El último estudio de National Geographic España analiza los beneficios preventivos de llevar esta dieta frente a una basada en alimentos procesados.
Aitana Dorado / Womens Health
En los últimos años, el número de enfermedades mentales aumenta en todos los países, llegando a ser considerados por la Comisión Lancet como “países en desarrollo en el contexto de la salud mental”. Entre todas las enfermedades mentales, la depresión es la más presente de todas ellas, llegando a afectar a un total de 330 millones de personas según estudios del 2021.
¿El por qué de esta cifra tan alta? Se debe a factores que van desde los biológicos a los sociales, aunque también está relacionado con el estilo de vida, o eso es lo que ha intentado demostrar el último estudio de National Geographic España.
Entre los hábitos de riesgo dentro de un estilo de vida determinado que está más expuesto a desarrollar enfermedades mentales, entran el consumo de tabaco, alcohol o la inactividad física, aunque añade el estudio que “la alimentación ha recibido especial atención por parte de la comunidad científica”.
No es ningún secreto el hecho de que, tener una dieta poco saludable (alimentos procesados, de azúcares, aditivos, químicos…) “puede favorecer la liberación de citoquinas proinflamatorias por parte del sistema inmunitario. Y esto aumentaría el riesgo de producir, entre otras desregulaciones de la salud mental, los síntomas depresivos”. Es aquí ante esta pregunta cuando National Geographic se cuestiona si al adoptar una dieta mediterránea el riesgo sería distinto.
¿Puede la dieta mediterránea reducir la depresión?
Para comprobar si esta dieta es favorable o no a la hora de evitar la depresión, el equipo de National Geographic realizó un estudio que sintetiza cinco ensayos clínicos con 1 507 personas adultas de entre 22 y 53 años. Evaluaron «el efecto de intervenciones basadas en la educación nutricional –a través de recomendaciones dietéticas y administración de alimentos que promovían la adherencia a una dieta mediterránea– con una duración de 2 a 48 semanas”.
Es así como han podido demostrar que los participantes de dieta mediterránea presentaron “un menor número de síntomas de depresión”, comparado con el otro grupo. El por qué de estos resultados, puede deberse a que «una dieta saludable como la mediterránea sería capaz de reducir los niveles de marcadores inflamatorios sistémicos específicos –como la proteína C reactiva– asociados a los comportamientos depresivos».
Fuente: Women’s Health