El documental lanzado este jueves a nivel mundial por la plataforma Netflix revive recuerdos muy duros del pasado del príncipe Harry y no faltan dardos envenenados a su padre y su hermano
A. RODRÍGUEZ / VANITATIS
En unas fechas en las que se han convertido en los absolutos protagonistas de la actualidad royal, ha llegado el segundo gran hit de los Sussex esta semana: el estreno de su serie documental. Y claro, teniendo en cuenta que Vanitatis ha seguido la vida de la pareja desde que se conoció su relación, no podíamos no ver los primeros capítulos que se han lanzado este jueves a nivel mundial y analizarlos. Y hay muchos detalles que destacan en el primer episodio de ‘Harry & Meghan’: desde que utilicen vídeos que grabaron en marzo de 2020 a que resuciten la polémica entrevista que concedió Lady Di a la BBC.
Es mucho el material inédito que hemos podido ver en los primeros 60 minutos de producción, además de la entrevista con los propios duques de Sussex o testimonios de diferentes personas, incluyendo a los amigos más íntimos de la pareja. Pero llama especialmente la atención que muchos de esos vídeos son grabados por ellos mismos con sus teléfonos móviles y están fechados desde marzo de 2020, cuando salieron de forma oficial de la Casa Real británica. ¿Con qué fin se realizaron esos vídeos? Cualquiera podría pensar que ya entonces la pareja tenía una oferta de Netflix encima de la mesa y que la idea del documental lleva gestándose desde entonces.
Y precisamente para evitar suspicacias, el propio Harry explica que empezaron a grabarlos «por sugerencia» de un amigo suyo, para evitar la desinformación y que fueran ellos mismos los que contaran lo que estaba pasando. Sea o no, lo cierto es que es un material que les ha venido muy bien para esta serie, que tendrá su segunda parte justo dentro de una semana con los tres siguientes y últimos capítulos.
Son tres los argumentos sobre los que se construye este capítulo inicial. El primero, cómo comenzó su historia de amor; el segundo, los paralelismos y parecidos con Lady Di; el tercero, la relación de Harry con la prensa. Y es especialmente en las dos últimas bases argumentales donde hay detalles más que sorprendentes. La presencia de la princesa Diana es constante y no solo porque en una escena Meghan aparece enseñando una foto de la abuela al pequeño Archie, sino porque, como un mantra, repite constantemente que no quiere que se repita la historia, refiriéndose a los medios de comunicación, a los que directamente acusa de «soborno y explotación», con la familia real británica como víctima.
Nada nuevo bajo el sol en este aspecto, ya que son numerosas las ocasiones en las que sacan a colación los paralelismos con la difunta Lady Di -incluso Harry asegura en un momento de la serie que su esposa es muy parecida a su madre-. Una situación que le sirve para lanzar un dardo envenenado a su hermano, el príncipe Guillermo, y su padre, el rey Carlos III: «Creo que para muchos miembros de la Casa Real, especialmente los hombres, puede haber la tentación o el impulso de casarse con alguien que encaje en el molde en vez de con alquien con quien quizás estés destinado a estar. Es la diferencia entre tomar decisiones con la cabeza y con el corazón. Mi madre tomó la mayoría de sus decisiones, si no todas, con el corazón. Y yo soy hijo de mi madre».
Pero quizá uno de los detalles más sorprendentes es que el príncipe Harry y Meghan Markle resucitan aquella polémica entrevista que Diana de Gales concedió al programa ‘Panorama’, de la BBC. Polémica y prohibida, ya que cuando la investigación concluyó que la princesa había sido engañada para sentarse frente a Martin Mashir, la cadena prometió no volver a emitirla y no ceder parte de su contenido a otras cadenas. Así que la decisión de los Sussex de utilizarla choca bastante, desde luego, especialmente teniendo en cuenta que el propio Harry emitió un tajante comunicado condenando los métodos que utilizó la ‘BBC’ para conseguirla.
Parece que aquel enfado se le ha olvidado al príncipe Harry o que ha puesto en la balanza las diferentes opciones y está visto que le ha compensado emitir unos minutos de aquella entrevista, justamente los que coinciden con el testimonio de Diana de Gales sobre su relación con la prensa y lo expuesta que se sentía en todo momento, lo que para él justifica la decisión. El príncipe asegura, además, que la entrevista en sí es el claro ejemplo de lo que hacen los medios para conseguir su propósito.
«Todo es falso… salvo alguna cosa»
Seguro que recuerdan estas palabras de un antiguo presidente del Gobierno, cuando en los informativos aparecieron noticias relacionadas con miembros de su partido que no les dejaban en muy buen lugar. Pues algo muy parecido es lo que hace el propio Harry. Hablando de sus años en Eton, su adolescencia y sus años más tempranos de juventud, pasa de puntillas por aquellos momentos en los que coqueteó con las drogas, las fiestas y el alcohol, protagonizando algún que otro altercado con los paparazzi. «No digo que todo fuera falso», dice, refiriéndose a los titulares que protagonizaba constantemente -aunque obviando esos asuntos más delicados de los que hablamos-, «pero exageraban o repetían cosas que ya habían pasado».
Así, parece que aunque la primera impresión y lo que dejaban entrever los dos avances del documental que se publicaron en los días previos era que Meghan y Harry iban contra la familia -un reclamo mucho más potente-, su verdadero objetivo es la prensa británica, al menos en el primer capítulo. Una guerra que ya ha tenido muchos episodios: en la calle, en los tribunales y ahora también en televisión.
Fuente: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/casas-reales/2022-12-08/estreno-harry-meghan-entrevista-prohibida-lady-di_3536776/