre hemos trabajado para que nos vaya bien y logremos instalarla como presidenta en junio que viene”, dice González.
De acuerdo a su análisis, ella es la única candidata que podrá responder a los nuevos problemas y consolidar “el post obradorismo, con gobiernos más profesionales, con diagnósticos más exactos, con claridad en el rumbo, ideologías más definidas; un combate a la corrupción mejor institucionalizado y lograr que la cuarta transformación llegue como la revolución mexicana, a institucionalizarse en nuevas plataformas educativas, de salud, en nuevos partidos políticos”.
“La próxima presidenta tiene que reformar a Morena. Convertirlo en un partido político audaz, democrático, más conceptuoso y menos ideológico, y si una persona que puede lograrlo es Claudia Sheinbaum”.
En cambio, aunque Xóchitl Gálvez “es una mujer ejemplar, trae sobre sí misma un peso de las viejas prácticas, de las viejas mañas, de los viejos esquemas y encarna la recuperación de los privilegios, de la vieja manera de hacer política antes de López Obrador”.
Elba Esther y su relación con la izquierda
La relación entre el magisterio como maquinaria electoral y la “izquierda” encabezada por Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional que derivó en un partido político no es nueva.
En 2005, cuando López Obrador disputó la presidencia con Felipe Calderón, el izquierdista se negó a pactar con Gordillo, entonces lideresa del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con una estructura de un millón y medio de agremiados en todo el país y con la suficiente experiencia electoral para inclinar la balanza en una elección.
Calderón, en cambio, aceptó la operación de la maestra, quien pese a ser priista, mantenía una férrea confrontación con Roberto Madrazo, el entonces candidato presidencial del PRI, que le costó la destitución como coordinadora de la bancada en la Cámara de Diputados y la presidencia del partido.
Ella respondió con el apoyo al panista y la creación de un nuevo partido, Nueva Alianza, que tuvo como candidato presidencial a Roberto Campa, quien enfiló discurso contra el candidato Madrazo.
Gordillo y AMLO
Finalmente, Calderón logró la presidencia con una ventaja de apenas 233 mil votos, una diferencia de menos de 1% contra López Obrador.
En el sexenio del panista, Gordillo logró puestos clave para su grupo: Fernando González, como subsecretario de Educación Básica, el área medular de la Secretaría de Educación Pública; Miguel Ángel Yunes, al frente del ISSSTE; Francisco Yáñez, como director de la Lotería Nacional.
Con ese antecedente, en la elección de 2018, López Obrador aceptó la operación electoral de Gordillo a través de Redes Sociales Progresistas, la agrupación integrada por los liderazgos magisteriales leales a la lideresa, y dirigida por su yerno, Fernando González, que desplegaron asambleas y operación territorial en todo el país a favor de Morena.
En agosto de 2018, poco después de la elección en la que AMLO resultó vencedor, Gordillo salió de prisión, tras cinco años recluida en el penal de Tepepan acusada de lavado de dinero y delincuencia, delitos que la Fiscalía General de la República (PGR) no pudo sostener.
La organización de Redes Sociales Progresistas siguió trabajando para apoyar a Morena en la elección de 2021, en la que se renovó la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas, 27 congresos locales y 1,751 presidencias municipales.
Aunque la organización no logró su registro como partido político, en 2022 se transformó en el Movimiento Nacional Progresista, utilizando un logo con los colores gris y guinda, este último el mismo que Morena, y nuevamente operó en las elecciones de este año.
El SNTE y Sheinbaum
Luego que Gordillo fue aprehendida, acusada de lavado de dinero y delincuencia organizada en 2013, al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto, perdió el control político y económico del SNTE.
El sindicato no volvió a tener a una figura de poder, pues fue liderado por Juan Díaz, antiguo aliado de Gordillo, y actualmente es dirigido por Alfonso Cepeda, que con un bajo perfil mantiene a la organización bajo control.
En esto ha ayudado el gobierno de López Obrador, pues tal y como prometió durante la campaña echó abajo la reforma educativa de Peña Nieto, ha basificado 750 mil plazas y estableció que los maestros ganen como mínimo 16 mil pesos mensuales.
Sin embargo, González prevé que los próximos meses serán cruciales para evitar que el SNTE se vuelva un foco rojo durante la campaña presidencial, luego de las impugnaciones en dirigencias estatales, pero sobre todo, porque en febrero próximo concluye la dirigencia de Cepeda.
En ese escenario, dice González, “van a tener que hacer negociaciones muy fuertes para posponer la elección después de la elección presidencial, ampliando quizá el mandato de Cepeda, quien ha mostrado un buen talante, o haciendo la elección enero, cosa que sería complejo hacerlo junto con la elección presidencial, porque hoy el magisterio está muy tranquilo gracias a la acción del presidente y la buena administración de Cepeda, pero creo que también se debe mucho a la buena actitud del magisterio en todo el país, incluyendo las disidencias internas”.
El SNTE y su elección interna: clave para 2024
González sostiene que esa calma dentro del magisterio obedece a la certidumbre política que les ha dado el presidente López Obrador, pero una vez abierta la convocatoria y que comience la pelea por la dirigencia, “no estoy seguro que esa tranquilidad se mantenga. Y un sindicato tan poderoso, tan importante como el de maestros, puede contribuir con muy poco si se desestabiliza en una elección tan importante como la que estamos por vivir”.
Por eso, dice, el gobierno federal a través de las autoridades laborales, el sindicato, quien aspire a dirigirlo, y las fuerzas que en su conjunto actúan al interior de la organización “puedan ponerse de acuerdo y construir un modelo de asociación que le sume a los maestros, le sume al presidente y sobre todo le sume a la próxima presidenta del país”.
Sobre las opciones de oposición, dice, no tendrían posibilidad de llegar a la presidencia, menos aún de la mano del PRI, PAN y PRD.
“Jamás votaremos por ellos porque traicionaron los modelos de relación que existían cuando ellos eran gobernantes, y si traicionan a los grupos que los ayudaron a ser partidos poderosos no esperen que esos grupos hoy les ayuden a representarse en las casillas a movilizar electores, a financiar eventos, a crear desayunos, comidas para promover candidaturas”.
Además, dice, “algo van a tener qué hacer con la idea de que Claudio X. González compró a los tres partidos. Si Claudio quería hacer política debió irse a hacer un partido político y no comprarlo”, sentencia sobre el empresario que mantuvo una franca confrontación con Gordillo el SNTE que llegó, incluso, a la producción del documental “De panzazo”, en el que exponían el rezago del sistema educativo mexicano y los beneficios sindicales del magisterio.