La decisión rompe con ocho décadas de no alineamiento. El Kremlin dice que es «sin duda» una amenaza para Rusia.
PEDRO POZA / EL MUNDO
De 1.213 kilómetros a 2.552. Más del doble. Así se incrementará la frontera de Rusia con la OTAN cuando Finlandia se integre en la Alianza, algo que parece ya inevitable después de que el presidente finlandés, el conservador Sauli Niinistö, y la primera ministra del país, la socialdemócrata Sanna Marin, hayan anunciado oficialmente que Finlandia va a solicitar su adhesión «sin demora» a la Alianza Atlántica.
«Nuestra entrada en la organización reforzará la seguridad de Finlandia», afirman ambos mandatarios en un comunicado de prensa conjunto. «Como miembro de la OTAN, Finlandia reforzará toda la alianza de defensa. Solicitaremos nuestro ingreso con carácter de urgencia».
La solicitud oficial se espera para la semana que viene, aunque la decisión debe ser aprobada primero por el Parlamento finlandés, el Riksdag, lo que se espera que sea simplemente una formalidad. «Esperamos que en los próximos días se den rápidamente los pasos necesarios para llevar a cabo esta medida», han indicado Niinistö y Marin.
Sobre el papel, la decisión finlandesa supone un fuerte revés para Vladimir Putin, cuyo régimen ha advertido por activa y por pasiva contra una ampliación de las fronteras comunes entre la OTAN y Rusia, que hasta ahora se limitaban a esos 1.213 kilómetros repartidos entre Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Noruega. Una distancia que, con Finlandia, se duplicará hacia el norte.
La entrada en la OTAN supondría para Finlandia la pérdida de su condición de país neutral. Los finlandeses han permanecido hasta ahora fuera de la Alianza junto con Suecia, pero en ambos países se ha producido un marcado cambio de actitud en los últimos meses, como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, y el apoyo entre la población para solicitar el ingreso es ahora claramente mayoritario.
Tras el anuncio de Finlandia, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que la Alianza está dispuesta a integrar a Finlandia de forma «rápida» y que las puertas de la OTAN «están abiertas».
Marin ya había declarado que el ataque ruso «cambió la situación de seguridad de una manera que ya no tiene vuelta atrás». Un informe oficial elaborado para el Parlamento finlandés llega a la misma conclusión, al tiempo que evalúa que la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN aumentará la estabilidad en la región del Mar Báltico a largo plazo.
Ambos países han anunciado que están colaborando estrechamente en el actual proceso de ingreso en la OTAN, por lo que también se espera una inminente declaración de Suecia en este sentido. Según el diario Expressen, el Gobierno sueco está trabajando en los últimos detalles de su solicitud de adhesión y se espera que la envíe el próximo lunes.
Una vez que Finlandia y Suecia hayan presentado sus solicitudes, se iniciará un procedimiento en el que su petición deberá ser aprobada por los actuales 30 miembros de la OTAN. Esto puede llevar un año, pero se espera que en este caso pueda hacerse más rápidamente. En este sentido, la primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, ha reaccionado favorablemente a las declaraciones de Niinistö y Marin, calificándolas de «fuerte señal», y asegurando que trabajará para que el ingreso se acelere al máximo: «Por supuesto, Dinamarca dará una calurosa bienvenida a Finlandia. Esto reforzará la Alianza y nuestra seguridad común. Haremos todo lo posible para que el proceso de adhesión sea lo más rápido posible».
De confirmarse, la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN supondrá que todos los países nórdicos formen parte de la organización. Hasta ahora, los suecos, con su larga política de no alineamiento militar, eran percibidos como más inequívocamente neutrales que sus vecinos.
Dinamarca, Noruega e Islandia son miembros fundadores de la OTAN, mientras que Finlandia, incluso a pesar de un enfoque comprensiblemente cauto como vecina de la URSS primero y Rusia después, ha sido tradicionalmente un socio de la Alianza más activo que Suecia.
El anuncio de Niinistö y Marin llega un día después de que el presidente finlandés recibiese en Helsinki al primer ministro británico, el conservador Boris Johnson. Durante la reunión, Finlandia y Gran Bretaña firmaron un acuerdo que otorga a los finlandeses una garantía de seguridad si solicitan el ingreso en la OTAN. Según el pacto, los británicos prometen protección mientras dure el proceso. En el texto se estipula que, si Finlandia «sufre una catástrofe o un ataque», el Reino Unido ayudará de forma «que puede incluir la asistencia militar». El acuerdo es prácticamente idéntico al que Johnson también cerró el mismo día con Suecia después de reunirse con su primera ministra, la socialdemócrata Magdalena Andersson.
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Interrogado tras hablar con el líder británico sobre una posible reacción rusa a la adhesión finlandesa a la OTAN, Niinistö se mostró contundente: «Tú has provocado esto, así que mírate al espejo, ése el mensaje para Putin». Este jueves, el Kremlin sí reaccionó a la decisión de Finlandia asegurando que es «sin duda» una amenaza para Rusia. «Una nueva ampliación de la OTAN no hace más estable ni más seguro nuestro continente», dijo Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin.
En definitiva, se trata de un anuncio histórico. Finlandia, un país que ha permanecido relativamente neutral durante décadas, desea ahora sin ambigüedades ingresar en la OTAN cuanto antes. Los expertos en la Alianza estiman que gran parte del proceso podría haber terminado para cuando se llegue a la gran cumbre de la OTAN en Madrid a finales de junio.
Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2022/05/12/627cb58b21efa0b55d8b45e7.html